Jueves, 1 de Septiembre de 2016
Santa Rosa de Lima: Un caso de psicosis
Santa Rosa de Lima, la primera Santa de América, es objeto de gran devoción en Perú. Su fiesta se celebró ayer 30 de agosto. Pero, la historia de esta "santa" revela la ignorancia de un pueblo frente a las enfermedades mentales, pues la llamada patrona de América, las Filipinas y de Perú es un claro caso de psicosis.
Su verdadero nombre fue Isabel Flores de Oliva. Nació en Lima el 20 de abril de 1586 y fue bautizada el 25 de mayo de ese mismo año. Su abuela era indÃgena y se narra que la chica era muy bella.
Su fanatismo religioso la llevó a a hacer un voto de virginidad. Hasta allà no habÃa nada que fuera diferente a miles de monjas, pero pronto vino el daño a su propio cuerpo. Conscientemente Isabel empezó restregarse la piel con pimienta para desfigurarse. En una ocasión, su madre le puso una corona de flores en la cabeza para lucirla ante unas visitas. La santa entonces decidió que tal vanidad debÃa ser castigada por lo que se clavó una corona de flores con espinas para hacer "penitencia" por tal "pecado".
El 10 de agosto de 1606 ingresó como Terciaria en la Orden de Santo Domingo, tras rechazar los intentos de sus padres por casarla. Luego, con la ayuda de su hermano (!!!) construyó en el huerto una ermita en la que se internaba a torturarse y decÃa tener visiones.
En 1615, un grupo de piratas, comandados por el holandés Joris Spilbergen, amenazaron el Virreinato del Perú. Al enterarse de la cercanÃa del ataque Rosa y otras mujeres corrieron a la iglesia para proteger con su cuerpo la custodia, el receptor de las ostias. Spielbergen era calvinista y las mujeres católicas temÃan que el hereje fuera a profanar las galletitas, que en su pensar, creÃan era el cuerpo de Cristo.
- En el Combate de Cerro Azul Spilbergen perdió un barco y las otras cinco quedaron muy maltrechas.
- En el mismo combate, el corsario holandés perdió a la cuarta parte de sus hombres.
- Cuando Spilbergen llegó al Callao y ordenó el desembarco sus lanchas fueron bombardeadas por un cañón que protegÃa el puerto.
- Spilbergen solo contaba con 300 hombres, y no se sintió suficientemente fuerte para continuar el ataque.
Rosa decÃa que el Diablo se le aparecÃa en forma de perro que le hablaba para tentarla. Hablaba con los mosquitos y decÃa que habÃa hecho con ellos un pacto para que no la picaran. En una ocasión afirmó haber enviado a tres para hacer piquetes por "El Padre, el Hijo y el Espiritú Santo" a otra monja. También hablaba con la plantas. Pero más desconcertante es el relato de la pedida de matrimonio de una imagen del niño Jesús. En el año 1617, durante el Domingo de Ramos Rosa cuenta que la imagen del niño Jesús le dijo: “Rosa de mi Corazón, yo te quiero por esposaâ€. Ella le respondió: “Señor, aquà tienes a tu inútil esclava; tuya soy y tuya seré para siempre". A esto la Iglesia Católica lo denomina "desposorios mÃsticos."
El grado de promoción de la superstición llegó al punto que la Iglesia conserva la loseta sobre la cual estaba de pie Rosa cuando sucedió el "desposorio mÃstico".
Psiquiatras afirman que Santa Rosa sufrÃa trastornos mentales
Consultados por una publicación local, diferentes especialistas trazaron un perfil de Isabel Flores de Oliva, conocida como Santa Rosa de Lima, y coincidieron en que su implacable conducta de penitencia tendrÃa raÃces en fuertes alteraciones mentales.
El psiquiatra Mariano Querol dijo que Isabel Flores tuvo trastornos difÃciles de clasificar y catalogar. “Presentó graves disturbios de personalidad, disturbios emocionales, de conducta, de autoflagelación, impulsos masoquistas enormes, incluso iluminaciones, posición divinaâ€, dijo.
Querol sostuvo que esto corresponderÃa a un cuadro tÃpico de esquizofrenia. El Doctor Guillermo Ladd, del Instituto Nacional de Salud Mental ‘Honorio Delgado’, fue más allá y diagnosticó más bien un cuadro de psicosis, pues argumentó que la esquizofrenia ocasiona un mayor deterioro mental.
“Santa Rosa de Lima si tenÃa momentos en los que participaba de reuniones sociales, se vinculaba con otros (…) Además logró plasmar en forma escrita, y con un lenguaje articulado, algunas de las visiones que inundaban su cabeza a partir de sus experiencias mÃsticasâ€, añadió.
Incluso se aventuró a profundizar en la causa: “Para que una persona tenga un desorden de personalidad limÃtrofe como el que al parecer sufrió Santa Rosa de Lima, necesariamente tuvo que haber tenido en su historia una forma de abuso psicológico, sexual o fÃsicoâ€, acotó.
Cabe señalar que la fuente toma sólo la parte de su biografÃa conocida (sus autolaceraciones, su rechazo y dificultad de relacionarse con el sexo opuesto y su tendencia a estropear su hermosura). Asimismo, hubo expertos como el presidente de la Asociación Psiquiátrica Peruana, Hugo Chávez Ortiz, quien por cuestiones religiosas se negó a tocar el tema.
Su verdadero nombre fue Isabel Flores de Oliva. Nació en Lima el 20 de abril de 1586 y fue bautizada el 25 de mayo de ese mismo año. Su abuela era indÃgena y se narra que la chica era muy bella.
