(Puede twitearla a @moralesviviane)
Febrero 23 de 2015
Doctora
Viviane Morales quiero llamar su atención para hablarle sobre su propuesta de referendo para limitar a las personas homosexuales y solteras la posibilidad de adoptar. Para ello me referiré primero a Viviane la política, y luego a Viviane, la creyente de la
Iglesia Cristiana Carismática Tabernáculo de la Fe.
A Viviane la política quisiera recordarle que la democracia no solo es la voluntad de las mayorías, sino también implica el respeto por los derechos de las minorías. Justamente los gobiernos que han reprimido los derechos de las minorías, sean estas políticas, religiosas, sexuales o étnicas han tenido como característica el de ser dictaduras. De hecho, la convivencia en democracia debe incluir la imposibilidad que un grupo, así sea mayoritario, oprimiese a otros grupos. Dentro de estas reglas, los derechos de las minorías juegan un papel importante en una sociedad plural, como es el caso de la sociedad colombiana.
Su propuesta de referendo tendrá que pasar por el visto bueno del Congreso y luego de la Corte Constitucional, razón por lo que aún no se puede decir que se va a realizar, pero si se puede decir que usted está olvidando la mencionada condición de no aplastar a las minorías bajo el argumento de ser mayoría.
En 1991 escuchaba a un sacerdote católico en la televisión que se mostraba en desacuerdo con que la Iglesia Católica perdiera el carácter de religión oficial en la Constitución que estaba en construcción por aquel entonces. Él argumentaba que el catolicismo era la religión de la mayoría de los colombianos y que al ser la democracia el gobierno de las mayorías debería seguirse consagrando la confesionalidad del Estado. ¿Qué tal que en aquel entonces se hubiera decidido la libertad de cultos por un referendo? De seguro no habría pasado y todavía los evangélicos, como usted, serán ciudadanos de segunda clase a causa de sus creencias.
Dice usted que “la adopción no es un derecho de las minorías”. ¿Le gustaría que ese criterio se aplicara también a las minorías religiosas”? ¿Sería justo?
Cuenta su correligionario y copartidario, el pastor Gonzalo Guzmán Naranjo, que cuando él era niño en el municipio de Apulo, Cundinamarca, “
los chinos de la escuela me tiraban piedra por ser evangélico.”
[i]Antes de la Constitución de 1991 ustedes, los evangélicos eran una minoría perseguida y lo eran mucho más mientras más atrás en el tiempo nos remontásemos. Pero ahora usted y sus correligionarios han pasado de ser perseguidos a ser perseguidores. Bajo criterios teológicos los católicos se oponían a perder el monopolio de decir que se debía creer, y ahora ustedes bajo criterios sacados de su biblia desean imponer como deben ser las familias en Colombia. ¡Que tristeza!
Y es más triste aún que estas voces que piden cortar libertades, vengan precisamente del Partido Liberal Colombiano. Partido que precisamente sostiene como principio básico la no discriminación:
Artículo 4. Numeral 2. “Igualdad. En el Partido Liberal no habrá discriminación o privilegio por razones ideológicas, económicas, sociales, de sexo o religión…”
Manifiesta usted que su deseo es proteger a la familia, proteger a los menores. ¡Menuda protección dejando a tanto niño desamparado creciendo sin lazos familiares en un orfanato! Dice la revista Semana que “En los últimos cinco años el número de niños adoptados en Colombia pasó de 3.058 en 2010 a 1.148 en 2014, una reducción del 62%.”
Según La República son 164 parejas del mismo sexo las que están dando la pelea por adoptar
[ii]. Se trata de al menos de 164 niños en los que su sueño de ser parte de una familia se ven amenazados por quienes no los adoptarían pero si se rasgan las vestiduras, como los fariseos de tiempos de Jesús, gritando proteger a la familia.
“Proteger a la familia” es el mantra conservador que ahora usted repite mientras recibe gritos de amén. Pues bien doctora, le recuerdo que el “proteger a la mujer” fue el argumento que usaron los conservadores para oponerse a los derechos de las mujeres. Derechos que si hubieran sido llevados a consulta popular no habrían sido aprobados.
Decía en la década de los años treinta el representante conservador Muñoz Obando respecto al derecho de la mujer de poder administrar sus bienes que “
las mujeres colombianas están empeñadas en quebrar el cristal que las ampara y las defiende”
[iii]y Enrique Santos Montejo escribía años después sobre el voto femenino: “
Salvémosla y no la sometamos al voto femenino, que será el paso inicial en la transformación funesta de nuestras costumbres y en la pugna entre los sexos”.
¡Suenan tan parecidas estas palabras a las que usan hoy los enemigos de los derechos de las minorías sexuales! Por eso creo que usted está en el lugar equivocado, no solo de partido, sino también de la historia. Usted caería mejor en el Centro Democrático o en el Partido Conservador. Si doctora Morales, creo que su lugar es junto a Muñoz Obando, Laureano Gómez, al procurador Ordoñez, los perfectos de la Inquisición de Cartagena, a los anti-abolicionistas y en general, junto a la godarria que tradicionalmente ha puesto trabas a la igualdad en este país.
