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Martes, 11 de Mayo de 2010

El código ateo

Un teólogo protestante promueve un ateísmo «humanista y humano»

(C) Anahí Seri

«La fe religiosa es una creencia en contra de la realidad. La fe atea es una creencia basada en la realidad»
Paul Schulz

Una señora de 84 años ha concertado una cita con su párroco. Quiere hacerle una pregunta muy importante a la que desea que éste responda dándole su opinión personal. «De acuerdo, lo intentaré», asiente el pastor. La señora pregunta: «¿Cree usted en la vida después de la muerte?», y se da cuenta de que el pastor vacila. «No quiero explicaciones teológicas, quiero que me dé su opinión personal». «No, no creo en la vida después de la muerte».
Ambos siguen conversando durante dos horas sin que vuelva a salir el tema. Dos días más tarde, el párroco recibe una llamada telefónica de la hija de la señora. «¿Qué le ha dicho usted a mi madre?». El párroco se estremece, se arrrepiente de haber sido tan directo. Su interlocutora le explica lo sucedido: «Ayer me llamó mi madre para que fuera a verla. Había abierto una botella de vino, ella que nunca bebe, y quería que brindáramos. Me explicó: el pastor me ha dicho que no hay vida después de la muerte, que no hay juicio final ni infierno. Ahora puedo morir en paz».
Con esta anécdota comienza el segundo capítulo de Atheistischer Glaube (La fe atea), el segundo libro de Paul Schulz, quien en 2006 ya había publicado Codex atheos. Die Kraft des Atheismus. Grundpositionen des abendländischen Denkens ohne Gott (Codex atheos. La fuerza del ateísmo. Las bases del pensamiento occidental sin Dios).
Paul Schulz, nacido en 1937 en Francfort, se licenció en teología y se doctoró con una tesis sobre los Manuscritos del Mar Muerto. En los años ’70, fue párroco en la iglesia de San Jacobo de Hamburgo. En 1975 la Iglesia luterana evangélica inició contra él un proceso por herejía, entre otras cosas, por haber afirmado, desde su púlpito, que la existencia de Dios es «una consoladora invención de la criatura humana» y que la oración sólo es «una reflexión personal». En 1979 se vio privado de su ordenación como sacerdote y trabajó entonces durante unos años en la empresa privada, pero cambió de rumbo en 1995 con la fundación de una «academia de la tercera edad» desde la cual, intentando seguir el ejemplo de Sócrates, promueve un ateísmo humanista y humano.
El libro Atheistischer Glaube (La fe atea) consta de siete capítulos, cada uno subdividido en cinco secciones, y estas 35 secciones corresponden a las 35 tesis de su Manifiesto ateo. El manifiesto parte de la idea de que el hombre debe rechazar a Dios para recuperar su autonomía como ser humano. Utiliza términos como «nacimiento racional» en relación con ese proceso de desprenderse de lo divino. Define la «fe atea» sobre tres niveles: el primer nivel consiste en aceptar la realidad como tal, sin Dios. El segundo nivel consiste en hallar la responsabilidad y el sentido de la vida de forma autónoma. El tercer nivel (meta nivel) apunta a una filosofía de la existencia más allá de la naturaleza. A lo largo del libro, se entra en más detalles relacionados con la vida, la muerte, la estética, el sentido de la vida. Cada capítulo comienza con una anécdota concreta como punto de partida para sus reflexiones. Lástima que los editores españoles no se hayan interesado por esta obra, que creo que podría atraer bastante interés entre los lectores de lengua castellana.

Un espacio para dudar. Ateos, agnósticos, escépticos. Reflexión, ensayo, debate. Arte y literatura. Humanismo secular.
Lunes, 19 de Abril de 2010

El Papa debería ser procesado

Benedicto XVI.
Caricatura de Mechaín Doroteo. Visto en
La Caja Negra.


© Richard Dawkins
Publicado en The Guardian, el 13/04/2010
Traducción de
Anahí Seri

¿Por qué la gente se sorprende cuando Christopher Hitchens y yo hacemos un llamamiento para que se procese al Papa? Hay un asunto del que debe responder.
La pederastia no es exclusiva de la Iglesia Católica Romana, y Josef Ratzinger no es uno de esos sacerdotes que violaron a monaguillos abusando de una posición de dominio y confianza. Pero como tantas veces, es el subsiguiente encubrimiento, incluso más que los delitos originales, lo que deshonra una institución, y ahí el Papa está en un buen lío.
El Papa Benedicto XVI es el jefe de la institución en su conjunto, pero no se puede culpar al jefe actual de lo que se hizo antes de que él asumiera el cargo. Salvo que en este caso particular, como arzobispo de Munich y como Cardenal Ratzinger, jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe (lo que antes se llamaba Inquisición), lo mínimo que se puede decir es que hay un asunto del cual debe responder. El último cuerpo del delito es la carta de 1985 facilitado por Associated Press, firmada por el entonces Cardenal Ratzinger, dirigida a la diócesis de Oakland en relación con el caso del Padre Stephen Kiesle.
Dando palos de ciego de pura desesperación, los portavoces de la Iglesia están ahora echándole la culpa de su grave situación a todo el mundo menos a sí mismos, situación que uno de los portavoces oficiales compara con los peores aspectos del antisemitismo (y yo me digo, ¿cuáles son los mejores aspectos?). Entre los presuntos culpables figuran los medios de comunicación, los judíos e incluso Satanás. La Iglesia se está pertrechando detrás de un río de excusas aparentemente inagotable por haber faltado a su obligación legal y moral de comunicar unos delitos graves a las correspondientes autoridades civiles. Pero es la responsabilidad oficial del Cardenal Ratzinger a la hora de determinar la respuesta de la Iglesia frente a las acusaciones de pederastia, así como su carta en el caso de Kiesle, lo que dejar ver, de forma explícita, la auténtica motivación. Estas son sus palabras literales, traducidas del latín en el informe de AP:

«Este tribunal, si bien considera muy significativos en este caso los argumentos presentados a favor de la dispensa, no obstante cree necesario tener en cuenta el bien de la Iglesia universal junto con el del demandante, y tampoco es capaz de minimizar el daño que la concesión de la dispensa puede provocar en la comunidad de los fieles de Cristo, sobre todo teniendo en cuenta la temprana edad del demandante».

«La temprana edad del demandante» se refiere a Kiesle, que entonces tenía 38 años, no a la edad de los chicos a los que ató y violó (11 y 13 años). Queda muy claro que, junto con el guiño a la protección del «joven» sacerdote, la primera preocupación de Ratzinger, y la razón por la cual se negó a apartar del sacerdocio a Kiesle (quien siguió cometiendo delitos), era «el bien de la Iglesia universal».
Esta costumbre de poner la imagen pública de la Iglesia por encima del bien de los niños que están bajo su protección (y eso es una forma muy suave de expresarlo) se repite una y otra vez en los casos de encubrimiento que están saliendo a la luz en todo el mundo. Y el propio Ratzinger lo expresó con claridad fulminante en esta carta que es un cuerpo del delito.
En este caso, estaba negando la encarecida petición del obispo local de que se apartara del sacerdocio a Kiesle. Según el reglamento del Vaticano, de estos casos no debía informarse a las autoridades civiles sino a la propia Iglesia. La actual campaña en el sentido de pedir cuentas a la Iglesia es el motivo por el que acaben de cambiar este reglamento, a fecha de 12 de abril de 2010. Más vale tarde que nunca, como habría dicho Galileo en 1979, cuando el Vaticano finalmente se decidió a presentar sus disculpas de manera póstuma.
Supongamos que el Ministro de educación británico recibiera, de una autoridad municipal de educación, un informe digno de crédito sobre un profesor que ata y viola a sus alumnos. Supongamos que, en lugar de comunicarlo a la policía, simplemente trasladara al delincuente a otro colegio donde éste siguiera violando niños. Eso ya sería gordo. Pero ahora imaginemos que justificase su decisión en términos como éstos:

«Si bien considero muy significativos en este caso los argumentos presentados a favor del procesamiento, no obstante creo necesario tener en cuenta el bien del Gobierno junto con el del profesor que ha cometido los actos, y tampoco soy capaz de minimizar el daño que el procesamiento puede provocar entre los votantes, sobre todo teniendo en cuenta la temprana edad del demandante».

