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Sábado, 4 de Marzo de 2017

Pederastia en la Iglesia colombiana: una radiografía

Ateos bogotanos en plantón frente al Palacio Arzobispal
1 de marzo de 2017
La Iglesia Católica iniciará su periodo de cuaresma con un plantón por el escándalo de abuso sexual a menores. El caso del sacerdote William de Jesús Mazo pasó de ser una estadística más a ser el que reveló el deseo de evasión de responsabilidades de la Iglesia Católica en los dolorosos casos de abuso sexual de sus clérigos.

Mazo es un sacerdote que se encuentra cumpliendo una pena de prisión por el abuso sexual de menores de edad que fueron puestos a su cuidado para servir como monaguillos. Dos de sus víctimas tenían nueve y doce años cuando fueron abusadas por el representante de la iglesia en un sector pobre de Cali. El caso de la responsabilidad personal ya se decidió, pero el proceso de reparación de la Iglesia Católica a las víctimas se abrió con una escandalosa tesis por parte de la Arquidiócesis de Cali.

Para la Iglesia caleña, bajo el visto bueno de Monseñor Darío de Jesús Monsalve, ellos no deben indemnizar a las víctimas más allá de una misa sin costo en la parroquia donde ocurrieron los abusos. El abogado de la Iglesia adujo que “[L]a causa del daño es atribuible de manera exclusiva a las víctimas indirectas, quienes faltaron en su deber del cuidado, vigilancia, comunicación, protección” y que “los padres serán siempre responsables del daño causado por las culpas o los delitos cometidos por sus hijos menores, y que conocidamente provengan de mala educación o hábitos viciosos que les han dejado adquirir”.

En las siguientes líneas deseo explicar porque los encubrimientos a sacerdotes abusadores ha sido lo habitual, porque hay una doble moral en los discursos de la Iglesia, qué dictaminó la Corte Suprema en un caso reciente y porque rechazar estos actos no es “cristianofobia” como nos han acusado algunos religiosos.

Encubrir es lo habitual

El poder social de la Iglesia Católica es innegable, pero esto ha empezado a ceder a medida que se afianza el carácter laico del Estado desde la Constitución de 1991. Debido a este poder no son muy conocidos casos de abuso en los medios antes del 2000. Uno de los primeros casos conocidos por la prensa fue el de José Otoniel Giraldo de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen. Lo curioso del caso es que para demostrar sus abusos fue necesario poner una cámara oculta. Una vez destapado el hecho el obispo de Sincelejo, Nel Beltrán, regañó a quienes pusieron la cámara e igualó esta estrategia con las acciones del prelado. “Lamentamos el procedimiento de poner trampas incitadoras del mal… Un error no se enmienda con otro error”, dijo el obispo de la Costa.
Tal era el poder que ejercía la Iglesia sobre las autoridades civiles que las víctimas no se enteraron hasta un año después de la condena de 32 meses al sacerdote abusador en una nota publicada por El Tiempo en junio de 2002.

Según la iglesia colombiana la culpa es de los menores
También en el 2002 se conoció el aberrante caso del sacerdote Enrique Díaz Jiménez quien abusó de más de 60 menores durante 60 años. Empezó sus andadas con 18 menores en la Diócesis de Vargas en Venezuela. Una vez conocido el caso, la iglesia lo trasladó a Estados Unidos en 1983 en donde abusó de dos monaguillos e hizo toques indebidos a cerca de 60 más. Fue enviado de nuevo por la iglesia a Venezuela donde obligó a menores de edad a tener sexo oral y luego fue enviado por la Iglesia a Colombia en 1996. Ya aquí exigió a dos menores tener sexo oral. Esto ocurrió en Ciudad Montes, Bogotá. Este caso pasó a la historia porque el sacerdote Díaz fingió su defunción a fin de evitar la captura, pero al final enfrentó a la justicia.

El proceder de la Iglesia Católica en sólo estos dos casos, el de Giraldo y el de Díaz Jiménez, muestran que siempre ante un escándalo en lugar de denunciar al sacerdote a las autoridades civiles, corrían a cambiarlo de parroquia o incluso de país. Este actuar no solo generó impunidad sino que sumó más víctimas.

