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Viernes, 21 de Mayo de 2010

Sol de medianoche

¿Algún día te has preguntado cómo serían uno de esos días cerca del círculo polar en los que el sol no llega a ponerse? Esta bellísima secuencia vista en 9GAG te dará una idea.


La última cena gay

Dios es unos calcetines

Jueves, 20 de Mayo de 2010

Ateísmo Catastrófico

Damon Linker

Hace sobre dos años escribí un ensayo para TNR en el que criticaba a los así llamados nuevos ateos —principalmente Sam Harris, Daniel Dennett, Richard Dawkins y Christopher Hitchens—. Pocos meses después continué con una crítica al Religulous de Bill Maher. En ambos casos mi punto de vista era político. Había, argumentaba yo, algo profundamente anti liberal en la intolerante hostilidad de los nuevos ateos hacia las creencias espirituales de sus ciudadanos hermanos. Lo sigo creyendo, algo que los lectores de mi nuevo libro descubrirán. Cuanto más leo y pondero los escritos de esos nuevos ateos, más me encuentro a mí mismo rechazándoles por motivos fundamentales.

Para explicár por qué, permítanme llevarles a un artículo reciente de Kevin Drum en respuesta a un poderoso ensayo del teólogo David B. Hart. Para saber más de mi complicada historia con Hart, siga leyendo. El ensayo de Hart despreciaba irritado a los nuevos ateos por dos defectos. El primero, parecen no tener intención de enfrentarse a, o incluso intentar entender, los serios argumentos filosóficos de la tradición teológica cristiana. Segundo, parecen no estar en absoluto atentos a todo lo que se ha ganado —culturalmente y moralmente— con la llegada del cristianismo y desprecian todo lo que se perdería —de nuevo cultural y moralmente— si desapareciera del mundo.

Como respuesta, Drum desprecia e incluso se burla del intento de Hart de trazar una adecuada y rigurosa toma en cuenta de Dios con la que típicamente se enfrentan los nuevos ateos. Y eso lleva al corazón de mi problema con Drum y con el resto de los nuevos ateos. Hacia el final de su artículo Drum responde e los esfuerzos de Hart de resaltar la influencia positiva de la cristiandad escribiendo que «escribir someramente que el Cristianismo reconforta o es práctico —asumiendo que crees eso— es ya difícil, primero hay que demostrar que es cierto». Y sin embargo es exactamente lo que Hart está intentando hacer en los pasajes de su libro que Drum desprecia y de los que se burla. Pero dejemos eso de lado.

Lo decepcionante es cómo de corto se queda Drum a la hora de descubrir el punto culminante del ensayo de Hart, el cual para mí es este. Las sentencias «es cierto que Dios no existe» y «es bueno que Dios no exista» son proposiciones distintas. Y aún así los nuevos ateos las mezclan indiscriminadamente. Pero hay una nueva forma de ateísmo posible, legítima y —en opinión de Hart— admirable. Llamemosla Ateísmo Catastrófico, en honor a su primer y más grande campeón, Friedrich Nietzsche, quien escribió en un arrebatador pasaje de su Genealogía de la Moral que «el ateísmo honesto e incondicional es… la inspiradora catástrofe tras dos mil años entrenándonos en la búsqueda de la verdad, al final prohibiéndose a sí misma en la mentira de la creencia en Dios». Para el ateo catastrófico, la existencia de Dios es terrible por lo cierta.

Por supuesto Hart preferiría ese tipo de ateísmo catastrófico. En el fondo es un creyente. Pero el caso es que un gran numero de ateos han tomado una posición similar. Tómese como ejemplo al físico Steven Weinberg. En su libro de 1977 sobre el origen del universo Los Primeros Tres Minutos, Weinberg se lanza a afirmar que «cuanto más comprensible parece el universo, menos sentido parece tener». Cuando algunos de sus cosmólogos amigos objetaron la elección de estas palabras, acusándole de expresar, aunque sea implícitamente, una forma de nostalgia del mundo no científico, Weinberg admitió una forma de nostalgia, la «nostalgia de un mundo en el que los cielos declaran la gloria de Dios». Asociándose así con el poeta del siglo XIX Matthew Arnold, a quien le gustaba retratar la fe religiosa en retirada ante el progreso científico como ante las olas del mar, y afirmaba detectar «una forma de tristeza» en esa «furia extensa y melancólica». Weinberg confesaba su propia pena al dudar de que los científicos encuentren «en las leyes de la naturaleza un plan preparado por un creador siempre pendiente en las cuales el ser humano juega un papel especial». Cuando se trata de Dios, lo que Weinberg cree cierto y lo que desearía que fuese cierto simplemente no coinciden.