En lo que falla la analogía es que no estamos hablando de un cura que ha cometido delitos, sino de muchos miles, en todo el mundo.
¿Por qué se permite a la Iglesia que se salga con éstas, cuando cualquier ministro a quien se pillase escribiendo una carta de este tipo tendría que dimitir inmediamente y de forma ignominiosa, y ser a su vez procesado? Un líder religioso como el Papa no debería ser diferente. Esta es la razón por la cual, junto con Christopher Hitchens, apoyo la investigación de Geoffrey Robertson, QC 1 y Mark Stephens. Estos excelentes abogados piensan que, para empezar, hay razones de peso para poner en duda el estatus del Vaticano como estado soberano, basándose en que aquello no fue más que una ocurrencia ad hoc motivada por la política interior italiana bajo Mussolini, y que la ONU nunca le ha concedido un estatus pleno. Si tienen éxito con este argumento inicial, el Papa no podría acogerse a la inmunidad diplomática como jefe de estado, y podría ser detenido al pisar suelo británico.
¿Por qué debería alguien sorprenderse, menos aún escandalizarse, cuando Christopher Hitchens y yo abogamos por que se procese al Papa si sigue adelante con su visita prevista al Reino Unido? Lo único extraño de nuestra propuesta es que tuviera que venir de nosotros: ¿dónde han estado los gobiernos del mundo todo este tiempo? ¿Dónde está su fibra moral? ¿Dónde está su compromiso con la justicia universal, la Ley que es igual para todos? El gobierno del Reino Unido, en lugar de ponerse del lado de las víctimas inocentes de la Iglesia Católica, está preparando darle la bienvenida a este hombre grotescamente mancillado en su visita oficial a nuestro país para que pueda «proporcionarnos una guía moral». Léase de nuevo: «proporcionarnos una guía moral».
Por desgracia debo concluir pasando de los sublime a lo trivial, con una corrección necesaria de un error en otro periódico. El 11 de abril, el Sunday Times puso el siguiente pie de foto en portada: «Richard Dawkins: Arrestaré al Papa Benedicto XVI». Esto trae a la mente, y esa fue sin duda la intención, una imagen ridícula en la que yo agarro al pontífice con unas esposas y lo llevo a rastras. Fue duro, pero finalmente conseguí persuadir a ese periódico de Murdoch de que cambiaran el titular en su edición en línea.
Dejando de lado los titulares inventados por subeditores ignorantes, nosotros vamos en serio. Debería ser un tribunal, un tribunal civil y no un tribunal eclesiástico encubridor, el que decidiera si el caso contra Ratzinger es tan grave como parece. Si es inocente, démosle la oportunidad de demostrarlo ante los tribunales. Si es culpable, que se enfrente a la justicia. Como cualquier otra persona.

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Domingo, 18 de Abril de 2010

Jesucristo super…dotado



Polémico crucifijo no será sacado de iglesia de Oklahoma pese a controversia

Washington, 16 abr (EFE).- La máxima autoridad de la iglesia católica de San Carlos Borromeo, en el estado de Oklahoma, anunció que no sacará del templo un polémico crucifijo en el que los músculos abdominales de Jesucristo tienen la apariencia de un pene erecto.
El controvertido crucifijo de unos tres metros de altura fue colgado frente al altar mayor de la iglesia en febrero y el escándalo ha llevado a muchos fieles a concurrir a otros templos.
El declaraciones publicadas hoy por el diario The Oklahoman en su página de internet, el reverendo Philip Seeton señaló que el crucifijo fue pintado de acuerdo con ciertas normas específicas de la iconografía y el arte eclesiástico. Añadió que no lo preocupa la controversia y que hasta ahora no existe ningún plan para sacarlo del lugar que ocupa en la iglesia.
Seeton admitió que como resultado del escándalo algunos fieles han decidido acudir a servicios en otras iglesias de la localidad de Warr Acres.
“Hay algunas personas que se han ido de la parroquia. Hay otros que, aunque no les ha gustado (el crucifijo) han decidido quedarse”, manifestó.
Según los críticos del crucifijo, éste muestra un pene que cubre la zona abdominal, pero Setton manifestó que se trata de un Jesucristo que muestra la distensión de sus músculos, no sus genitales. Seeton manifestó que “algunas personas han dicho que lo que ven es un pene, pero también hay otras que dicen no verlo”.
Monseñor Edward Weisenburger, de la arquidiócesis de Oklahoma City, también manifestó que la Iglesia no tiene problemas con el crucifijo y que no ha recibido quejas por su instalación frente al altar mayor.
Sin embargo, The Oklahoman aseguró hoy que esta semana recibió quejas de muchos fieles que dijeron estar indignados por lo que calificaron como “una presentación pornográfica” de Jesucristo.
“El crucifijo es la gota que rebasó el vaso”, manifestó al diario Rita Cook, una de las fieles de la iglesia de San Carlos Borromeo durante más de 25 años en alusión a los recientes escándalos de pederastia que han afectado a sus sacerdotes.
“Es una vergüenza para nuestro Señor. Una vergüenza para los feligreses… y también creo que avergüenza a nuestros visitantes”, añadió.
El diario también citó declaraciones de Seannene Smith, quien dijo haber visitado la iglesia este viernes y haberse sentido horrorizada ante el crucifijo.
“Creo en la libertad de expresión. Creo en la libertad artística. La iglesia es un lugar sagrado… pero me sentí abrumada, sorprendida y si no hubiese estado preparada me habría enfermado”, indicó.
El crucifijo es obra del artista local Reggie Jaime, quien manifestó que no le preocupa la controversia.
“No se puede evitar que alguien vea cosas”, señaló en declaraciones publicadas por The Oklahoman.

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Jueves, 8 de Abril de 2010

La militancia de los ateos

Sobre el Congreso de Ateísmo celebrado en Mar del Plata (Provincia de Buenos Aires, Argentina)

© Mariana Carbajal
Publicado en Página/12 el 3 de abril de 2010

«El concepto de Dios es de un gran autoritarismo ideológico», sostuvo Fernando Lozada. Completamente pelado, y con una barba enrulada de varios centímetros que le cuelga desde la punta del mentón, este ingeniero mecánico y artista plástico, de treinta y pocos, parece un monje budista. Pero está claro que no lo es. Dice que milita para eliminar la «superstición» de la educación pública y que no cree en nada «sobrenatural». En su casilla de email todos los días recibe mensajes con insultos, que lo señalan como «demoníaco». Provocador, él se divierte. Ayer, poco después del mediodía, Lozada inauguró en esta ciudad, atiborrada de turistas pascuales, el II Congreso Nacional de Ateísmo, que finaliza mañana.
«Elegimos la libertad, rechazamos el dogma», es el lema del encuentro. El debate por el derecho al aborto fue uno de los ejes de la primera jornada. «La lucha por el derecho al aborto es una lucha por el control de nuestros propios cuerpos», sostuvo la docente Ruth Zurbrieger, integrante de la colectiva feminista La Revuelta, de Neuquén, en uno de los paneles.
La empatía que generan las religiones fue otro de los temas de discusión: el biólogo e investigador del Conicet Diego Golombek se encargó de responder la pregunta del millón: ¿Dios existe? «Sí, y está en nuestros cerebros», aseguró, tras mostrar con evidencia científica cómo el comportamiento neuronal favorece el fervor por la práctica religiosa. «El rezo activa áreas dopaminérgicas en el cerebro. Está avalado por estudios de imágenes cerebrales. Se siente placer al rezar. Es un comportamiento adictivo como el consumo de drogas», afirmó. También explicó que hay «casos de epilepsia que generan visiones, alucinaciones», y recordó que en distintas oportunidades estos cuadros «han sido aprovechados por muchas religiones». «En un ataque de epilepsia una persona puede hablar en otro idioma, que alguna vez escuchó. No tiene ningún diablo. No hay que exorcizarla. Simplemente, tiene epilepsia», indicó Golombek.

Tras los pasos de Fort
Más de 200 participantes llegados de distintas ciudades donde están floreciendo grupos de ateos colmaron las instalaciones del Teatro Diagonal, en el centro de la ciudad. Curioso: el mismo ámbito que durante el verano llenó Ricardo Fort con su show Fortuna. El teatro es propiedad de una biblioteca fundada por anarquistas españoles que el año próximo cumplirá 100 años. Hasta hace cuatro años lo alquilaban como templo evangélico. «Se fue Ricardo Fort y no quedó ni Dios», bromeaba Lozada ayer. Hace dos años, después del I Congreso que tuvo lugar también en esta ciudad, Lozada fundó la Asociación de Ateos de Mar del Plata. «Que se acostumbren a que existimos los no creyentes», lanzó desde el escenario.
«¿Está creciendo el movimiento de ateos en el país?», le preguntó luego este diario.
–No podría afirmarlo. Lo que sí observamos es que nos estamos organizando más. Hay grupos de ateos en Córdoba, La Plata, Rosario, Capital Federal y Mendoza, entre otras ciudades. Lo que nos falta es mayor reconocimiento social, que no seamos vistos como amorales por las personas que practican una religión.
La encuesta sobre Creencias y Actitudes Religiosas, que se hizo desde el Conicet en 2008, dirigida por Fortunato Mallimaci, detectó que hay en el país un 11 por ciento de «indiferentes» a la religión.
–¿Qué objetivos tienen como ateos militantes?
–Eliminar los prejuicios sobre los ateos, mostrarnos como sujetos potencialmente valiosos. Lograr la total separación de la Iglesia y el Estado, lograr un Estado laico. Eliminar los íconos religiosos de los lugares públicos y la religión de las escuelas públicas. La difusión de una ética humanista, que lucha por una sociedad más tolerante, más pacífica.
Lozada abrió el Congreso con una ponencia sobre el ateísmo «adogmático». «Uno tiene que armar su propio sistema racional de creencias, construirlo permanentemente. Si es estático, es dogmático», señaló.
Hoy está prevista, entre otras actividades, un panel sobre «sexualidad y género» con la participación de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA).

