La virgen María era un tiburón



Los científicos han confirmado el segundo caso de «nacimiento de una virgen» en un tiburón. En un estudio del que se informó recientemente en el Journal of Fish Biology, los científicos afirman que las pruebas en su ADN demuestran que el cachorro que porta una tiburón negro atlántica en el Acuario y Centro de Ciencia Marina de Virginia no contiene material genético de macho alguno.

El primer caso documentado de reproducción asexual o parentogénesis entre tiburones tuvo como protagonista un cachorro de pez martillo nacido en Omaha, Nebraska. «Este primer caso no puede achacarse a la suerte» afirma Demian Chapman, un científico especializado en tiburones y responsable del segundo estudio. «Es realmente posible que esto sea algo que las hembras de tiburón de muchas especies hagan en ocasiones.»

En otro orden, en las aguas cálidas y oscuras de una mina en Sudáfrica, los científicos han encontrado las especies más solitarias del mundo.

Allá donde los biólogos han estudiado la vida en el planeta, han encontrado comunidades de vida. Pero hoy los biólogos anuncian que han descubierto un ecosistema habitado por una sola especie de bacteria.

En el resto de ecosistemas conocidos, las funciones vitales clave —obtener energía y elementos como el carbono o el nitrógeno del entorno— han sido compartidas entre distintas especies. Pero en las aguas de la mina de oro Mponeng, tres kilómetros bajo la superficie de la tierra, la bacteria Desulforudis audaxviator realiza todas esas funciones por sí misma. En resumen, se trata del paquete vital más diminuto jamás encontrado.

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