Dimite biólogo británico que abogó por no discriminar al creacionismo
Londres, 17 sep (EFE).- Un directivo de la Royal Society británica que abogó durante una reunión cientÃfica por no discriminar al creacionismo en las escuelas británicas ha dimitido a raÃz del escándalo que originó su propuesta.
Michael Reiss, director de educación de esa prestigiosa institución cientÃfica, y que une a su condición de biólogo la de sacerdote de la Iglesia Anglicana, se ha visto obligado a dar ese paso después de que sus colegas llegasen a la conclusión de que sus comentarios habÃan dañado la reputación de esa entidad.
En una reciente intervención en el Festival de la Ciencia, celebrado en Liverpool, Reiss dijo que era contraproducente desterrar de las aulas las teorÃas alternativas sobre el origen de la vida y del universo, basándose en que carecen de base cientÃfica.
Según Reiss, los profesores de ciencia no deberÃan ver en el creacionismo una «idea equivocada», sino una cosmovisión alternativa, en la que creen muchos niños que han crecido en el seno de familias cristianas y musulmanas.
El premio Nobel de Medicina Richard Roberts describió las opiniones expresadas en público por su colega de «escandalosas» y escribió una carta al presidente de la Royal Society, lord Rees of Ludlow, en la que exigÃa el despido de Reiss.
El premio Nobel de QuÃmica Harry Kroto, miembro también de la Royal Society, escribió por su parte otra carta recordando que habÃa advertido en su dÃa del peligro de nombrar a un religioso como Reiss director de educación de esa institución.
Tras la polémica originada, la Royal Society publicó un comunicado en el que explicaba que los comentarios del profesor Reiss, que se habÃa expresado en su condición de directivo de esa entidad, podÃan fácilmente «malinterpretarse».
«Aunque no era ésa su intención, se ha dañado la reputación de la Sociedad», señala el comunicado.
Según la Royal Society, «el creacionismo carece de base cientÃfica y no deberÃa formar parte del currÃculo cientÃfico. Y si un joven suscita el tema del creacionismo en una clase de ciencia, los profesores deberÃan poder explicar por qué la evolución es una teorÃa de sólida base cientÃfica, lo que no es el caso, de modo alguno, del creacionismo».
Muchos miembros de la Royal Society, entre ellos también el biólogo y divulgador cientÃfico Richard Dawkins, han expresado su preocupación por la proliferación de escuelas religiosas en el ReinoUnido y la influencia creciente de la fundación Templeton, de Estados Unidos, que trata de establecer vÃnculos entre ciencia y religión.
Harry Kroto pone como ejemplo de lo que puede suceder si no se le pone coto a tiempo lo que ocurre en Estados Unidos, donde la derecha fundamentalista religiosa cada vez ejerce mayor control sobre la polÃtica, la judicatura, la educación y los medios de comunicación.
«BastarÃa que saliese elegido presidente (el republicano John) McCain y que fuese vÃctima de un ataque cardÃaco para encontrarnos al frente del paÃs más poderoso del mundo a (la candidata a la vicepresidencia) Sarah Palin, una partidaria del creacionismo», advirtió Kroto recientemente.
Michael Reiss, director de educación de esa prestigiosa institución cientÃfica, y que une a su condición de biólogo la de sacerdote de la Iglesia Anglicana, se ha visto obligado a dar ese paso después de que sus colegas llegasen a la conclusión de que sus comentarios habÃan dañado la reputación de esa entidad.
En una reciente intervención en el Festival de la Ciencia, celebrado en Liverpool, Reiss dijo que era contraproducente desterrar de las aulas las teorÃas alternativas sobre el origen de la vida y del universo, basándose en que carecen de base cientÃfica.
Según Reiss, los profesores de ciencia no deberÃan ver en el creacionismo una «idea equivocada», sino una cosmovisión alternativa, en la que creen muchos niños que han crecido en el seno de familias cristianas y musulmanas.
El premio Nobel de Medicina Richard Roberts describió las opiniones expresadas en público por su colega de «escandalosas» y escribió una carta al presidente de la Royal Society, lord Rees of Ludlow, en la que exigÃa el despido de Reiss.
El premio Nobel de QuÃmica Harry Kroto, miembro también de la Royal Society, escribió por su parte otra carta recordando que habÃa advertido en su dÃa del peligro de nombrar a un religioso como Reiss director de educación de esa institución.
Tras la polémica originada, la Royal Society publicó un comunicado en el que explicaba que los comentarios del profesor Reiss, que se habÃa expresado en su condición de directivo de esa entidad, podÃan fácilmente «malinterpretarse».
«Aunque no era ésa su intención, se ha dañado la reputación de la Sociedad», señala el comunicado.
Según la Royal Society, «el creacionismo carece de base cientÃfica y no deberÃa formar parte del currÃculo cientÃfico. Y si un joven suscita el tema del creacionismo en una clase de ciencia, los profesores deberÃan poder explicar por qué la evolución es una teorÃa de sólida base cientÃfica, lo que no es el caso, de modo alguno, del creacionismo».
Muchos miembros de la Royal Society, entre ellos también el biólogo y divulgador cientÃfico Richard Dawkins, han expresado su preocupación por la proliferación de escuelas religiosas en el ReinoUnido y la influencia creciente de la fundación Templeton, de Estados Unidos, que trata de establecer vÃnculos entre ciencia y religión.
Harry Kroto pone como ejemplo de lo que puede suceder si no se le pone coto a tiempo lo que ocurre en Estados Unidos, donde la derecha fundamentalista religiosa cada vez ejerce mayor control sobre la polÃtica, la judicatura, la educación y los medios de comunicación.
«BastarÃa que saliese elegido presidente (el republicano John) McCain y que fuese vÃctima de un ataque cardÃaco para encontrarnos al frente del paÃs más poderoso del mundo a (la candidata a la vicepresidencia) Sarah Palin, una partidaria del creacionismo», advirtió Kroto recientemente.