Apóstatas
La fecha elegida para el encuentro no es casual. Mientras en el país –y en la mayoría del mundo occidental y cristiano– se disfruta de unos días de descanso impuesto por la liturgia católica, los ateos reunidos en esta ciudad prefieren resignificar el feriado. «Son muchísimos los feriados que estamos obligados a compartir», apunta Lozada. El Primer Congreso lo hicieron cerca del 8 de diciembre, Día de la Virgen, también jornada no laborable.
Entre los concurrentes estuvieron ayer los porteños Andrés Miñones y María Eugenia Bengolea, integrantes de la Campaña de Apostasía Colectiva «No en mi nombre», que hace un año entregó en el Arzobispado de Buenos Aires más de un millar de firmas de católicos que quieren desbautizarse y así dejar de formar parte de la Iglesia. Bengolea hizo el trámite personal de la apostasía. Todavía espera una respuesta. «Queremos mostrar que hay un discurso opositor a la influencia de la Iglesia Católica sobre la vida privada», indicó Bengolea, activista Glttb. Miñones agregó: «Los preceptos morales que esgrime la jerarquía no se practican en la realidad. Se afirma que la Argentina es un país católico pero resulta que las personas católicas se divorcian, usan preservativos, tiene relaciones antes del matrimonio». Y abortan.

La página del Congreso fue hackeada. Aquí una captura de pantalla de cómo se ve actualmente:

Por otra parte, se reportaron agresiones a los organizadores. Ver aquí.

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Sábado, 27 de Marzo de 2010

¿Es la Iglesia una organización criminal?

Un abogado está estudiando denunciar a la Iglesia por la «posibilidad de que constituya una organización criminal». Al mismo tiempo, se están concretando las exigencias de que los casos de abusos se investiguen por parte del Estado.

Publicado en Die Presse (Austria), 25.3.2010

Traducido por Anahí Seri

VIERNA- El abogado economista Georg Zanger se plantea dar nuevos pasos en la lucha contra los abusos en instituciones católicas. «Habría que pensar en presentar denuncias contra organizaciones de las instituciones eclesiásticas por la posibilidad de que se trate de organizaciones criminales». Esta denuncia se basaría en el artículo 278a del Código Penal austríaco e iría dirigida a la fiscalía.
Son justamente estos antecedentes de hecho (con amenaza de 6 meses a 5 años de prisión) los que actualmente se les imputan, en un proceso en curso en Wiener Neustadt, a 13 defensores de los derechos de los animales. Zanger opina: «Pienso que el artículo 278 no está pensado exclusivamente para defensores de los animales». En su opinión, ahora habría que estudiar hasta qué punto hay una conducta organizada detrás de los ocultamientos que ha habido, y por tanto detrás de la violencia y los abusos sexuales.
Zanger explica: «Si hay un solo educador detrás de los abusos, la situación es muy distinta de si estos hechos se han producido con el consentimiento de otros». Si en alguna de las instituciones resultara que los abusos son «inherentes al sistema», estaría justificada una denuncia conforme al artículo 278a del Código Penal austríaco.
Hasta el momento, hay 15 personas que se han asociado para pedirle ayuda a Zanger, quien también quiere actuar en otro frente. Hace años, ya consiguió indemnizaciones en cantidades millonarias como abogado de víctimas del nazismo que habían sido obligados a trabajos forzados. Ahora podría actuar como defensor para las víctimas de violencia y abusos de la Iglesia. Opina que, en el caso de la Iglesia, a la larga no tiene mucha importancia el que las demandas hayan prescrito.
Algunas víctimas también están pensando en reclamar indemnizaciones de las diócesis. Según informaciones de este periódico, se va a estudiar también una denuncia contra el cardenal Christoph Schönborn en cuanto responsable de la archidiócesis de Viena. Ahora bien, al margen de la cuestión de que los hechos hayan prescrito o no, a un obispo sólo se le podría demandar en su calidad de superior jerárquico si se pudiera demostrar que él debía tener «muy claro» que era previsible que el autor iba a seguir cometiendo delitos, como explica el especialista en derecho Helmut Fuchs.
¿Y cómo está el asunto de las indemnizaciones en cuanto al derecho civil? ¿Quién tiene la responsabilidad: el obispo, la diócesis? En opinión del experto en derecho privado Andreas Kletecka, sería muy difícil demandar a un obispo. Otra cosa es lo de las diócesis. Si el autor de los delitos es un sacerdote, se le debe considerar como representante de un organismo, la diócesis, contra la cual se podrían presentar demandas de indemnización. Hay un problema, que es que para personas jurídicas las demandas prescriben a los tres años. Para los autores del delito, hay un plazo de treinta años. La opinión de Kletecka sobre esta ventaja de la que gozan las personas jurídicas: «ahora mismo, el asunto se está debatiendo, está 50 – 50». Es posible que el Tribunal Supremo modifique la judicatura y amplíe el plazo de prescripción hasta los treinta años.
Mientras tanto, se están concretando las exigencias de que los casos de abusos se investiguen por parte del Estado. Por una parte, se dice que hay que hablar tanto con los representantes de las víctimas como con la Iglesia. Jarolim, portavoz de justicia del SP (partido socialdemócrata), especifica más. Él pide una comisión de investigación constituida por cinco personas, que debería dirigir un presidente anterior del Tribunal Constitucional. A dos representantes los debería nombrar la Iglesia, y a otros dos las organizaciones de víctimas, afirmó Jarolim en televisión. La archidiócesis de Viena se muestra de acuerdo. Su portavoz Erich Leitenberger dijo que se cooperará al máximo con las instituciones del Estado.
El ejemplo lo constituye Irlanda, donde ya se constituyó hace años una comisión de investigación en materia de abusos. Y también en Alemania: allí se ha formado ahora una mesa redonda sobre abusos infantiles, y se ha nombrado a la socialdemócrata Christine Bergmann como representante del Gobierno. La plataforma Afectados por la Violencia de la Iglesia apoyan la idea de una comisión estatal. La plataforma ofrece desde el martes un número de teléfono de ayuda a las víctimas.
Por otra parte, la diócesis Gurk-Klagenfurt piensa recurrir, a partir de ahora, a las instancias estatales ante cualquier sospecha de abuso o maltrato. Si bien el derecho penal no establece en general la obligación de declarar los hechos, el obispo Alois Schwarz esclarecerá los hechos incluso en los casos que ya hayan prescrito de acuerdo con el derecho penal.

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Lunes, 22 de Marzo de 2010

Escepticismo frente al pedido de perdón del Papa por abusos sexuales

Philip Pullella/Reuters
Especial para UNO

CIUDAD DEL VATICANO– El papa Benedicto XVI se disculpó ayer con las víctimas de abusos sexuales por parte del clero en Irlanda y anunció una investigación formal del Vaticano en las diócesis y seminarios irlandeses afectados por el escándalo.
Las acciones del Papa en torno a las diócesis y seminarios del país europeo fueron los pasos más concretos adoptados desde que una ola de casos de abusos afectó a los cleros de Irlanda, Alemania, Austria y Holanda. Sin embargo, las medidas fueron recibidas con decepción por las víctimas en Irlanda.
Una carta del Papa dirigida a la gente, obispos, sacerdotes y víctimas de abusos en la Irlanda mayormente católica no hizo referencia específica a los escándalos que involucran a iglesias de otras naciones, particularmente la natal Alemania del pontífice. «Ustedes han sufrido gravemente y sinceramente lo lamento (…) Expreso abiertamente la vergüenza y remordimiento que todos sentimos», dijo en la misiva sin precedentes en la que mencionó las denuncias de pedofilia en el clero irlandés. «Sólo puedo compartir el dolor y el sentido de traición que muchos de ustedes han experimentado al saber de estos actos criminales y pecaminosos, y de la forma en que las autoridades irlandeses los afrontaron», sostuvo.
Benedicto XVI, en efecto, no abordó los numerosos llamados en Irlanda por una reestructuración de la iglesia en el país y no dijo que los obispos implicados en el escándalo deberían renunciar.
Las víctimas irlandesas expresaron más tarde su profunda decepción.
«Sentimos que la carta no logra abordar las preocupaciones de las víctimas», dijo a Reuters Maeve Lewis, del grupo One in Four. Indicó que la misiva papal se centra muy limitadamente en los sacerdotes irlandeses sin reconocer la responsabilidad del Vaticano. «No hay nada en esta carta que sugiera que exista cualquier nueva visión de liderazgo en la iglesia Católica», comentó.