En el caso del sacerdote Luis Enrique Duque Valencia, por quien la iglesia fue condenada por primera vez a pagar indemnización, también hubo encubrimiento. Tan pronto se supo de sus actos fue trasladado del Líbano a la Parroquia del Divino Niño en Ibagué. Y en el caso actual, el de William de Jesús Mazo, la iglesia le permitió seguir en funciones por un año más aún ya recibiendo las quejas.

Doble moral

La Iglesia Católica está manejando los casos de abuso sexual de sus clérigos con una doble moral espantosa. Es increíble que la Arquidiócesis de Cali afirme que a la Iglesia no le corresponde responsabilidad civil frente a las víctimas de sus sacerdotes, que ha encubierto. ¿Si la Iglesia no tiene responsabilidad moral, entonces por qué el Papa Francisco pidió disculpas a nombre de la Iglesia el 7 de julio de 2014? “La Iglesia debe llorar y reparar”, afirmó en ese momento Francisco. Pero al parecer la declaración fue tan sólo un gesto políticamente correcto ante los medios, porque posteriormente trasladaría hasta al Vaticano a Josef Wesolowsky, quien fuera el Nuncio Apostólico en República Dominicana.

El Nuncio estaba acusado de abuso sexual a menores. La Iglesia dijo que lo juzgaría, pero no lo hizo. Murió en medio de los lujos propios del Estado Vaticano sin haber sido llamado a una sola sesión de juicio.

El periodista italiano Emiliano Fittipaldi ha estudiado de cerca el estado actual y ha llegado a la conclusión que “[…] he comprobado si las palabras del Papa contra los abusos sexuales se materializaban en hechos. Y hechos la verdad es que hay pocos”.

El periodista italiano señala que sólo entre el 2013 y el 2015 llegaron 1.200 denuncias. Toma por ejemplo el caso del expárroco chileno Fernando Karadima. “Francisco no sólo ha nombrado al cardenal Errázuriz uno de sus más estrechos colaboradores. Además ha hecho obispo a Juan Barros Madrid, alumno de Karadima y acusado también de encubrirle”, señala Fittipaldi.

El resultado de la investigación de Fittipaldi se ha materializado en su libro “Lujuria”.

El caso caleño de Mazo sin duda es de conocimiento de Francisco. ¿Qué ha dicho sobre la reparación?, ¿por qué no ha condenado a Monseñor Darío de Jesús Monsalve? ¿Le parece ética la conducta de la Iglesia en Cali de contratar a una psicóloga para intentar disuadir a los familiares de la víctima de demandar? ¿Por qué no dice nada del intento de soborno de Monseñor Darío de Jesús Monsalve al abogado de las víctimas?¿A dónde fue la moral y la “defensa de la familia” de la que el arzobispado se decía defensor el pasado agosto de 2016 cuando ocurrió lo de la llamada “ideología de género”?

¿Qué ha dictaminado la Justicia colombiana?

Volantes entregados en Bogotá el 1 de marzo de 2017
En el ya mencionado caso de del sacerdote Luis Enrique Duque Valencia la Corte declaró que cabe responsabilidad a la Iglesia cuando los delitos sexuales cometidos por sus sacerdotes se hayan hecho en ejercicio de su labor como sacerdotes y amparándose de su investidura y la confianza ganada como sacerdotes. Este par de condiciones se cumplen en el caso actual de William de Jesús Mazo.

Un aspecto importante a señalar es que la Iglesia Colombiana, por muy influyente y antigua que sea es una institución privada, como cualquier otra y por lo tanto la Iglesia como institución y sus sacerdotes como individuos están sujetos a la ley colombiana y deben obedecerla. Las normas de responsabilidad civil no le son ajenas.

No es cristianofobia

Algunos personajes, como el cristiano Oswaldo Ortiz han salido a redes sociales a defender a la Iglesia Católica en este caso, acusando a los ciudadanos indignados de estos hechos de “cristianofobia”.

