Viernes, 27 de Julio de 2012
Why we believe in god(s)
Por qué creemos en dios, esa es la cuestión que aborda J.Anderson Thomson en este pequeño libro. El tema es ciertamente interesante, más allá de si se cree en algún dios o no, existe el hecho de que mucha gente, a decir verdad, la inmensa mayorÃÂa de la población mundial, que cree en algún tipo de divinidad o divinidades, y esto es independiente de su cultura. ¿Cómo es esto asÃÂ? ¿Por qué somos tan propensos a creer en entidades de las que no tenemos ninguna prueba o incluso pruebas en contra? En resumen ¿por qué somos religiosos? La respuestas a estas preguntas se encuentran en como funciona nuestro cerebro y su pasado evolutivo.
Anderson argumenta que la religión es un subproducto fruto de determinadas caracterÃÂsticas nuestras. Estas caracterÃÂsticas en su momento presentaban una ventaja adaptativa, razón por las cuales fueron seleccionas (vÃÂa la selección natural). Además de presentar las ventajas adaptativas pertinentes, estas caracterÃÂsticas permitieron que nos convirtiéramos en seres capaces de tener religión. Veamos si puedo aclarar esto con la misma analogÃÂa que usa Anderson. Que a los humanos nos gusta el azúcar es algo obvio. Imaginad que retrocedemos a nuestros orÃÂgenes, el ingerir azúcar es algo primordial, pero claro está, por aquel entonces no hay pastelerÃÂas, dar con fuentes de azúcar no es algo tan fácil. Estar ansioso de azúcar y poder ingerirlo de golpe tenÃÂa una ventaja adaptativa, podÃÂas comer mucho azúcar cuando lo encontrabas permitiéndote acceder asàa una cantidad de energÃÂa que posiblemente en los próximos dÃÂas no ibas a tener a mano, asàque cuanto más pudieras comer, mejor. Hoy en dÃÂa esa adaptación es la que nos hace tener esa debilidad por los dulces, lo cual tiene, o puede tener, consecuencias para nuestra salud. Una adaptación que nos permitió sobrevivir, hoy en dÃÂa puede acarrearnos algunos problemas. Para Anderson con la religión pasa algo parecido.
En este breve libro, Anderson nos explica los procesos psicológicos que además de dotarnos de adaptaciones para nuestra supervivencia, traen el subproducto de hacernos creer en los dioses.
El libro es breve, claro, conciso y con notas donde se pueden encontrar las pruebas en las que se basa. Me ha parecido una delicia de libro. En un breve espacio, Anderson nos explica algo tremendamente importante para conocernos y entendernos a nosotros mismo.