Dura crítica de organizaciones alemanas

BERLÍN (Télam)– Organizaciones católicas alemanas criticaron ayer duramente al papa Benedicto XVI por la versión que ofreció de los casos de abuso sexual ocurridos en Irlanda y por su silencio frente a los casos que salieron a la luz en Alemania.
«En lugar de un manejo efectivo de la crisis, el Vaticano ofrece el espectáculo de una institución autista: de acuerdo con esta autopercepción hubo sólo unos pocos perpetradores, que sucumbieron a la seducción de la época», dice un comunicado que la organización Iniciativa Iglesia de Abajo (Ikuvi) difundió ayer en Bonn.
Para Ikvu, el Papa se niega a ver las causas estructurales de los hechos y los reduce a casos aislados. La organización exigió la formación de una comisión de investigación independiente de los poderes eclesiásticos para los casos alemanes, según el modelo al que se recurrió en Irlanda.

Lo que el Vaticano no se atreve a reconocer.

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Domingo, 7 de Marzo de 2010

El «autobús ateo» circula por calles argentinas



En Mar del Plata ya circula el primer colectivo ateo. Forma parte de la campaña de Ateos Mar del Plata quienes organizan un congreso que se realizará en abril en la ciudad feliz.

Publicado en Perfil el 4 de marzo de 2010

Las unidades de ocho líneas de colectivos del transporte público de pasajeros circulan por las calles de Mar del Plata con la leyenda «Probablemente Dios no existe, así que relajate y disfrutá la vida», en la primera versión argentina y también latinoamericana del «Autobús ateo». La campaña es organizada por Ateos Mar del Plata y tiene como objeto promocionar el Segundo Congreso Nacional de Ateísmo, por realizarse entre el 2 y el 4 de abril en esa ciudad balnearia con el lema «Elegimos la libertad, rechazamos el dogma».
La principal empresa marplatense muestra desde el pasado martes el eslogan ateo en sus unidades durante 20 horas al día.
Mar del Plata se convirtió así, según esa organización, en la primera ciudad de América Latina en la que circula el «autobús ateo». Sin embargo, esta iniciativa durará apenas 30 días, dado que el Concejo Deliberante local tiene en estudio un proyecto para prohibir toda publicidad, y no sólo ésta, del transporte público de pasajeros.
Ni el obispado de Mar del Plata, ni las numerosas Iglesias evangélicas de la ciudad, se pronunciaron sobre la campaña supuestamente anticristiana. En tanto, la organización atea marplatense ya cosechó el apoyo la Asociación Civil de Ateos en Argentina (ArgAtea), que prevé llevar la campaña a otras ciudades del país.
«En la vía pública se ven muchas afirmaciones acerca de la existencia de divinidades y sus propiedades y nadie piensa que puede ofender a un ateo. Por eso, la campaña no debería ofender porque planteemos la posibilidad de que lo sobrenatural sea sólo ficción», explicó a la prensa Fernando Lozada, presidente de Ateos de Mar del Plata.
El primer autobús ateo recorrió las calles de Londres en marzo de 2009 por iniciativa de una periodista, que logró en breve lapso del apoyo del científico evolucionista Richard Dawkins y organizaciones de derechos humanos. Luego se extendió a otras ciudades británicas por el aporte voluntario de los ciudadanos, que llegaron a recaudar 150 mil euros para fomentarla. El mensaje ateo se expandió luego al transporte público de España e Italia, donde fue resistido por las Iglesias cristianas, que hasta organizaron contracampañas colocando en los ómnibus la leyenda: «Dios existe, disfutá de la vida en Cristo».
Después otros organizaciones ateas llevaron la propuesta a Canadá, Estados Unidos, Alemania, Finlandia, Brasil, Suiza y Croacia.
En algunos país, la leyenda fue considerada «ofensiva» y algunos pasajeros se negaron a viajar en las unidades que la llevaban.

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Martes, 16 de Febrero de 2010

Religión, desde el materialismo

Vistos en la sección Teselas.

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Viernes, 29 de Enero de 2010

Haití y la hipocresía cristiana

© Richard Dawkins
Visto en La Media Hostia

Sabemos lo que ha causado la catástrofe en Haiti, simplemente los movimientos de la placa tectónica caribeña frotando sobre la placa norteamericana; una fuerza de la naturaleza, indiferente al pecado, no premeditada, sin motivación, supremamente indiferente hacia la miseria o cualquier asunto humano.
La mente religiosa, en cambio, busca sin descanso un significado humano en los ciegos acontecimientos naturales. Como cuando el tsunami en Indonesia, del cual se culpó a la moral perdida en los bares para turistas; o el huracán Katrina, atribuido a la venganza divina sobre la ciudad entera de Nueva Orleans por servir de escenario a una comedia lésbica, u otros desastres, remontándonos al famoso terremoto de Lisboa y más atrás. Así que la tragedia de Haiti debe ser el pago por el pecado humano. El reverendo Pat Robertson ve la mano de Dios tras el terremoto, atribuyéndolo a una terrible retribución por el pacto con los viejos ancestros de los haitianos de hoy con el diablo que les permitió liberarse de la colonización francesa.
No hace falta decir que creyentes algo más amables se echan las manoz a la cabeza por las palabras de Robertson, tal y como rechazaron las de otros pastores, evangelistas, misioneros y mullahs en tiempos de desastres previos.
Qué hipocresía. Tan repugnantes como son los puntos de vista de Robertson, él es en cambio el cristiano que se pliega a la tradición cristiana. Esos agónicos teístas que ven el sufrimiento como una miseria intratable y a Dios en la ayuda, el dinero y los bienes que ayora fluyen sobre Haiti, o —lo más nauseabundo de todo— proclaman estar viendo a su Dios sufriendo en la cruz sobre las ruinas de Puerto Príncipe. Esos afligidos hipócritas niegan la piedra angular de su propia teología. Es el obsceno Pat Robertson el auténtico cristiano aquí.
¿Donde se metía Dios durante la inundación de Noé? Sistemáticamente hundiendo bajo las aguas al mundo entero, animales y humanos, como castigo por sus pecados. ¿Y mientras Sodoma y Gomorra se consumían por el fuego y el azufre? Deliberadamente pasando por la barbacoa a la ciudadanía y sus bienes como castigo por los mismos pecados. Queridos cristianos modernos, ilustrados y teológicamente sofisticados; vuestra religión está basada en una obsesión por el pecado, por el castigo y la expiación. ¿Dónde están vuestros argumentos para condenar a Pat Robertson, vosotros que habéis firmado la obscena doctrina de que el propósito central del nacimiento de Jesús era torturarse a sí mismo como cabeza de turco por los pecados de toda la humanidad, pasada presente y futura, empezando por el pecado de Adán quien —como cualquier teólogo moderno sabe— en realidad nunca existió? Por citar al presidente de un seminario teológico, escribiendo en esas mismas páginas.
«El terremoto en Haiti, como cualquier otro desastre en el planeta, nos recuerda que la creación gruñe bajo el peso del pecado y el juicio de Dios. Esto es tan cierto para cada célula de nuestro cuerpo como para la corteza terrestre en cada lugar del globo.»
Vosotros amables teólogos y clérigos en mitad del camino, seguid balando tan bien vestidos en vuestros púlpitos, renunciando la sugerencia de Pat Robertson de que los haitianos están pagando por su pacto con el diablo. Pero seguid adorando a un hombre quien —tal y como decís a vuestras congregaciones aunque ni vosotros lo creáis— «expulsaba demonios». Incluso creéis —o no corregís a vuestras multitudes cuando lo creen— que Jesús curó a un loco haciendo que los demonios dentro de él volasen sobre una manada de cerdos y los abalanzara sobre un precipicio. Una historia encantadora, calculada para inspirar y subir el ánimo en la lectura del domingo y en las clases para los niños. La mención de Robertson puede sonar absurda, pero porque no es más que un aficionado en ese juego. Sólo lee tu propia Biblia. Pat Robertson es fiel a ella. ¿Y tú?
Querido apologista educado, ¿cómo te atreves a derramar tus lágrimas cristianas cuando tu teología es al completo una celebración del sufrimiento como pago por el pecado o expiación por él? Puedes llorar por Haiti cuando Robertson no lo hace pero, al menos, en su ignorancia pueblerina, sostiene un espejo honesto mostrando la fealdad de la teología cristiana. No eres más que un hipócrita tal y como lo define la Biblia.