No es cristianofobia exigir que todas las iglesias sean tratadas como entidades privadas sin privilegio alguno. Quizá puede que le moleste que de confirmarse la condena de responsabilidad civil se pueda afectar en el futuro a iglesias cristianas, que no han sido ajenas a estos delitos. Cabe resaltar el caso de la Iglesia Cristiana Hossana al norte de Cali y de la Iglesia Cristiana Salem en Pasto, cuyos pastores Alexander Alzate y Álvaro Gámez se han visto involucrados en hechos de conducta sexual abusiva usando su rango de pastor. Cabe señalar también la carta de 1992 enviada por la Watch Tower, directriz de la los Testigos de Jehová en la que pedía a sus ancianos encubrir cualquier caso de abuso sexual en su denominación. “No desenterrar los recuerdos de víctimas de abusos que lleven una vida tranquila” pero si por el contrario “lanzan quejidos de angustia (Salmos 55:17) los ancianos pueden ayudar a enterrar las malas experiencias”.

Por estos hechos la Asociación de Ateos de Pereira, la Asociación de Ateos de Bogotá y Bogotá Atea convocaron a un plantón el 1 de marzo en las plazas de Bolívar de Bogotá y Pereira.

Esperemos que la justicia pueda imponerse por encima del poder eclesial y que el encubrimiento cese en toda iglesia o parroquia.
Martes, 28 de Febrero de 2017

Ateos de Pereira y Bogotá convocan a plantón en apoyo a las víctimas de abuso de la Iglesia


La Arquidiócesis de Cali no se retractó del concepto emitido el pasado mes de enero en el que acusa a los familiares de las víctimas y a los mismos niños de ser los exclusivos responsables de los abusos de su sacerdote William de Jesús Mazo.

La negativa de la Iglesia de aceptar su responsabilidad en el encubrimiento de estos hechos radica en que no desea responder económicamente con la indemnización a las víctimas de abuso sexual.

Por tal razón, las víctimas citaron a un plantón para el 1 de marzo en Cali. Las ONG ateas de Bogotá y Pereira han decidido apoyar este reclamo con plantones en sus respectivas ciudades.

Compartimos el comunicado de prensa.

Organizaciones de ateos realizarán un plantón ante la Iglesia Católica exigiendo su retractación por el concepto dado a la justicia en el caso de menores abusados en Cali, así como la reparación a las víctimas del mismo y el cese de todo encubrimiento a pederastas.

BOGOTÁ 28 Febrero 2017. Ante la de negación de responsabilidad civil de la Arquidiócesis de Cali, por la exigencia de reparación de las víctimas de abuso sexual por parte del sacerdote católico William de Jesús Mazo, las organizaciones Bogotá Atea, La Asociación de Ateos de Pereira y la Asociación de Ateos de Bogotá, realizarán un plantón el 1 de marzo de 2017 a las 11:30 a.m. en las plazas de Bolívar de Bogotá y Pereira con los siguientes reclamos:


1. Pedimos a la Iglesia que se retracte del concepto expuesto ante el Juzgado 22 penal de Cali que dice, entre otras cosas que “[L]a causa del daño es atribuible de manera exclusiva a las víctimas indirectas, quienes faltaron en su deber del cuidado, vigilancia, comunicación, protección" y que "los padres serán siempre responsables del daño causado por las culpas o los delitos cometidos por sus hijos menores, y que conocidamente provengan de mala educación o hábitos viciosos que les han dejado adquirir".

Consideramos que persistir en esta tesis es abusivo y cruel con las víctimas. La comunidad atea considera sumamente injusto que la Iglesia Católica colombiana se arroje el derecho de injuriar a personas concretas a las que sus representantes en servicio activo lastimaron profundamente.

2. Recalcamos a la Iglesia Católica y a la sociedad colombiana en general, que la Iglesia Católica es una entidad privada más y que como tal le corresponde cumplir y someterse a las leyes del Estado colombiano, por tal motivo debe responder, como cualquier otra institución, por responsabilidad civil dado que los abusos sexuales se hicieron en (a) ejercicio de su función sacerdotal y (b) aprovechándose del papel, carisma y poder del cura William de Jesús Mazo.

3. Pedimos a la Iglesia Católica que cese ya el encubrimiento de sacerdotes pederastas, a quienes acostumbraba a cambiar de parroquia una vez conocidos los abusos. ¡Ya es hora que empiecen a asumir su responsabilidad como institución!

Ampliación de la información, comunicarse con Oficina de Comunicaciones Ateas

Bogotá
321 457 10348 – Ferney Rodríguez Vargas vocero de Bogotá Atea

Pereira
320 838 41 600 – Alexander Ríos Rave vocero de la Asociación de ateos de Pereira.

