Diócesis de Monterey pagará por abuso sexual de sacerdotes degenerados

Diócesis de Monterey pagará por abuso sexual

Llega a cuerdo por $1.2 millones y acepta pedir disculpas a la víctima

* Associated Press |
* 2009-05-31
* | La Opinión



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MONTEREY.— La Diócesis de Monterey acordó pagar 1.2 millones de dólares y formalmente pidió disculpas a un hombre que fue sexualmente abusado por sacerdotes en dos estados mientras, según él, funcionarios de la iglesia los encubrieron.

El Obispo Richard García se disculpó formalmente con el hombre y su familia, y la diócesis también acordó el pasado viernes entregar documentos de la iglesia detallando el abuso, dos cosas que los abogados de la víctima dicen que éste más quería.

El abogado, John Manley, dijo que "los documentos mostrarán que la diócesis tiene sangre en sus manos" porque los líderes de la iglesia no notificaron a la policía cuando recién se enteraron que el joven había sido asaltado, permitiendo que uno de sus atacantes molestara después al hermano del joven y a otros.

El acuerdo extrajudicial evita un juicio que estaba programado para comenzar este lunes.

Los archivos en la corte muestran que el reverendo Juan Guillen comenzó a molestar a la víctima, ahora de 29 años de edad, en Yuma, Arizona, poco después de que ésta emigró a Estados Unidos a los 8 años de edad, en 1988. Guillen continuó visitando a la familia después de que ésta se mudó a Salinas y se le tenía tanta confianza que se le permitió dormir en la cama del entonces niño.

Un segundo sacerdote, el reverendo John Velez, supuestamente comenzó a molestar al niño en 1991 mientras éste trabajaba en la Iglesia Católica St. Mary of the Nativity, en Salinas. Guillen reportó a Velez a funcionarios de la iglesia local después de que el niño le dijo de los abusos de Velez.

El Monseñor Charles Fatooh, entonces líder de la diócesis de Monterey, reconoció en una deposición previa al juicio que ni él ni alguien más en la diócesis alertó a la policía, trató de proteger al niño o trató de determinar si había más víctimas. En cambio, Velez fue removido de parroquia y Fatooh llamó al abogado de la diócesis.

Los documentos de la corte dicen que el abogado y otros sacerdotes se reunieron con la madre de la víctima y le dijeron que el abuso fue "una clase de cosas que le pasan a muchos niños" y que "no era un gran asunto". Ella dijo haber rehusado la oferta de dinero para pagar por consejería para el niño.

Velez fue enviado a la orden mexicana, mientras Fatooh fue obligado a renunciar cuando se reportó que otro sacerdote sospechoso de pedofilia estaba viviendo en su condominio de Maryland. Fatooh sigue como sacerdote en una iglesia de Cayucos, California.

Guillen está cumpliendo una condena de 10 años en Arizona por otros cargos subsecuentes de abusos a menores y se cree que Velez está sirviendo a la iglesia en Latino América.

La víctima también llegó a un acuerdo extrajudicial con la Diócesis de Tucson, en bancarrota, por 600 mil dólares.

Paul Gaspari, quien negoció el acuerdo extrajudicial en representación de la Diócesis de Monterey, dijo a la Juez Lydia Villarreal, el viernes, que los funcionarios harían pública la mayor parte de los documentos y deposiciones relacionadas con el caso, excepto aquellos documentos que pudieran identificar a la víctima.

Otro sacerdote de la diócesis, el reverendo Antonio Cortes enfrenta una audiencia preliminar la próxima semana por cargos de abuso sexual a un joven de 16 años y exhibir pornografía infantil. Cortes fue suspendido como pastor de St. Mary of the Nativity tras su arresto en abril pasado.

MONTEREY.— La Diócesis de Monterey acordó pagar 1.2 millones de dólares y formalmente pidió disculpas a un hombre que fue sexualmente abusado por sacerdotes en dos estados mientras, según él, funcionarios de la iglesia los encubrieron.

El Obispo Richard García se disculpó formalmente con el hombre y su familia, y la diócesis también acordó el pasado viernes entregar documentos de la iglesia detallando el abuso, dos cosas que los abogados de la víctima dicen que éste más quería.

El abogado, John Manley, dijo que "los documentos mostrarán que la diócesis tiene sangre en sus manos" porque los líderes de la iglesia no notificaron a la policía cuando recién se enteraron que el joven había sido asaltado, permitiendo que uno de sus atacantes molestara después al hermano del joven y a otros.

El acuerdo extrajudicial evita un juicio que estaba programado para comenzar este lunes.

Los archivos en la corte muestran que el reverendo Juan Guillen comenzó a molestar a la víctima, ahora de 29 años de edad, en Yuma, Arizona, poco después de que ésta emigró a Estados Unidos a los 8 años de edad, en 1988. Guillen continuó visitando a la familia después de que ésta se mudó a Salinas y se le tenía tanta confianza que se le permitió dormir en la cama del entonces niño.

Un segundo sacerdote, el reverendo John Velez, supuestamente comenzó a molestar al niño en 1991 mientras éste trabajaba en la Iglesia Católica St. Mary of the Nativity, en Salinas. Guillen reportó a Velez a funcionarios de la iglesia local después de que el niño le dijo de los abusos de Velez.

El Monseñor Charles Fatooh, entonces líder de la diócesis de Monterey, reconoció en una deposición previa al juicio que ni él ni alguien más en la diócesis alertó a la policía, trató de proteger al niño o trató de determinar si había más víctimas. En cambio, Velez fue removido de parroquia y Fatooh llamó al abogado de la diócesis

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