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Martes, 26 de Enero de 2010

«Tengo problemas con los que no creen en Dios»

Ateos no pueden desempeñar cargos públicos en 7 estados de EEUU

Por Alysia Patterson
Associated Press Publicado el 05/01/2010

Cecil Bothwell, concejal de Asheville City, cree que debe proscribirse la pena de muerte, preservarse el agua y reformarse el gobierno. Pero no cree en Dios.
Y sus opositores políticos consideran que eso último es un factor que le impide desempeñar su cargo.
La constitución de Carolina del Norte está del lado de esos detractores, que ahora amenazan con demandar a la ciudad ante los tribunales por tomarle juramento. Pero el anticuado requisito del estado, de que los servidores públicos crean en Dios, no puede hacerse cumplir, porque viola la Constitución del país.
«No me parece particularmente interesante la pregunta de si Dios existe o no, y ciertamente es irrelevante para un cargo público», señaló el funcionario recién electo, de 59 años.
Criado como presbiteriano, Bothwell comenzó a cuestionar las creencias cristianas desde muy joven, y se declaró ateo cuando tenía unos 20 años. Es miembro activo de la Iglesia Unitaria Universalista de Asheville y sigue celebrando la Navidad, colgando a veces adornos en un cactus.
Bothwell se postuló a finales de este año, basado en una plataforma que proponía también poner límites a la altura de los edificios céntricos y preservar los árboles en el corazón de la ciudad, proyectos que atrajeron a los votantes en esta comunidad predominantemente liberal, al pie de los Montes Apalaches.
El lunes 7 de diciembre, cuando Bothwell juramentó, utilizó una fórmula alterna, la cual no requiere que los funcionarios pongan la mano sobre una Biblia ni hagan referencia a «Dios Todopoderoso».
Eso enfureció a los activistas conservadores, quienes mencionaron un fragmento poco conocido de la Constitución de Carolina del Norte, el cual descalifica a los servidores públicos «que niegan la existencia de Dios Todopoderoso». La provisión fue incluida en 1868, cuando se redactó el documento, y no se revisó en 1971, cuando el estado enmendó su constitución.
Un adversario del concejal, H.K. Edgerton, amenaza con interponer una demanda ante un tribunal estatal contra el ayuntamiento, para que impugne el nombramiento de Bothwell.
«Mi padre fue ministro bautista. Soy un hombre cristiano. Tengo problemas con la gente que no cree en Dios», dijo Edgerton, fundador de Southern Heritage 411, una organización que defiende los intereses de los negros del sur.
El jefe de un semanario conservador dijo que los funcionarios de la ciudad eludieron su deber de acatar las leyes estatales al tomarle el juramento a Bothwell. David Morgan, editor del Asheville Tribune, dijo que está cansado de ver cómo la constitución se «arroja a la basura».
Bothwell no puede ser destituido por su ateísmo porque la provisión de Carolina del Norte no puede hacerse cumplir, de acuerdo con la cláusula de supremacía de la Constitución de Estados Unidos. Otros seis estados, Arkansas, Maryland, Pensilvania, Carolina del Sur, Tenesí y Texas, tienen provisiones similares que prohiben los servidores públicos ateos.
En 1961, la Corte Suprema federal ratificó que la ley federal prohibe que los estados requieran cualquier tipo de creencia religiosa para desempeñar un cargo, cuando se pronunció en favor de un ateo de Maryland que buscaba su nombramiento como notario público.
Pero las salvaguardas de la ley federal no necesariamente impiden que los funcionarios públicos ateos pasen años defendiéndose en la corte. El ateo declarado Herb Silverman ganó una batalla judicial de ocho años, en 1997, cuando el tribunal superior de Carolina del Sur le otorgó el derecho a ser nombrado como notario, pese a la ley estatal.
Bothwell dijo que un desafío legal a su nombramiento sería «gracioso», pero considera que los esfuerzos de sus contrincantes tienen más relación con aspectos políticos que religiosos.
«Son los opositores políticos locales, quienes buscan cambiar el resultado de una elección que perdieron», señaló Bothwell.

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Viernes, 1 de Enero de 2010

La brutalidad de los textos sagrados

© Diego Marinelli
Publicado en Ñ del diario Clarín

Que un historietista se decidiera a hacer una versión del Génesis no es tan raro. Muchos de los grupos cristianos que van de casa en casa en busca de nuevos fieles llevan consigo materiales de propaganda en los que aparecen relatos dibujados de pasajes de la Biblia. En Estados Unidos, incluso, hay toda una industria de cómics cristianos, que no venden lo que las revistas de superhéroes, pero de todas formas son bastante populares. Y en la Argentina de los primeros años 80 se vendía en los kioscos de diarios un coleccionable llamado La Biblia para niños que contaba el Nuevo Testamento a través del lenguaje de la historieta, con personajes de caras redondas y ojos grandes, al estilo del manga japonés. Salía los martes.
Lo que llama la atención es quien se lanzó a hacer su propia versión de los textos sagrados. Pocos de los muchos fanáticos que tiene por el mundo Robert Crumb se imaginaban que el gran maestro del cómic underground iba a salir de su largo letargo creativo con una obra inspirada en el Génesis. Y el asombro está dado, sobre todo, porque Crumb se hizo famoso gracias a historietas libertinas que narraban sus obsesiones con las mujeres y daban testimonio del desenfreno lisérgico de los hippies de San Francisco, durante la década de 1960. Que Robert Crumb publique un cómic sobre el Génesis era tan impensado como que Mick Jagger escribiera un libro sobre el valor de la castidad. Pero ocurrió.
No sólo ocurrió, sino que, además, es una versión extremadamente respetuosa, casi literal, que deja en nada las sospechas de que iba a tratarse de una relectura salvaje del Antiguo Testamento, marcada por el erotismo y la ironía que conforman el ADN de la obra de Crumb. Eso no es, sin dudas, lo que esperaban los amantes del cómic cuando se anunció la aparición del libro, cuya edición en castellano acaba de ser presentada en España por la editorial La Cúpula y previsiblemente será distribuida muy pronto en la Argentina.
La historia del Robert Crumb que revolucionó el lenguaje de las historietas comienza en 1967, cuando se mudó a San Francisco, donde estaba estallando el «verano del amor». Hasta entonces se había ganado la vida dibujando tarjetas de felicitación y haciendo ilustraciones para pequeños medios de prensa, así que la llegada a San Francisco le voló la cabeza –literalmente–, ya que allí comenzó a experimentar con drogas alucinógenas, a frecuentar salas de música donde actuaban grupos psicodélicos como Jefferson Airplane y a disfrutar de las bondades del amor libre. Allí, al poco de desembarcar, fundó Zap Comix, una revista legendaria en la que publicaba tiras que describían el alocado entorno que lo rodeada y que hoy es considerada como la primera piedra del cómic underground (hasta entonces los cómics eran fundamentalmente un fenómeno manejado por grandes editoriales y no tocaban temas considerados conflictivos).
Antes de largarse a vivir en una granja, siguiendo la premisa hippie, y luego a un pequeño pueblito francés, Crumb tuvo tiempo para crear personajes profundamente representativos de los 60, como Fritz El Gato y Mr. Natural, e ilustrar la tapa de discos emblemáticos de esa década como Cheap Thrills, de Big Brother and the Holding Company, el grupo de Janis Joplin. Además, fue quien impulsó la carrera de Harvey Pekar –otro gran ícono del cómic independiente–, encargándose de los dibujos de sus primeros álbumes, y realizó varios libros maravillosos dedicados a músicos de jazz y blues. Un recorrido creativo que está retratado de una manera realmente estupenda en el documental Crumb (1994), dirigido por Terry Zwigoff y producido por David Lynch.