Martes, 21 de Febrero de 2017

Niños sacerdotófilos y la doble moral de la Iglesia

Imagen montaje tras las marchas del 20 de septiembre en México.
Un montaje sobre una fotografía dio mucho de que hablar en los últimos días. El pasado 10 de septiembre en México se realizó una multitudinaria marcha evangélica en la que los creyentes manifestaron su oposición al matrimonio igualitario. Una de las fotografías fue objeto de un intencional montaje en el que el texto original se cambió por: "Niños pecadores: Dejen ya de seducir a nuestros sacerdotes".

El mensaje que para muchas personas causó asombro, risas o incluso enojo, es a todas luces fuente de un par de reflexiones. Que compartiré en esta texto.

1. ¿Quien diría tal cosa?

En el mensaje cambiado se acusa a los niños de seducir a los sacerdotes católicos, lo que a todas luces parece absurdo y descarado. Habría algún prelado que dijera tal cosa? En verdad si. De hecho, el montaje a colación se inspiro en esto.

Fue en el 2007 cuando el obispo católico de Tenerife, Bernardo Álvarez en una entrevista al diario local La Opinión excusó así los escándalos de abuso sexual tan frecuentes y extendidos en la Iglesia Católica:
"Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso si te descuidas te provocan".
Además del anterior mensaje, la Diócesis de Cali en Colombia haría que este cartel montaje fuera su posición oficial tras una demanda por reparación a cuatro víctimas de uno de sus sacerdotes.

Hablando de los padres de los niños abusados por el sacerdote católico William Mazo, dice la Iglesia a la justicia:

"[L]a causa del daño es atribuible de manera exclusiva a las víctimas indirectas, quienes faltaron en su deber del cuidado, vigilancia, comunicación, protección" Más adelante dicen que "los padres serán siempre responsables del daño causado por las culpas o los delitos cometidos por sus hijos menores, y que conocidamente provengan de mala educación o hábitos viciosos que les han dejado adquirir"

Aparte de la defensa de la Iglesia Católica colombiana en el caso de reparación
por las violaciones de su sacerdote William Mazo.
Ver vídeo

2. ¿Dónde están los defensores de la familia?


Causa extrañeza que los católicos y evangélicos que se dicen ser los guardianes morales del país y de estar siempre en defensa de la familia no hayan dicho mayor cosa. La Iglesia Católica afirmó que pagar indemnizaciones a las víctimas era quitarle dinero que no tenía a todos los fieles católicos. Mientras que el youtuber de la derecha evangélica dijo que los llamados de una marcha de rechazo era cristianofobia y un acto mezquino.

Está visto que las iglesias consideran que el mundo de la moral se limita, erróneamente, a reconocer derechos la población LGBTI. Eso en verdad los lleva a mover esfuerzos, llenar calles,  presionar por destituir ministros de educación en Lima y Bogotá, inventarse documentos inexistentes, amalgamar una base electoral. Pero, cuando ya se ven casos reales y concretos en los que niños y familias son destrozados, deciden callar o considerarlos casos aislados.




Los familiares de las víctimas están citando a un plantón de apoyo para el próximo miércoles 1 de marzo en Cali frente a la Arquidiócesis de esa ciudad. De igual manera en Pereira y Bogotá se realizarán plantones de apoyo a los 11:45 a.m. en las respectivas Plazas de Bolivar de esas ciudades.
Ver evento en Facebook.


Domingo, 12 de Febrero de 2017

Iglesia Católica culpa a madres por abusos de sus sacerdotes e intenta sobornar a abogados de las víctimas

Niños de barrios humildes de la ciudad de Cali, en el suroccidente de Colombia, fueron objeto de abuso sexual por un sacerdote católico. Ahora que el caso se ha conocido la Iglesia culpó a los familiares de "fungir de víctimas" e intentó sobornar al abogado de la contraparte.


El horror

Los menores de edad abusados vivían en el barrio Alfonso Bonilla Aragón, al oriente del Cali, en el que viven familias humildes en el que las madres trabajan en trabajos domésticos en casas de familia. Las madres confiaron en el sacerdote William Mazo, quien dijo que prepararía a los niños en la fe católica y como monaguillos. Dos de sus víctimas tenían 9 y 12 años de edad hace 8 años.