Dijo también usted a la revista Semana que “
Estos [temas] son aquellos que tocan la fibra ética de la sociedad” razón por la que debe llevar a consulta el hecho de si pueden ser familia en igual de condiciones un par de lesbianas o de gays. Añadió usted que “
No desdeño el hecho religioso, como no se puede desdeñar la religión en ninguna sociedad porque es el sustrato cultural e histórico de las sociedades.”
[iv]Y es aquí cuando deseo dirigirme a la Viviane religiosa.
Hablaré directamente y sin tapujos. Usted no lo dirá en el Congreso ni en una entrevista a Semana, pero usted cree que los homosexuales somos inmundos y abominables. No nos digamos mentiras, eso es lo que en su iglesia creen. Los he escuchado mientras predican y citan Levítico 18:22, esa es la postura de sus pastores, y es lo que expresan sus correligionarios en la Internet. Ese es “el sustrato cultural e histórico” con el que el cristianismo nos ha llevado desde las galeras a la hoguera.
Habla usted de ética y para ello se vale en la Biblia. ¡Qué mal está doctora Morales! Pues si por la Biblia fuera no se había abolido la esclavitud. El capítulo 21 del Éxodo da normas sobre la esclavitud y el apóstol Pablo escribe a Filemón para que no tome represalias contra el esclavo Onésimo que huyó de él sin reprochar jamás esta acción. No hay una sola palabra en la Biblia en contra de la esclavitud, tampoco una sola en contra del maltrato hacia los animales. Al contrario, hay versículos que piden no levantarse contra la autoridad, y un enorme listado de textos que piden sacrificar animales inocentes dizque para expiar los pecados humanos. ¡Verdaderamente inhumano! ¿Y ese es el libro con el que usted quiere indirectamente legislar?
En el mismo libro que saca sus objeciones hacía la homosexualidad se lee: “Si llegas a tener esclavos y esclavas, cómpralos de los pueblos a tu alrededor(Levítico 25:44)”. Dígame doctora Morales, ¿Piensa que se puede comprar esclavos de Perú o de Venezuela? En Deuteronomio 13: 10 se da la orden de apedrear a quien intente apartar a alguien al culto a Jehová ¿Le gustaría mandar apedrear a los ateos y agnósticos? ¿O también a las mujeres que cometan adulterio? (Deuteronomio 22:22). En Oriente Medio el Estado Islámico y la teocracia de Irán ya lo hacen. ¿Hacía allá nos quiere llevar doctora Viviane?
De seguirse al pie de la letra ese libro que promulga su iglesia, sus pastores y usted, también tendría que entrar a prohibir los tatuajes (Levítico 19:28), pero más aún usted no podría ejercer poder alguno, por estar subordinada al varón. “Yo no permito que la mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada”. (1 de Timoteo 2:12).
Su homofobia nace de la Biblia, esa es la razón por la que la mayor parte de evangélicos, bautistas, mormones, adventistas y católicos practicante se oponen a los derechos de la población LGBTI. Y es la misma razón por la que la mayor parte de los ateos y agnósticos vemos como segregación y prejuicio el seguir manteniendo la inequidad en derechos sociales y en la posibilidad de formar familia a las personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.
Pero los tiempos han cambiado, en 2012 solo el 17% de los jóvenes se mostraban a favor de la adopción homoparental
[v], hoy en el 2015 en la capital el 20% se encuentra a favor
[vi], y la aceptación va creciendo a medida que se visibilizan casos de hogares homoparentales como el del bloguero bumangués Sebastián Villalobos con su video en YouTube “Tengo dos mamás”, cuyo testimonio invito a conocer
[vii].
Reitero mi llamado a que se pase al lado correcto de la historia. No queremos que usted se convierta en la Sarah Palin de Colombia. Al mundo le sobran intolerantes y le falta amor y bondad. Bondad que cientos de familias homoparentales de Colombia y el extranjero podrían (¡y podrán en un futuro!) darle a niños que fueron abandonados por sus heterosexuales padres. No impida la adopción que usted o sus pastores no van a realizar, a menos que, iglesias como a la que usted pertenece destinaran los
9,7 billones de pesos de patrimonio libre de impuestos que tienen
[viii], para ubicar y mantener en hogares heterosexuales los más de diez mil niños que el ICBF tiene bajo su custodia. Esto último para cumplir eso de “vende todo lo que tiene y dalo a los pobres (Marcos 10:21)”. Pero dudo que usted o su iglesia lo hagan.
El futuro de una Colombia más justa e igualitaria está pendiente de las decisiones que se tomen sobre los derechos de las minorías y de los niños en condición de abandono. Ojalá la razón y las evidencias la guíen y no lo siga siendo un libro esclavista, machista y homofóbico de la edad de bronce.
Muchas gracias.
Atentamente,
Ferney Yesyd Rodríguez Vargas
Licenciado en biología, activista ateo y por el Estado Laico.
[i] Guzmán Gonzalo en “Valores Cristianos” Enero de 2015, Pág. 4.