Y Dios dijo: «¡Haya luz!»
Robert Crumb creció en el seno de una familia profundamente católica y es muy probable que con este cómic esté cerrando el círculo que abrió al renegar de las buenas costumbres cristianas, allá por los ’60. No se trata de volver a abrazar la fe perdida, sino de regresar a los relatos que marcaron su infancia con la intención de redescubrirlos, de encontrar en ellos símbolos que le permitan comprender el mundo. «Yo no creo que la Biblia sea la palabra de Dios, sino las palabras de los hombres. No obstante es un texto poderoso, con muchas capas de significado que profundizan en nuestro inconsciente colectivo, en nuestro inconciente histórico», reflexiona Crumb sobre este abordaje en el Génesis, el primero de los cinco libros del Antiguo Testamento, donde se compilan episodios fundacionales de la tradición judeo-cristiana como la Creación, Adán y Eva en el Jardín del Edén, la historia de Caín y Abel, la Torre de Babel y el Diluvio, además del nacimiento de las tribus de Israel. «En ciertos pasajes, si creía que mis palabras podían aclarar el sentido del texto, he realizado una interpretación propia», devela Crumb. «Pero me controlé y no me permití demasiado a menudo ese ejercicio de creatividad».
Dado que los textos son transcripciones prácticamente literales, la impronta autoral hay que buscarla en la expresividad de los dibujos y en los fragmentos que Crumb decidió recortar y dotar de una importancia mayor. Así, es posible reconocer las típicas obsesiones de Crumb en la relevancia que tienen dentro de su libro los conflictos cotidianos de las tribus de Israel. Las familias de los patriarcas aparecen retratadas como colectivos humanos brutales en los que hay hijos que traicionan a los padres, hermanos que intentan asesinar a otros hermanos, mujeres celosas y terribles que compiten por el amor de los profetas, intentos de violación, esclavas sometidas sexualmente y otros etcéteras por el estilo que no son inventos de la mente afiebrada de Crumb sino que están tomados fielmente de los textos sagrados.
Una vez que pasan los episodios de la Creación y el Diluvio, el resto de la obra podría leerse casi como una bestial novela rosa cuyos escenarios son los antiguos territorios de Asia Menor. Un mundo primitivo en el que, sin embargo, se establecieron muchas de las normas morales que rigen la vida de numerosos ciudadanos de las sociedades actuales. Con su trazo detallista y expresivo, Crumb pone en marcha la delicadísima tarea de dar humanidad a personajes intocables por su condición de figuras veneradas y decide mostrar sus acciones tal cuál fueron contadas, para que sea el lector el que saque sus propias conclusiones. Sin burlas ni reinterpretaciones. Llegados a este punto, hay que decir que se trata de un comic ambicioso y magnífico, una obra destinada a pasar a la historia del género. El desafío que se impuso Crumb justifica todos los honores: dotar de vida a un texto sagrado e intocable, volverlo mundano, imperfecto, brutal. Tal como el mundo que se creó a partir de sus enseñanzas.

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Domingo, 20 de Diciembre de 2009

A la cama con la Virgen María

Controversia por el cartel en una iglesia anglicana

SIDNEY, Australia– Un cartel que muestra a María y José en la cama y se burla de la noción de la concepción inmaculada de la Virgen sembró la polémico cuando fue erigido ayer por una Iglesia Anglicana progresista en Nueva Zelanda, frente al templo.
«Pobre José. Debe de ser duro ir detrás de Dios», reza el pie de foto de la imagen colocada delante del templo de San Mateo en la ciudad neozelandesa de Auckland, informaron los medios locales.
Los responsables de la iglesia afirmaron que la intención del cartel era que los fieles se replantearan el auténtico significado de la Navidad.
El vicario, Glynn Cardy, explicó que la imagen quería atacar los estereotipos sobre la concepción inmaculada de Jesús y generar un debate sobre el asunto.
«Queríamos ridiculizar la noción literal de un Dios masculino en el cielo quien de alguna manera u otra logró impregnar a María. Cuestionamos en sentido literal tanto cómo fue concebido Jesucristo como la masculinidad de Dios en cualquier sentido literal», detalló Cardy, quien admitió que su Iglesia tiene ideas muy liberales.
En el cartel, que imita el estilo de los frescos renacentistas, José aparece apesadumbrado y cabizbajo en el lecho matrimonial, mientras María, con cara de decepción, mira hacia arriba, al parecer buscando a Dios.
La portavoz de la diócesis de la Iglesia Anglicana en Auckland, Lyndsay Freer, criticó la imagen por implicar que María y José se recurrieron a relaciones sexuales para concebir a Jesús, algo «inapropiado, irrespetuoso y ofensivo hacia los cristianos».
«Un cartel así es más propio de un grupo anticristiano que quiere mofarse de la divinidad de Dios», declaró a la radio nacional.
Freer señaló que la concepción de Cristo es una importante cuestión teológica que no puede ser analizada a la ligera, por lo que la estrategia de Cardy «no generará ningún debate inteligente sobre el tema».
A las pocas de levantarse la marquesina, ésta sufrió pintadas de radicales y vándalos, mientras cientos de fieles defendieron y atacaron casi en igual número la iniciativa a través de mensajes escritos en la página web de la iglesia (Agencia Efe).

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Martes, 1 de Diciembre de 2009

La unión de los ateos es posible y deseable

© Fermín Huerta Martín

Este artículo pretende refutar la opinión de Gustavo Bueno expuesta al comienzo de su libro La fe del ateo y que dice así:

«Tenemos que considerar como producto de un puro embrollo, y una patológica e indocta confusión de ideas, hablar del ateísmo como si pudiera designar una posición unitaria capaz de servir de fundamento para algún movimiento social o político consistente».

Considero, al contrario que Gustavo Bueno, que si existe una «posición unitaria», aunque sea sobre mínimos, que fundamente un movimiento ateo, y que quizás la confusión de ideas provenga del que hace tal afirmación.
Bueno usa una serie de ejemplos de distinciones de ateos para justificar su tesis y que me van a servir de base para contestarle, son las siguientes:

Ontológicos/Ónticos. Privativos/Negativos. Esenciales/Existenciales.

Católicos/Musulmanes. Anarquistas/Nazis. Comunistas/Liberales.

Politeístas/Monoteístas. Militante/No practicante. Anticlerical/Clerical.

Primera distinción: ateos ontológicos, ateos ónticos
Esta distinción queda eliminada sin ningún problema cuando nos atenemos a un argumento que queda ejemplarizado en esta entrada de la Wikipedia:

«El término ateo tuvo su primer uso en la Roma antigua, para designar a todo aquel que no creyera en los dioses del panteón romano, en particular, y curiosamente a los cristianos.
A raíz de la confluencia de las religiones en el mundo, el sentido etimológico de la palabra tomó todo su significado para aplicarse a todos los dioses, ya que parecía injusto designar ateístas a quienes creían en cierto dios, razón por la cual el término se limitó a las personas que no creyesen en ningún dios. Actualmente ya no se usa el adjetivo ateo para designar a los que no creen en unos dioses aunque crean en otros».

El que hizo esa entrada evidentemente no conocía a Gustavo Bueno y sus seguidores, sino no hubiera dicho que actualmente no se usa el término ateo de esa manera, así por ejemplo lo usa Atilana Guerrero en su artículo Un «bus ateo», sí, pero ateo protestante, publicado en El Catoblepas nº 85:

«En efecto, todo teísta católico, pongamos por caso, es ateo del resto de religiones monoteístas y politeístas, en la medida en que dichas religiones, desde su punto de vista, proclaman falsos dioses. Ateos se les llamó a los cristianos por parte de los paganos, como de Sócrates decía Voltaire que era el ateo que creía en un solo Dios».

Una vez aceptado que el ateo niega a todos los dioses, la especificación ateo ontológico, ateo óntico, desaparece.
El ateo niega los dioses ónticos, por ejemplo, el Demiurgo del Timeo platónico, los dioses corpóreos de los epicúreos, el Dios antropomorfo de Cleantes (de los Diálogos de Hume), incluso, el Gran Ser de Augusto Comte, o el Zeus de Hanson. También los dioses ontológicos, como el Acto Puro de Aristóteles, el Uno de Plotino, el Dios del argumento ontológico de San Anselmo, pero también el Dios de Gaunilon, el Dios de las cinco vías de Santo Tomás, el Dios de Leibniz o el Dios panteísta, o, si se quiere, el Dios panenteísta. También el Dios de Kant.
Niega hasta los dioses que aún no conoce, a todos los dioses. También se elimina así la distinción ateo monoteísta, ateo politeísta.

Segunda distinción: ateos privativos, ateos negativos
Una distinción puramente psicológica sin mayor importancia, que me resulta realmente sorprendente que Bueno utilice. Un ateo que se definiese a sí mismo como privativo, que se sintiese mutilado por haber perdido la fe religiosa, sería un ateo inmaduro, recién llegado, en transición, en cualquier caso, no es lo que le ocurrió a él, según nos cuenta en Cuestiones cuodlibetales sobre Dios y la religión, donde dice:

«También cabía (y éste fue mi caso) una ruptura privada, inconfesable, que tampoco era necesariamente dolorosa (no lo fue en mi caso) puesto que podía ir acompañada de compensaciones psicológicas muy claras, como podían serlo la sensación de haber “descubierto el secreto”, o el sentimiento de superioridad sobre “las pobres gentes” que iban a besar el pilar sobre el que descansa la Virgen».

