Un simio fósil hallado en Pierola aclara el origen de los homínidos

Un simio fósil hallado en Pierola aclara el origen de los homínidos

1. • El descubrimiento avala que la familia de los humanos surgió en el área mediterránea

Reconstrucción gráfica del simio de Pierola. Si desea ver el gráfico en PDF haga click en la imagen.
Reconstrucción gráfica del simio de Pierola. Si desea ver el gráfico en PDF haga click en la imagen.

RAFA JULVE
BARCELONA

Tras años de análisis, los investigadores del Institut Català de Paleontologia (ICP) han demostrado que los restos de un simio descubierto en el 2004 en Els Hostalets de Pierola (Anoia) no solo corresponden a los de un nuevo homínido. El hallazgo del Anoiapithecus brevirostris, que tiene 11,9 millones de años, confirma además la teoría de que el área mediterránea fue la región de origen de nuestra familia: la Hominidae.
La información que aportan los restos de la cara del simio permite deducir a los expertos que nuestra saga --integrada por orangutanes, chimpancés, bonobos, gorilas y humanos-- se formó en esta zona durante el periodo de tiempo existente entre la llegada de sus ancestros más primitivos desde África, hace 15 millones de años, y dos o tres millones de años después.
Los paleontólogos sospechaban que un grupo de hominoides llamados keniapitecinos (que vivieron durante el mioceno medio en África y Eurasia) eran el grupo ancestral más emparentado con los homínidos. Pero solo eran indicios. Ahora, con las características que ofrece el Anoiapithecus brevirostris en su currículo morfológico, los científicos del ICP consideran que este homínido tiene algunos rasgos "evolucionados" y otros primitivos que solo comparte con los keniapitecinos que salieron de África y colonizaron el área mediterránea hace 15 millones de años. Ello consolida la teoría de que los homínidos se originaron y evolucionaron en esta zona para expandirse posteriormente por otras.

CARA PLANA
El estudio del Anoiapithecus brevirostris, cuyas conclusiones se publican en la revista estadounidense Proceedings of the National Academy of Sciences, desvela que este homínido presentaba un patrón facial moderno, caracterizado entre otros aspectos por una abertura nasal muy amplia en la base. Sin embargo, tenía un esmalte dental grueso y una mandíbula muy robusta, "lo que constata que mezclaba rasgos anató-
micos de los homí-
nidos con otros de los hominoides primitivos", explica David M. Alba, miembro del equipo que halló y analizó el primate.
Este trabajo, dirigido por Salvador Moyà, atribuye al simio otra peculiaridad: "Su cara era muy plana, un rasgo que no lo relaciona directamente con los humanos, pero que sí lo identifica como un género distinto a los antecesores", matiza Alba.

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