Recibió una "esmerada educación" que tristemente era religiosa en gran manera. Sus años de infancia y adolescencia los pasó cerca de una mina. No se sabe mucho de su vida en ese perÃodo, pero muchos psiquiatras concuerdan que Isabel Florez debió haber sido vÃctima de abuso sexual y/o psicológico en sus tempranos años que le llevarÃan a desarrollar una psoterior enfermedad mental en la que el odio al cuerpo estaba siempre presente. La enfermedad mental de Isabel empezó a manifestarse cerca de los veinte años.
En otra ocasión una mujer le hizo un comentario halagador por la suavidad de sus manos y la finura de sus dedos. Acto seguido se talló las manos con barro. El odio al cuerpo propio, a la feminidad, a esta vida, tan propia del catolicismo. hizo mella en la mente de Rosa y se manifestó en su enfermedad. Rosa realizaba intensos ayunos y pasaba las noches en vela haciendo oración.
Pero sus agotadores ayunos no le parecÃan poco. Se mortificaba con una cinta de plata alrededor de su cabeza, cuyo interior estaba lleno de puntas. Según ella estaba compartiendo los sufrimientos de Jesús cuando le pusieron la corona de espinas.
Pero sus agotadores ayunos no le parecÃan poco. Se mortificaba con una cinta de plata alrededor de su cabeza, cuyo interior estaba lleno de puntas. Según ella estaba compartiendo los sufrimientos de Jesús cuando le pusieron la corona de espinas.
El 10 de agosto de 1606 ingresó como Terciaria en la Orden de Santo Domingo, tras rechazar los intentos de sus padres por casarla. Luego, con la ayuda de su hermano (!!!) construyó en el huerto una ermita en la que se internaba a torturarse y decÃa tener visiones.
Luego salia a atender a enfermos y esclavos. Esclavos que nunca recibieron por parte de la Iglesia un pronunciamiento en contra de la práctica de la esclavitud. Pero eso es tema de otro escrito.
La sociedad de la época, imbuida en el catolicismo, veÃa los extraños comportamientos de Rosa de Lima (ya en el convento habÃa adoptado por el nombre de Rosa) como algo admirable.
Spileberg no atacó a Lima y los peruanos declararon que se trataba de un milagro efectuado por Rosa. La verdad es que Lima se salvó ese martes 21 de julio de 1615 por las siguientes razones (según Arturo Gómez):
- En el Combate de Cerro Azul Spilbergen perdió un barco y las otras cinco quedaron muy maltrechas.
- En el mismo combate, el corsario holandés perdió a la cuarta parte de sus hombres.
- Cuando Spilbergen llegó al Callao y ordenó el desembarco sus lanchas fueron bombardeadas por un cañón que protegÃa el puerto.
- Spilbergen solo contaba con 300 hombres, y no se sintió suficientemente fuerte para continuar el ataque.
La falta de sueño, el ayuno y el daño fÃsico que se infringÃa constantemente afectaron su salud, de tal manera que sus tres últimos años de vida estuvo bajo el cuidado de un par de esposos devotos.
Al morir a los 31 años la población de Lima se lanzó a tomar como reliquia trozos de su manto y hasta un dedo del pie le arrancaron. Las autoridades de la ciudad tuvieron que dispersar la multitud que querÃa partes milagrosas en un frenesà de superstición.
Fue convertida en santa por el Papa Clemente X.
Para terminar, les dejo con una nota de Panamericana:
Psiquiatras afirman que Santa Rosa sufrÃa trastornos mentales
Consultados por una publicación local, diferentes especialistas trazaron un perfil de Isabel Flores de Oliva, conocida como Santa Rosa de Lima, y coincidieron en que su implacable conducta de penitencia tendrÃa raÃces en fuertes alteraciones mentales.
El psiquiatra Mariano Querol dijo que Isabel Flores tuvo trastornos difÃciles de clasificar y catalogar. “Presentó graves disturbios de personalidad, disturbios emocionales, de conducta, de autoflagelación, impulsos masoquistas enormes, incluso iluminaciones, posición divinaâ€, dijo.
Querol sostuvo que esto corresponderÃa a un cuadro tÃpico de esquizofrenia. El Doctor Guillermo Ladd, del Instituto Nacional de Salud Mental ‘Honorio Delgado’, fue más allá y diagnosticó más bien un cuadro de psicosis, pues argumentó que la esquizofrenia ocasiona un mayor deterioro mental.
“Santa Rosa de Lima si tenÃa momentos en los que participaba de reuniones sociales, se vinculaba con otros (…) Además logró plasmar en forma escrita, y con un lenguaje articulado, algunas de las visiones que inundaban su cabeza a partir de sus experiencias mÃsticasâ€, añadió.
Incluso se aventuró a profundizar en la causa: “Para que una persona tenga un desorden de personalidad limÃtrofe como el que al parecer sufrió Santa Rosa de Lima, necesariamente tuvo que haber tenido en su historia una forma de abuso psicológico, sexual o fÃsicoâ€, acotó.
Cabe señalar que la fuente toma sólo la parte de su biografÃa conocida (sus autolaceraciones, su rechazo y dificultad de relacionarse con el sexo opuesto y su tendencia a estropear su hermosura). Asimismo, hubo expertos como el presidente de la Asociación Psiquiátrica Peruana, Hugo Chávez Ortiz, quien por cuestiones religiosas se negó a tocar el tema.