Boicot al INEGI

Dice Pedro Arellano presidente del consejo editorial del semanario “Desde la Fe”, que piensan boicotear la encuesta del Censo Nacional de Población 2010.

Dice que la descripción de la iglesia católica no esta descrita como debe ser, dice “Iglesia católica, apostólica, romana, reformada” y debería decir “Iglesia,  católica, apostólica, romana en México”.

Brozo (El Mañanero) sugiere que para evitar confusiones se le agregue entre paréntesis “la del padre Maciel”, así estaremos seguros de a que iglesia se refieren.

Y yo apoyo la sugerencia.

Pues bien, en esta caso yo apoyo también el boicot al censo, pero por razones diferentes a las de la iglesia.

Se de la importancia de los censos, independientemente de los errores de metodología y de su manipulación por las causas que sean, en general son útiles.

Sirven para la planificación y distribución de los recursos económicos a los estados y municipios, para el desarrollo de políticas en materia de educación e infraestructura, para campañas de alfabetización, para programas de salud, incluso para conseguir apoyos internacionales en diversas materias.

Sin embargo adolecen de una cuestión que hace que sean también útiles para otros fines mas inmediatos y mas perversos, para vender los datos a particulares y empresas dedicados a la comercialización de productos, o peor aun para que las usen delincuentes dedicados a la extorsión y secuestro.

Este temor no esta basado en teorías de conspiración sacadas de los cabellos, sino en datos duros, experiencias cercanas y verificables.

Se venden los datos del padrón electoral del IFE, se venden las bases de datos de empresas de prestación de servicios, se vende cualquier base de datos si hay alguien que quiera comprarla.

Y esto es una razón muy poderosa para no ser parte de una encuestar tan poco protegida.

No se bien a bien cuales pueden ser las consecuencias de que yo no participe en el censo, supongo que ninguna si solo lo hago yo, pero no si cientos o miles hacen lo mismo, cosa que al menos en Juárez esta de boca en boca.

Pero en cambio si se cuales son las consecuencias posibles de que mis datos caigan en las manos equivocadas; ya cambie mis números de teléfono y pago mensualmente una pequeña cifra para que mi numero sea privado, el anuncio de mi negocio esta guardado y empolvándose, ya no hago tarjetas de presentación no doy mis teléfonos a cualquiera que pregunte por ellos.

Si yo cuido de esta forma mis datos, ¿porque razón se los voy a facilitar a quien se de antemano que no los cuidara con tanto celo?

Siento mucho afectar de esta forma las políticas publicas de mi gobierno, y lamento que no vayan a tener los datos necesarios para darme servicios de salud adecuados, recursos públicos, infraestructura y educación (esto es sarcasmo por si no queda claro).

Pero valoro mas mi integridad física por sobre todo lo anterior.

Se que no garantizo con esto que no me toque la ruleta rusa de la extorsión, pero al menos limito las posibilidades que esto pase.

Que ironía, lo único que lamento de no poder contestar a la encuesta es que no podre dejar constancia de que no profeso ninguna religión.

A menos que sea esta la única pregunta que me acepten.

¿Será posible?

Juan Carlos Bujanda Benítez.

Mayo 24, 2010

Los comentarios han sido cerrados para esta nota