Ateismo=drogadicción=muerte




Escogí un título muy al estilo del Chilangoleón, para comentar algo en referencia a la muerte de Michael Jackson, ya que Felipe Calderón, presidente de México, hizo las siguientes declaraciones:

“Qué paradoja que hoy, Día Internacional contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, se confirme, por ejemplo, que uno de los mayores ídolos de varias generaciones y el mayor vendedor de discos de música pop, se confirme que su muerte se debe precisamente a un uso indebido y excesivo de drogas, en lo que sería también la plenitud de la edad.”

Siendo que todavía no se ha determinado oficialmente que el fallecimiento del astro del pop de los 80’s se deba al uso de drogas. Después dijo que el problema del consumo de drogas ocurre entre la juventud…

“…que por sus condiciones sociales, familiares, educativas y por falta de oportunidades, tiene pocos asideros trascendentes, (y) tiene poco que creer: no cree en la familia que no tuvieron, en la economía, en la escuela y no cree en Dios porque no lo conocen”

Debo decir que cuando leí esta noticia en La Jornada, creí que se trataba de una broma, por lo que busqué otras referencias que confirmaran y, sí, la declaración aparece en El Universal, Milenio y EsMas. Después encontré otras referencias en Menéame y en la revista Proceso.

Para hablar claro, los errores en los que cae Calderón en su declaración son los siguientes:

1) Se adelanta a afirmar algo que aún no está comprobado.

2) Afirma que para que los jóvenes no caigan en las drogas, es importante que crean en la familia, en la economía, en la escuela y en Dios.

Afirmaciones ambas que cualquiera de nosotros podría expresar como una opinión personal sujeta a discusión, refutación y mentadas, sin pasar a más, pero que en su boca se convierten en expresión de una política de estado.

Dicho en otras palabras: habla por todos los mexicanos.

Con respecto al primer punto, no es la primera vez que Calderón comete un error así, ya lo había hecho al declarar que la muerte de Ernestina Ascencio fue causada por una gastritis, antes de que la autopsia lo confirmara. Tanto en el caso de la gastritis como en el de las drogas, la declaración de calderón tuvo como marco de fondo una agenda: la del respaldo a las acciones que su gobierno ha emprendido en la lucha contra las mafias del narcotráfico (cosa que no critico e incluso apoyo). Siempre puede pensarse (sin afirmarlo) que lo de la gastritis ocurrió en México, donde el presidente podría influir en los partes médicos oficiales, pero en el caso de Michael Jackson su apuesta debe basarse en la facilidad con que el público creerá que un ídolo del pop consume drogas (me sorprendería saber que no lo hubiera hecho), aun si el veredicto oficial dice lo contrario. Después de todo, existe la amplia creencia de que el gobierno de Estados Unidos oculta una nave extraterrestre en el área 51 y de que los atentados del 11 de Septiembre de 2001 fueron simulados por el propio gobierno norteamericano para empujar a la opinión pública a favor de las invasiones a Afganistán e Irak ¿Cómo dudar de que falsearán los resultados de la autopsia para proteger la memoria del (ya ni tan) popular ídolo musical?

El segundo error de Calderón me parece mucho más grave porque en una corta frase expresa prejuicios, ofensas y por lo menos una incoherencia, todo a nombre de los mexicanos, a los que representa.

Los prejuicios de Calderón quedan en claro al afirmar que para ser una persona con la fortaleza de carácter suficiente para no caer en las drogas es necesario creer en lo que él cree: su dios, la escuela, la familia y la economía. No todos los mexicanos ni todos los habitantes del mundo compartimos sus creencias y no hay razón para suponer que por eso tenemos por que ser individuos antisociales y presa de las peores adicciones. Son sus creencias personales, no hechos evidentes, lo que está declarando.

La ofensa va hacia los que no creemos en su dios. De entrada expresa que somos más susceptibles de caer en vicios y en comportamientos antisociales que los que sí creen en él porque lo “conocen”. En base a esta declaración, yo podría igualmente afirmar que el presidente Calderón ignora que existen y han existido grandes seres humanos que no comparten sus creencias y que han hecho grandes aportaciones a la cultura, las ciencias y las artes. Sólo por mencionar a algunos de mis favoritos, puedo nombrar a Carl Sagan, Douglas Adams, Isaac Asimov, Mark Twain, Pío Baroja, James Watson, Woody Allen, Michelle Bachelet, Marie Curie, Julianne Moore, y Francis Crick.

Además, Michael Jackson ni siquiera era ateo. En el 2003 se cambió al Islam, (aunque no sé que religión haya tenido antes). La noticia apareció en 2003 y fue confirmada por
él mismo en 2007.

Pasemos a lo de la incoherencia ¿Qué quiso decir con eso de que no creen en la economía? ¿Creen en la lotería, en la psicohistoria o en el neokeynnesianismo? ¿O de plano hay que ser un total solipsista para hacerse drogadicto?

No sé con quien se asesora el presidente, pero si me hubiera preguntado a mí, yo le hubiera aconsejado vestirse como Michael Jackson, agarrar un guante blanco, ponerse unos lentes oscuros y bailar el famoso pasito del moonwalker. Con eso, su ridículo hubiera sido mucho menor que con las declaraciones que hizo.

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