Iglesia Católica en Colombia está en cruzada contra el aborto terapeútico, eutanasia y FIV

En Colombia la Corte Constitucional despenalizó el aborto en tres casos: malformación del feto, riesgo de muerte de la madre y en caso de violación. Este fallo se dio en 2006. Otra sentencia de la Corte, pero esta de 1997 permite la eutanasia como alternativa para quienes se encuentren en el estado terminal de una enfermedad y deseen morir voluntariamente.

Pero esto a la Iglesia Católica y su aliado el Partido Conservador, no les ha gustado en lo absoluto. Por eso los conservadores con el apoyo de la Iglesia han propuesto agregar al artículo 11 de la Constitución de 1991 "la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte". Lo que sancionaría en aborto en cualquier caso, al igual que la eutanasia, las prácticas de fecundación in vitro, y hasta haría ilegal el dispositivo intrauterino o DIU.

El proyecto llegó al Congreso con cinco millones de firmas, muchas de las cuales fueron recogidas en parroquias de todo el país tras la solicitud y apoyo de obispos y sacerdotes. El día de miércoles de ceniza de 2011 fue también una jornada en la que la ICAR recogió firmas para “blindar la vida” contra el aborto y la eutanasia. Monseñor Juan Vicente Córdoba (en la foto), afirmó en marzo que su iglesia apoyaría a los legisladores "con firmas, con apoyo verbal, a través de los medios, con nuestra oración y sobre todo animándolos para que no estén solos".

El Obispo Auxiliar de Bucaramanga afirmó que de aprobarse la reforma constitucional "cae la despenalización del aborto en los tres casos, cae la eutanasia, cae la píldora del día después, caen los parches anticonceptivos que son abortivos, todas esas cosas caerían por Constitución". Afirmó el prelado con satisfacción.

Tras la radicación del proyecto, el pasado 3 de agosto, los líderes de distintas denominaciones cristianas, como la Iglesia Católica, Ortodoxa Griega, Anglicana, Metodista, evangélicas y otras confesiones religiosas, se manifestaron a favor del proyecto de ley presentado por el Partido Conservador.

En un comunicado, los líderes de estas sectas, resaltaron que “el principio de la inviolabilidad de la vida humana, presupuesto de todos los derechos de la persona y expresión fundamental de su altísima dignidad”.

“Nuestra defensa de la vida no obedece exclusivamente a motivos religiosos. La vida es ciertamente un don de Dios pero es también un valor que habita en el corazón de todo hombre y mujer, creyente o no creyente, iluminando su consciencia y su obrar. Tal valor, quedó consagrado en el artículo 11 de nuestra Constitución, constituyéndose en el primero de los derechos fundamentales protegidos por la Carta Magna” dice el comunicado.

He aquí la declaración:


Casos que preocupan

La prohibición que promueve la Iglesia genera polémica porque llevaría a un detrimento en la calidad de vida de muchas mujeres, y según expertos haría aumentar los embarazos clandestinos.

Viene a la mente en caso de Martha Solay González, una mujer de Pereira que falleció en 2007 por un cáncer de matriz, luego de que se le negara el tratamiento para no dañar al feto que llevaba en su vientre. Aunque ella quería el aborto el estado en aquel momento decidió por ella, y al morir dejó tres niñas huérfanas.

Frente a este caso senador conservador y católico José Dario Salazar dijo a la BBC que “Eso habla del amor que puede tener la madre por un hijo, que es un amor inconmensurable. Yo creo que cualquier madre daría la vida por su hijo”

Otro caso fue el de Maribel Paniagua, una colombiana que resultó embarazada y los doctores detectaron desde el inicio que tenía muy poco líquido amniótico en la matriz. Ella tuvo que esperar nueve meses a que el feto muriera dentro de suyo, ya que aunque el embrión no llegaría a nacer no podía poner fin al embarazo.

El ginecólogo Carlos Sarria afirma que de prosperar esta reforma constitucional se penalizaría salvar la vida de una mujer con un embarazo ectópico (en el que el embrión se implanta en un lugar diferente al útero –usualmente en las trompas de Falopio) “Si se opera a la señora (para extraer el embrión) y se considera que es un ser humano, entonces se comete un asesinato. Esto generaría incertidumbre y temores. Llevamos muchos años operando embarazos ectópicos. (...) A la luz de la ciencia, lo que hacemos es ayudar a las personas que por métodos naturales no han podido tener hijos y eso alcanza a ser hasta el 15 por ciento de las parejas que hay en el país”, afirmó Sarria.

El doctor también comenta que se haría impracticable la fecundación in vitro, ya que este procedimiento consiste en extraer los óvulos de la mujer para fecundarlos con el esperma del hombre en el laboratorio y luego implantarlos. En el proceso se requiere entre 5 y 8 óvulos que se fertilizan fuera del cuerpo de la mujer, y de los cuales solo uno o dos serán aptos para transferirlos al útero de la futura mamá. La práctica quedaría prohibida porque los óvulos fecundados que se desechan serían catalogados como seres humanos.

Para Juan Mendoza Vega, presidente de la Fundación Pro Derecho a Morir Dignamente, de aprobarse la reforma se vetaría la eutanasia como alternativa para quienes se encuentren en el estado terminal de una enfermedad y deseen morir voluntariamente.

¿Igual que en Costa Rica?

El pasado junio la Cámara de diputados en Costa Rica prohibió la fecundación in vitro tras una apretada votación, 26 a 25, tras una larga presión por parte de la ICAR y otras confesiones cristianas. Los argumentos esgrimidos en el país centroamericano son los mismos aducidos ahora en Colombia

A la Iglesia no le importó la vida de los que llamo herejes

Cuando se conoció la intención de la Iglesia de llevar la reforma al artículo 11 de la Constitución el columnista Alfredo Rangel pidió a la Iglesia no imponer a toda la sociedad sus dogmas

"Este es un enorme problema de salud pública que no se resuelve con discusiones teológicas y metafísicas sobre el momento del origen de la vida, ni con discursos sofísticos sobre la vida como un valor absoluto, intocable y sagrado. No lo es ni lo ha sido: la Iglesia católica no solo quemó vivos a miles de herejes en la hoguera e impulsó las cruzadas para matar infieles, sino que hoy tampoco protesta cuando el Estado, de manera legítima y como último recurso, da de baja a centenares y miles de enemigos violentos de la sociedad. Por ejemplo, nadie escuchó la condena de la Iglesia católica al bombardeo a la guarida del Mono Jojoy. Además, la sola existencia legal de ejércitos, con capellanes católicos que bendicen armas y soldados que se preparan para la guerra, o sea, para matar legítimamente por defender la libertad o la soberanía nacional cuando sea necesario, nos prueba que la vida es un valor social relativo, que se vuelve absoluto solo cuando se trata de defender un dogma religioso, como el rechazo al aborto.

Finalmente, un punto que sobra cuando se menciona y cuando no, hace falta: el aborto no es obligatorio. Las mujeres católicas que así lo crean están en su derecho de no abortar jamás, y eso es muy respetable. Pero el Estado y la sociedad deben dar la posibilidad de hacerlo a quienes piensan distinto. Hacer de todo pecado religioso un delito ha llevado a la humanidad a momentos de crueldad, barbarie e intolerancia, ya casi superados. Casi, porque aún hay quienes se resisten a salir del Medioevo y admiran en secreto a los talibanes. Ellos no pasarán".

¿Y usted qué opina?

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