Los vuelos de la CIA, un controvertido episodio del mandato de Bush

Los vuelos de la CIA, un controvertido episodio del mandato de Bush

En al menos en aeropuertos de ocho países habrían hecho escala los aviones con prisioneros acusados de terrrorismo, entre ellos España

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04/11/2009 | Actualizada a las 19:52h | Internacional

Madrid. (EFE).- Los denominados "vuelos de la CIA", por los que han sido condenados en Italia 23 antiguos agentes secretos de EE.UU., es uno de los controvertidos episodios relacionados con la guerra contra el terrorismo iniciada por la administración Bush tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

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El caso estalló a finales de 2005, cuando elWashington Post informó de que la CIA mantenía una red de centros de detención secretos, repartidos en al menos ocho países, entre ellos algunas "democracias del Este de Europa", donde más de un centenar de sospechosos de terrorismo habrían sido interrogados.

La organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch no tardó en señalar directamente a Polonia y a Rumanía. Se multiplicaron entonces las informaciones respecto a que decenas de aviones de la CIA con supuestos terroristas detenidos irregularmente habrían surcado el espacio aéreo europeo e, incluso, hecho escala en su recorrido hacia países donde se practica la tortura.

El asunto alcanzó a un gran número de países europeos, entre ellos España, donde aviones de la CIA habrían utilizado los aeropuertos de Canarias y Baleares para hacer escala. Ningún Gobierno europeo -salvo Bosnia Herzegovina- reconoció abiertamente su implicación y casi un año tardó Washington en admitir la existencia de estas cárceles secretas.

Fueron varios, sin embargo, los países que abrieron investigaciones parlamentarias sobre las presuntas actividades de la CIA en sus territorios, entre las que figuraban el secuestro de un presunto terrorista egipcio en Italia y de un alemán en Macedonia.

En el ámbito europeo, el Consejo de Europa y el Parlamento Europeo promovieron también sus propias investigaciones.

El 7 de junio de 2006, el ponente de la investigación promovida por el Consejo, Dick Marty, presentó su primer informe, según el cual catorce países participaron en traslados "ilegales" de presuntos terroristas en vuelos de la CIA a cárceles secretas.

La investigación atribuía a Polonia y Rumanía la posibilidad de albergar centros ilegales de detención. Y citaba a España, Alemania, Chipre y Turquía como "plataformas" de vuelos. El informe clasificaba además a Irlanda, Reino Unido, Portugal, Grecia e Italia como "escalas" europeas en los vuelos de "transferencia ilegales" y añadía como "puntos de embarque puntual" aeropuertos de Suecia, Macedonia y Bosnia, entre otros. A tenor de ello, la Asamblea Parlamentaria del Consejo aprobó el 27 de junio de 2006 una resolución en la que instaba a crear un nuevo orden jurídico internacional.

Un año después, el 8 de junio de 2007, Marty presentó un segundo informe en el que sugería la existencia de otros centros de detención en territorio británico y Tailandia. Asimismo, acusaba a la OTAN de dar permisos "secretos" que permitieron operaciones ilegales y apuntaba que Alemania, Italia y Macedonia habían obstaculizado investigaciones.

La existencia de los presuntos vuelos y cárceles clandestinas fue investigada también por el Parlamento Europeo, que computó al menos 1.245 vuelos en aeropuertos de la UE entre septiembre de 2001 y finales de 2005 y encarcelamientos fuera de EE.UU. de sospechosos de terrorismo que afectaron a 21 ciudadanos europeos.

La Eurocámara condenó como "ilegal" esta práctica y censuró que en varias ocasiones los servicios secretos y las autoridades de algunos países europeos como Italia, Reino Unido, Suecia y Austria participaran en sus interrogatorios.

Siete meses antes, el 6 de septiembre de 2006, Bush ya había admitido la existencia de detenciones en cárceles secretas de la CIA, y lo justificó como una medida para mejorar la seguridad de su país y la de sus aliados.

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