Mazo ejercía como clérigo del catolicismo en la Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria del barrio Alfonso Bonilla Aragón fue denunciado por los padres por abusar de los menores y pedirles su silencio a cambio de dinero y regalos.

La madre de dos de las víctimas le dijo a El Espectador que “recordar esto es muy horrible. El cura empezó con que él ayudaba a los niños para que fueran monaguillos y se los llevaba para que lo ayudaran en la eucaristía, formó una banda marcial para que no estuvieran en la calle, porque por acá se ve mucho niño en la calle mientras los padres trabajan”.


El descaro

Gran consternación causó la respuesta de la Iglesia Católica por la respuesta de su abogado en el caso de abuso sexual cometido por el clérigo William Mazo a cuatro menores de edad.

“(L)a conducta del señor Mazo Pérez no puede mirarse de manera aislada”, le dijo al juez 22 penal la Arquidiócesis de Cali “Hoy su despacho debe mirar si la participación de las hoy llamadas víctimas indirectas (padres, abuelas y tío) fue la más coherente al sentido común (…) y el juicio de reproche sobre si se hizo como familia lo que se tenía que hacer. ¿Se actuó con el sumo cuidado preventivo? O, por el contrario,“¿se fue laxo, permisivo, omisivo, abandonado y desinteresado y hoy concurren ante un juez para aprovechar un hecho dañino de un tercero y fungir como víctimas indirectas?”.

La Arquidiócesis de Cali repite así la fórmula que la Iglesia Católica ha repetido alrededor del mundo de acusar a los padres de querer lucrarse con las demandas y revictimizar a las víctimas.


Monseñor ofreció dinero a abogado de las víctimas

Según informó el abogado de las víctimas, José Elmer Montaña, el arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve, le ofreció pagarle sus honorarios con tal que abandonara el caso. Estas declaraciones fueron dadas a Blu Radio

“La segunda o tercera vez que hablé con él en la Arquidiócesis de Cali, Darío de Jesús Monsalve me propuso que la Iglesia me pagaba a mí los honorarios profesionales si yo renunciaba al caso. Cosa que no acepté”, denunció.

Agregó que el prelado le dijo que hacía la propuesta porque quería asumir directamente el hecho.

“Dígame cuáles son sus honorarios. Renuncie al tema y nosotros nos encargamos de las víctimas. Eso para mí fue irrespetuoso y le puso en manifiesto que eso era grosero y que era una falta gravísima a la ética”, enfatizó.

Dijo que, en ese sentido, Monsalve tiene un “doble discurso”.

“De dientes para fuera es una persona que envía un mensaje que lo posiciona como un pastor destacado en la Iglesia y en privado asume posiciones como estas: tratar de corromper el abogado de la contraparte”, indicó.

Precedentes

En otro triste caso colombiano, esta vez en el departamento del Tolima, la Corte Suprema de Justicia condenó a la Iglesia Católica a pagar una indemnización a las víctimas. En el caso del sacerdote Luis Enrique Duque Valencia la Corte declaró que:

“En los eventos de acceso carnal violento o acto sexual abusivo cometidos por sacerdotes, no hay duda de que el autor del delito es responsable penal y civilmente por su acción autónoma; pero puede suceder –y de hecho ocurrió en el caso que se analiza- que el clérigo haya actuado con ocasión de su ministerio, prevalido de su posición de figura pública y respetable, y aprovechando la confianza que los feligreses depositan en la reputación espiritual y moral de su pastor religioso, lo que hace a la diócesis incardinante directamente responsable por las consecuencias civiles de la conducta punible ejecutada por el sacerdote a ella incardinado”

Esperamos que en este caso la Iglesia logre indemnizar a las víctimas. Cabe recordar que el sacerdote William Mazo cumple una condena de 33 años de prisión en una cárcel de Jamundí, Valle del Cauca.


Plantón en apoyo a las víctimas

Según información de El Espectador, los familiares harán un plantón el próximo miércoles 1 de marzo para denunciar que quienes han sido laxa. permisiva y omisiva es la Iglesia Católica y no los padres como ha acusado la Arquidiócesis. el plantón también busca pedir que la Iglesia pague las respectivas indemnizaciones y cesen los abusos y su encubrimiento.