Nietzsche y Weinberg no son los únicos ateos catastróficos. El poeta Philip Larking rechazaba creer en Dios pero al tiempo reconocía que una vida vivida pensando en la extinción segura que nos aguarda es difícilmente soportable. El escritor Eugene O’Neill parece pensar que una vida despojadas de ilusiones, incluso las teológicas, sería insoportable y nos llevaría a la desesperación y a la locura. Y luego está el caso más bien extremo de Woody Allen.

El punto no es que el ateísmo invariablemente nos lleva a una visión trágica del mundo. Otro de los héroes ateos de Hart, David Hume, parecía pensar que es perfectamente posible vivir una vida feliz y decente como no creyente. Aún así los nuevos ateos parecen desesperadamente opuestos a incluso considerar la posibilidad de que hay inconvenientes en romper con la visión teísta del mundo. En lugar de explorar los complejos y fascinantes desafíos existenciales que implica intentar vivir sin Dios, los nuevos ateos maleducadamente insisten, normalmente sin argumentos, que el ateísmo es un glorioso y nada ambiguo beneficio para la humanidad, individual y colectivamente. No parece haber decepciones en las páginas de sus libros, luchas internas o el sentido de una pérdida. ¿Están ausentes porque los autores viven en un mundo espiritual distinto al de los ateos catastróficos? ¿O es la elección estratégica de ignorar las dificultades de no creer, o la quizás razonable asunción de que un un país hambriento de motivaciones espirituales el único ateísmo viable es el que promete una vida tan plena como la del creyente? En cualquier caso, la estudiada insociabilidad de los nuevos ateos puede llegar a parecer casi cómicamente superficial y poco seria.

Así que, por todos los medios, rechácese a Dios, pero no pretendase que la verdad de su no existencia implica necesariamente que ésta sea buena. Porque no lo es.

Visto en The New Republic.


Jesús es la polla

No es lo que parece, cariño, puedo explicarlo todo

Martes, 18 de Mayo de 2010

El láser cumple 50 años

Redacción

Hace cincuenta años, un ingeniero de 32 años llamado Theodore Maiman encendió un aparato en los Laboratorios de Investigación Hughes en California, y observó pulsos de luz que surgían de un cristal de rubí rosa.

Fue un eureka geek: el momento en el que nació el láser. Y el mundo cambiaría para siempre. Pero no al momento.

Cuando se anunció el gran invento de Maiman, la respuesta fue básicamente «Â¿Doh?» cuando la gente intentó imaginarse qué era y qué uso podría dársele. Esto fue rápidamente seguido de un «Â¡Eek!» cuando apareció la prensa con algunos titulares atemorizantes.

«Hombre de L.A. descubre el rayo de la muerte de la ciencia-ficción», decía uno, recordando el espítiru de la época de la década de 1960, cuando la Guerra Fría se mezclaba promiscuamente con películas de serie B sobre alienígenas.

Desde entonces, el láser ha revolucionado la vida. Trae, envía y almacena datos en vastos lotes a la velocidad de la luz, mide materiales y los corta con precisión submilimétrica.

Puede encontrarse en cosas tan cotidianas como los lectores de códigos de barras del supermercado —el primer objeto escaneado fue un paquete de chicles Wrigley en 1974— así como en la alta tecnología de bombas inteligentes, miras de francotirador, óptica adaptativa en telescopios astronómicos e investigación en fusión nuclear, la energía limpia definitiva.

Los lásers controlan tus reproductores de CD y DVD. Crean hologramas y espectáculos de luz.

Posiblemente marcaron, cortaron y soldaron las partes de tu coche. Alisan tus arrugas, acaban con algunos cáncer y podrían ser capaces de corregir tu miopía.

Y si estás leyendo on-line este artículo, piensa que los lásers lo han llevado hasta ti —más de un millón de lásers dan vida a Internet, lanzando terabytes de datos a través de fibra óptica.

«La historia del láser es increíble», dice Tim Holt, director del Instituto de Fotónica en la Universidad de Strathclyde en Escocia, en una entrevista.

«Junto con el circuito integrado, el láser ha sido la tecnología más revolucionaria de los últimos 50 años». El camino conceptual que lleva al puntero láser estándar empieza en el cerebro de Albert Einstein.

En 1917, Einstein propuso la teoría de la emisión estimulada, en la cual un fotón, o partícula de luz, provoca que un átomo excitado emita un fotón idéntico.

No fue hasta 1953 cuando el físico estadounidense Charles Townes pusiera el fenómeno a prueba, con un máser —Amplificación de Microondas mediante Emisión Estimulada de Radiación— en la cual las microondas se usaron como excitadores del átomo.

Townes y su colega, Arthur Schawlow, tuvieron entonces la idea de usar luz visible en lugar de microondas, aunque fue Maiman el que hizo que funcionase la idea. «Luz» reemplaza a «microondas» en el acrónimo, y la palabra láser entró en el vocabulario.