Una distinción que parece realizada más por las ganas de buscar diferencias entre los ateos que por su importancia real. Que puede dar juego en una conversación entre dos ateos, preguntándose mutuamente por el origen de su convicción:

«¿Cómo llegaste al ateísmo?». El ateo negativo diría: «mis padres me educaron así». El ateo privativo diría: «Yo era un devoto católico hasta que se me ocurrió leer La genealogía de la moral de Friedrich Nietzsche».

Tercera distinción: ateos esenciales, ateos existenciales
Dice Bueno en La fe del ateo: «Desde la perspectiva del ateísmo esencial, en la que por supuesto nosotros nos situamos, las preguntas habituales: “¿Existe Dios o no existe?”, o bien: “¿Cómo puede usted demostrar que Dios no existe?”, quedarían dinamitadas en su mismo planteamiento, y con ello su condición capciosa. En efecto, cuando la pregunta se formula atendiendo a la existencia (“¿existe Dios?”) se está muchas veces presuponiendo su esencia –o si se quiere, el sujeto gramatical y no el predicado– (si la existencia se toma como predicado gramatical en la proposición: “Dios es existente”) y esto supuesto es obvio que no es posible la inexistencia de Dios, sobre todo teniendo en cuenta que su existencia es su misma esencia ; y dicho esto sin detenernos en sus consecuencias, principalmente en ésta: que quien niega la esencia de Dios está también negando la existencia, precisamente en virtud del mismo argumento ontológico que los teístas utilizan».
Habría que decir entonces que si «su existencia es su misma esencia» y quien niega la esencia de Dios niega también su existencia, entonces los que niegan su existencia están negando también su esencia. En todo caso la presuposición de su esencia se dará en quien realiza la pregunta: ¿existe Dios?, pero no en la respuesta negativa, si es verdad que su «existencia es su misma esencia». Porque al negar la existencia de Dios se estará negando su esencia y con ello también la posibilidad de la pregunta.
Bueno en el pasado ha negado la existencia de Dios, recientemente por ejemplo en La Nueva España, 13 de diciembre de 2008.
El argumento del ateísmo esencial que desarrolla en La fe del ateo es tan brillante, que a los ateos, que en general somos gente de mente abierta, no nos cuesta reconocerlo y admitirlo, recientemente lo hizo Puente Ojea (ateo y adversario intelectual de Bueno en ocasiones) en el periódico Público el 18 de mayo de 2009.
Por todo ello pretender que la distinción esencial/existencial es un impedimento para formar un «movimiento social consistente» es totalmente ridículo.

Cuarta distinción: ateos católicos, ateos musulmanes
Dice Gustavo Bueno en La fe del ateo:

«La interpretación simplista (unívoca) del ateísmo monoteísta impide (teniendo en cuenta que el ateísmo es una situación a la que los hombres llegan después de haber creído en Dios) percibir diferencias importantes entre, por ejemplo, un ateo procedente del judaísmo, otra vez del catolicismo y una tercera vez del islamismo. No es lo mismo, en efecto, ser ateo judío, que ser ateo católico o ateo musulmán, de la misma manera que los emigrantes de diversos países que, ya en Londres, han olvidado sus idiomas respectivos para hablar inglés, conservan unas veces el acento pakistaní, otras el acento indonesio y unas terceras el acento ceilandés. El ateísmo tiene también, según esto, diferentes “acentos” o coloraciones: la coloración propia del ateísmo judío, el acento propio del ateísmo católico o quizá el color del ateísmo mahometano.»

Evidentemente no es lo mismo.
Podríamos especificar más y decir por ejemplo que no es lo mismo ser ateo católico catalán que ateo católico andaluz. O especificar más y decir ateo católico soriano o ateo católico sevillano.
Puestos a buscar diferencias, podríamos encontrar muchas en función de la imaginación que tengamos. Pero el mismo Bueno da con la solución al problema en su ejemplo cuando dice que los emigrantes hablan todos el mismo idioma, el inglés, aunque sea con acentos diferentes, lo importante es poder comunicarse con un idioma común, lo importante es que cada colectivo de ateos, localizado en una nación determinada, al negar las respectivas religiones en las que han sido educados y después todas las demás religiones, disponen de un lenguaje en común que les permite comunicarse y ponerse de acuerdo (o no) a pesar de sus respectivas diferencias que se darán siempre.
Porque una cosa es que el ateísmo tenga «acentos» y otra es suponer, como dice en su libro España no es un mito: «El ateo católico español, incluso en los casos de anticlericalismo más radical, sigue moldeado, en negativo, por el catolicismo. Y del mismo modo que un español, trasplantado a Inglaterra, logra hablar correctamente el inglés, pero conservando siempre el “acento español”, así también un católico “trasplantado al ateísmo” conserva siempre el acento católico, incluso en sus negaciones, y por ello no se confunde con el ateo que conserva el acento musulmán, o con el ateo que conserva el acento protestante, o con el ateo que conserva el acento budista».
Porque entonces la distinción que sobraría sería la de ateo privativo, ateo negativo. Ya que los ateos privativos estaríamos en realidad presos de la influencia de la religión en que nos educaron para siempre de tal forma que nunca llegaríamos a la plenitud atea de los ateos negativos.
En cualquier caso, esta opinión de Bueno entraría en contradicción con lo dicho en su artículo Sobre la obligatoriedad de la asignatura «Religión» en El Catoblepas nº 27:

«Y habrá que tener en cuenta que los propios cursos de religión católica, desarrollados según el “método escolástico”, ni siquiera constituyen un obstáculo para que el alumno pueda distanciarse, sin trauma alguno, de la misma religión».

Quinta distinción: ateos anarquistas, ateos nazis, ateos comunistas, ateos liberales
Evidentemente hay ideologías que son incompatibles con determinados «movimientos sociales consistentes». Un nazi no colaboraría con una ONG de ayuda a inmigrantes. Un creyente no pertenecería a una organización atea, ni un ateo a una cofradía andaluza. Un comunista o anarquista no se afiliaría a las juventudes del Partido Popular, etc.
Luego existen otro tipo de asociaciones donde el mero hecho de entrar arrinconaría la ideología determinada para propiciar otros objetivos, como por ejemplo: una peña de un equipo de futbol, una organización ecologista, un grupo antitaurino, una asociación antitabaco, una asociación vecinal, o un grupo ateo.
En este sentido dice Mario Bunge en su libro Filosofía política pág. 256:

«Por último, recordemos que, afortunadamente, algunos vínculos sociales, tales como los de parentesco, amistad o vecindad, e intereses comunes de diverso tipo pueden, normalmente, superar las divisiones ideológicas. Este es el motivo por el cual personas con ideologías y lealtades partidarias muy diferentes pueden unirse a las mismas asociaciones no políticas».

Además, Bueno elige deliberadamente estas ideologías políticas tan remarcadas (y que exceptuando el liberalismo son minoritarias en la España actual) debido a su tesis de la ecualización entre izquierda y derecha. Si hubiera elegido posturas como centroizquierda o centroderecha o socialdemocracia, dada su tesis de la ecualización, se podría decir que un grupo ateo compuesto de gentes de estas ideologías no tendrían verdaderos motivos de enfrentamiento ideológico.
Finalmente, a la experiencia me remito, dado que existen organizaciones ateas en las que me imagino hay diversidad ideológica, esta claro que esta diversidad no merma su consistencia.

Sexta distinción: ateos militantes, ateos no practicantes
Habría que especificar qué se entiende por militante, si se entiende pertenecer a una organización atea o tomar iniciativas prácticas sin estar asociado a ninguna organización. (Dada la cantidad de diferencias que encuentra Bueno entre los ateos, si esto fuera cierto, no podrían existir ningún tipo de organización de esta clase, a lo sumo organizaciones ateas de un solo miembro).
Si militantes solo fuesen los primeros habría que hacer dos distinciones: militante, no militante y practicante, no practicante. Así un ateo sería militante mientras tuviese el carnet de turno, sería practicante mientras practicase el ateísmo. Dado que no pertenezco a ninguna asociación atea, mientras escribo este artículo soy ateo practicante, cuando escucho música soy ateo no practicante.
Pero estas distinciones no significarían un obstáculo para una «posición unitaria», a no ser que crea que «posición unitaria» solo puede significar que todos los ateos estemos asociados a la misma organización atea internacional.
Los ateos en general, militantes o no, practicantes o no, podemos participar de esa «posición unitaria», por lo que todos rechazamos como ateos. Ésa es la base de las posteriores organizaciones ateas, cada una con sus particularidades.

