La Armada española intentó detener a tiros a los piratas

La acción se produjo tras haberse pagado un rescate de entre 2 y 3 millones de dólares pactado hace quince días

La Armada española intentó detener a tiros a los piratas

-Operación militar. Dos helicópteros y tres lanchas españolas participaron en el desenlace del secuestro en Somalia.

- En el documento adjunto (click arriba, sobre la imagen), gráfico explicativo del rescate

17 Noviembre 09 - Madrid - Diego Mazón

Compártelo:

·

Las últimas horas del secuestro del «Alakrana» se vivieron con una dosis alta de tensión e incertidumbre. A las seis de la mañana de ayer se recibían las primeras noticias de movimientos dentro del barco. Piratas que subían y bajaban del mismo (hasta llegar a los 63 al mismo tiempo en el pesquero) y rumores de liberación convivían en el tiempo con los preparativos de una operación militar que no dio los frutos deseados, que no eran otros que la captura de los piratas que durante 47 días han mantenido secuestrado al pesquero español.



Hacia las dos y media de la madrugada del lunes al martes el «Alakrana» comenzó a moverse de la posición que había mantenido durante la mayoría del tiempo, tratando de acercarse lo más posible a la costa y dejar el menor margen posible a cualquier operación militar. Finalmente se detuvo a 1,7 millas de la costa.
Los corsarios habían recibido un rescate entre 2 y 3 millones de dólares, pactado quince días atrás y dificultado por las pretensiones de algunos clanes involucrados en el secuestro, que reclamaban más dinero. Una vez satisfecha definitivamente la pretensión económica de los asaltantes, éstos comenzaron a abandonar el barco. Al mismo tiempo, el operativo militar iniciaba sus movimientos. La prioridad para lanzar la operación con total seguridad era identificar el lugar y momento exacto de la liberación final del atunero y que no hubiera rehenes en tierra. A esto colaboró el hecho de que el patrón del buque se ha mantenido en contacto permanente con las autoridades españolas los últimos dos días gracias a un canal específico abierto a tal efecto. Por este canal, desde el barco, se avisó de la salida del último esquife con cinco piratas a bordo.


Una vez asegurado el punto exacto, a 1,7 millas de la costa, las fragatas «Canarias» y «Méndez Núñez» se colocaron a quince millas del pesquero, en línea con éste y la costa, una para asegurar la posición de la otra. Desde una de ellas se lanzaron dos helicópteros y tres lanchas con infantes de Marina a bordo, según confirmaron fuentes militares a LA RAZÓN. Uno de los helicópteros y dos lanchas salieron en pos del esquife que abandonaba el pesquero. Mientras, la tercera lancha se acercaba al «Alakrana» para asegurar la embarcación y el otro helicóptero se colocaba en la vertical del atunero para crear una «burbuja» de seguridad y evitar que otros piratas trataran de recapturar el navío.
La primera aeronave, que se dirigió a por el esquife con los últimos cinco piratas, lanzó varios ataques. En una primera pasada, el helicóptero lanzó una ráfaga de disparos por delante de la proa de la embarcación para tratar de frenarla. En la segunda intentó alcanzar los motores del esquife, pero no lo logró. Ante el acoso del helicóptero, los piratas, dado que se encontraban ya muy cerca de la costa, se lanzaron del esquife y alcanzaron tierra a nado. Una tercera pasada de la aeronave sobre tierra constató que los corsarios ya se habían mezclado con la población civil, con lo que, siguiendo las reglas de enfrentamiento, tuvo que retirarse.
El pesquero, una vez que el equipo de infantes de Marina que subieron a bordo certificaron que no quedaban corsarios a bordo, emprendió su marcha rumbo hacia las Islas Seychelles escoltado por las dos fragatas.
Los dos buques de la Armada mantuvieron durante las 24 horas previas a las liberación un seguimiento permanente del rumbo y los movimientos del «Alakrana». Los piratas se dedicaron a hacer maniobras de distracción en busca de una posición favorable para bajar a los piratas y no revelar el lugar donde se produciría el desenlace del secuestro.
Una vez en tierra, la captura de los piratas es mucho más complicada. Queda abierta la incógnita de si se les perseguirá para tratar de recuperar el rescate pagado, pero desde la «operación Atalanta» ya han dejado clara su posición: «Eunavfor (la misión naval de la UE) no realizará una operación en la costa para capturar de nuevo a los piratas». Así de rotundo fue ayer el portavoz de la operación, el británico John Harbour, en declaraciones a Ep desde la base del mando de la operación en Northwood (Reino Unido).

Los comentarios han sido cerrados para esta nota