El primer rayo láser fue amplificado mediante una vara sólida de rubí, pero en unos meses fue seguido del láser de helio-neón, ideado por los Laboratorios Bell rivales, también en 1960.

En 1962 llegó el primer avance práctico, un láser hecho de un diodo de arseniuro de galio, cuyos principios proporcionan la columna vertebral de los pequeños dispositivos láser comerciales actuales.

Se han otorgado más de 10 Premios Nobel por investigaciones en láser, tanto en trabajo conceptual como en usos prácticos de pulsos láser para almacenamiento y transferencia de datos.

Hoy, la vanguardia de la investigación es el láser de femtosegundos, en el cual lásers ultra-rápidos alteran el espín de los electrones en átomos individuales para proporcionar un almacenamiento más compacto y denso en discos duros.

Un prototipo de láser de femtosegundos fue probado el año pasado por un físico francés y fue capaz de recuperar datos en una ráfada de apenas una billonésima de segundo, un rendimiento que podrían acelerar notablemente el rendimiento de los actuales discos duros en hasta 100 000 veces.

«Los lásers nos han dado un paso adelante en nuestra capacidad que es realmente asombroso», dice David Hanna, profesor de opto-electrónica en la Universidad de Southampton en Inglaterra.

«Sus posibilidades aún no se han digerido ni agotado por completo, ni se hará en un largo futuro por llegar».

Visto en Ciencia Kanija.


A veces el pecado contagia a la iglesia

Unas 200.000 personas se congregaron ayer en la Plaza de San Pedro del Vaticano para manifestar su cercanía a Benedicto XVI y a los sacerdotes en general, en estos momentos difíciles para la Iglesia provocados por los escándalos de algunos clérigos.

En su alocución durante el rezo del Regina Coeli, el Papa no utilizó en ningún momento tonos victimistas: «El verdadero enemigo que hay que temer y combatir es el pecado —dijo—, el mal espiritual que a veces, por desgracia, también contagia a los miembros de la Iglesia».

Convocados por el Consejo Nacional de las Asociaciones Laicales, los peregrinos comenzaron a llegar a primeras horas de la mañana al Vaticano procedentes de toda Italia en autobuses y trenes. Una enorme pancarta destacaba en la plaza con cuatro palabras: «Juntos con el Papa». Entre los presentes se encontraban también parlamentarios y políticos de diferentes regiones y ciudades italianas.

«Queridos amigos», les dijo el Papa hablando desde la ventana de su estudio sin poder ocultar la conmoción: «Es hermoso ver hoy esta multitud en la Plaza de San Pedro, así como ha sido emocionante para mí ver en Fátima a la inmensa multitud», afirmó, en referencia al viaje que ha realizado del 11 al 14 de mayo a Portugal.

«Hoy demostráis el gran afecto y la profunda cercanía de la Iglesia y del pueblo italiano al Papa y a vuestros sacerdotes, que diariamente os atienden, para que en el compromiso de renovación espiritual y moral puedan servir cada vez mejor a la Iglesia, el Pueblo de Dios, y a cuantos se dirigen a nosotros con confianza», declaró el Pontífice.

Visto en La Razón.


Jesús tiene los ojos de "su padre"

Domingo, 16 de Mayo de 2010

Dios no es más que un niño

El Dios dominguero

«Hijo, no importa lo que te hayan enseñado en clase de ciencias. Recuerda que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios.»

Visto en LOL god.


Los curas no duermen pensando en ovejas

Viernes, 14 de Mayo de 2010

Jesús ha vuelto a por tu cerebro

«Murió por tus pecados. Ahora vuelve a por tu cerebro.»

Visto en el Tumblr de Mediotic.


La eucaristía con cerveza y Pretzels

La muerte apoya las tropas de todos

Jueves, 13 de Mayo de 2010

Elvis está vivo

Consecuencias del matrimonio gay

«Dos gays se casan»

«Rusia nos invade»

«La familia como institución se derrumba»

«Los casquetes polares se derriten»

«Armageddon!!!»

Claramente, la única consecuencia de que dos gays se casen es que dos gays se casan.

Una gráfica de GraphJam vista en el Tumblr de Mediotic.


El cielo ya no mola

«Puede que el sitio pareciera atractivo hace 2.000 años, pero comparado ahora con Miami, con las Islas Mauricio, con un fin de semana pagado en Las Vegas… La gente quiere sushi, champagne, masajes… ¡Eso es lo que funciona! ¡No un puñado de nubes!»

Los asesores de Dios intentan convencerle de que el cielo ya no es competitivo.

Viñeta de Wulffmorgenthaler.


Martes, 11 de Mayo de 2010

La foto del Papa nunca antes publicada

Antes de empezar a medrar en la Iglesia Católica, Joseph Ratzinger era feliz cultivando su propio huerto en los campos de su Baviera natal. Probablemente era mucho más feliz entonces. La foto es un hallazgo de Raúl Bastida.