Séptima distinción: ateo anticlerical, ateo clerical
Un ateo clerical es un oxímoron, un disparate. Yo puedo hacer una valoración de las actividades del clero actual en España y escribir una lista de cosas con las que estoy en contra y cosas con las que estoy a favor, por ejemplo: Estoy en contra de todo aquello que dependiendo del clero (particular) invade el espacio general de forma permanente. Una procesión no entraría en esta categoría, reconozco el derecho de los católicos a salir en procesión igual que reconozco el derecho de los sindicalistas a salir en manifestación, (ver mi artículo Gustavo Bueno y los crucifijos). Como es, que anuncien las misas tocando las campanas para llamar a los fieles. Es tan absurdo como si los cines anunciaran cuando empieza una película tirando cohetes artificiales, que pongan una cartelera en la entrada del templo con los horarios para información de los interesados.
Estoy en contra de los crucifijos en los lugares públicos.
Estoy en contra de la presencia del clero en el ejército tal como esta ahora en España.
Estoy en contra cuando quieren tener privilegios en la enseñanza de la religión católica en los colegios públicos.
Estoy en contra de que cuando la iglesia no alcanza para autofinanciarse lo haga el Estado al que se critica vorazmente.
Por el contrario estoy a favor de la labor que realizan organizaciones vinculadas a la Iglesia como Caritas, de carácter social, o con los curas que se implican en luchas sociales al nivel que sea para mejorar colectivos desfavorecidos que ayudan alcohólicos o drogadictos o sin techo o inmigrantes, etc. Aunque es verdad que pienso que estas labores las debería realizar el Estado.
Si algún día desaparecieran de la lista todas las cosas con las que estoy en contra, ¿tendría que volverme clerical? En ese momento la convivencia con el clero sería mejor que la actual, pero naturalmente seguiría existiendo la figura del cura, que es alguien a quien un ateo debe considerar como poco, profundamente equivocado en sus convicciones y como mucho, difusor de mentiras, entontecedor del pueblo y retrógrado de ideas.
Gustavo Bueno y parte de sus seguidores, recientemente y ante el temor de la amenaza islamista ha decidido volverse ateo clerical a la vez que parece sostener la interesante teoría de que el catolicismo es una fábrica de ateos (ver mi artículo La cruz del materialismo filosófico).
Que el lector saque sus propias conclusiones.
No quisiera terminar este artículo sin un último comentario al mencionado texto de Atilana Guerrero. Ella cierra su artículo con tres perlas, primero dice que los ateos no pueden aceptar la libertad de pensamiento, debe referirse a los católicos, que según ella son «ateos del resto de las religiones», porque los ateos-ateos actuales defendemos la libertad de pensamiento, principalmente porque es una manera de defendernos a nosotros mismos. Segundo dice que el ateísmo es incompatible con la laicidad, esta vez le responderá Puente Ojea, dice en su libro Ateísmo y religiosidad:

«El pensamiento ateo exige, ciertamente, la implantación efectiva del principio del laicismo como el único capaz de garantizar en la vida pública una tolerancia genuina que sitúe todas las ideologías en efectivo pie de igualdad en una sociedad democrática secularizada, y, por ello, la liquidación de toda forma de hegemonía clerical».

La última perla no tiene desperdicio. Dice:

«Un ateo esencial católico siempre agradecerá a la Iglesia, por el contrario, que en la batalla contra las supersticiones y las diversas creencias religiosas, ésta le allane el camino, quedando frente a frente con un rival, al menos, digno. Con lo que no podrá estar en contra de la privilegiada situación de la Iglesia en España para dar cabida a cuantas religiones “libre y democráticamente” la gente practique».

Primero, esto lo dice repitiendo la consigna que Gustavo Bueno establece en su artículo ¡Dios salve la razón!, en el apartado titulado «El Dios de los cristianos y su papel salvador de los extravíos de la razón por los cauces de la superstición».
La cuestión es doblemente grave porque Bueno reconoce:

«Aún concediendo a los críticos la existencia de componentes supersticiosos de muchas prácticas utilizadas por los cristianos, bastaría tener en cuenta la progresiva extensión de sus normas y la asunción de su disciplina, para atribuir a estas prácticas la condición de “principios de racionalización”, es decir, para dar cuenta de su capacidad para erigirse en criterios de “organización del caos”. Por decirlo así, una superstición, cuando alcanza una universalidad y funcionalismo normativo constante y parsimonioso que le permite alcanzar la victoria sobre otras supersticiones múltiples en caótica ebullición, se constituye a sí misma como canon eficaz de “racionalización del caos”».

Es decir cuando una superstición triunfa, cambia de nombre y se le llama «principio de racionalización».
Luego continúa y dice:

«El cristianismo, al oponerse a las supersticiones, estableció un canon de racionalidad que salvó en los siglos sucesivos, y en numerosas ocasiones, a la razón de la “hemorragia supersticiosa”».

En realidad tendría que decir: «las supersticiones cristianas, al oponerse a otras supersticiones, estableció un canon de racionalidad que salvó en los siglos sucesivos, y en numerosas ocasiones, a la razón de la “hemorragia supersticiosa”».
Lástima que el cristianismo no salvara a la razón de la «hemorragia cristiana».
Luego dice:

«La misma conducta de los inquisidores (sobre todo en la Inquisición española) representó en muchas ocasiones un principio de racionalidad ante la pululación de fenómenos patológicos –aquelarres, posesiones y obsesiones diabólicas, brujerías…– que habitualmente se atribuían a Satán, o ni siquiera».

Lástima que los aquelarres, posesiones, etc., sigan existiendo todavía.
Es decir Atilana, que no hay motivos para agradecer a la iglesia nada en la batalla contra las supersticiones, que conviven felizmente dentro y fuera del cristianismo en la actualidad. Para comprobar eso hay que tener mas contacto con católicos mundanos y menos con católicos académicos o leer revistas como El Escéptico.
Para finalizar, las distinciones elegidas por Bueno, en ningún caso serían un impedimento para una posición unitaria atea. Posición ésta con la que los miembros del materialismo filosófico deberían colaborar en lugar de obstaculizar buscando distinciones absurdas, o queriendo desmarcarse del resto de ateos a toda costa con supuestos argumentos o descalificaciones detrás de los cuales sólo hay elitismo o clasismo (sólo cabria hablar de ateos académicos que serían ellos y de ateos mundanos, vulgares, indoctos, simplistas, ingenuos, univocistas y papanatas, que seríamos todos los demás).
Todavía peor que eso es alinearse con el clero en la defensa del crucifijo o en contra del matrimonio gay o en contra del aborto.

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Sábado, 28 de noviembre de 2009

La virgen de la cocaína


EFE- El film mexicano Morenita, el escándalo promete caldear los ánimos con el cartel que lo promociona, en el que se ve a la virgen de Guadalupe, símbolo nacional, delineada con lo que parece cocaína y junto a tres balas
«El bien y el mal están en el mismo cartel, yo quiero ponerlo como un símbolo», ha explicado en conferencia de prensa el director de la cinta, el mexicano Alan Jonsson, quien ha reiterado en varias ocasiones que no busca ofender a nadie con la imagen, pero ha admitido que se buscó llegar hasta una imagen que llamara la atención.
«Ser mexicano es ser guadalupano», ha explicado en referencia a la devoción que profesa gran parte del país y que hace a la «morenita del Tepeyac» medular para México. La virgen de Guadalupe es un icono de la identidad mexicana.
Morenita, el escándalo narra cómo un joven, por una deuda con el narcotráfico, se ve forzado a robar la imagen sagrada de la virgen expuesta en la Basílica capitalina, corazón religioso del país.
La imagen, protegida en la realidad por fuertes medidas de seguridad, quedó grabada en el ayate (poncho) del indígena Juan Diego después de que se le apareciera la virgen, según la tradición.
Hace siete años, el estreno de El crimen del Padre Amaro, protagonizada por Gael García Bernal, fue objeto de fuertes protestas, debido a que cuestionaba el celibato, involucraba una imagen de la virgen, y hablaba de aborto.
«La gente ha cambiado, ya no es tan fácil que se impresionen tanto», ha apuntado por su parte el crítico de cine Gerardo Gil, aunque el 90% de los mexicanos se declara católico, según datos oficiales.
Gil ha descartado que los grupos de presión se hayan interesado por Morenita, ya que el filme no transgrede ningún dogma católico y «también han aprendido a no hacerlo» para no dar publicidad extra a una obra.
«El director quiso generar la polémica, pero a la hora de la hora le tembló la mano», ha añadido el crítico, que ha agregado que lo que se cuestiona no es si la imagen es o no legítima, «sino la moral que hay detrás de eso».
Jonsson rodó la peregrinación anual para honrar a la virgen, que atrae a millones de personas cada 12 de diciembre, y enseñó el material a la curia, que lo tomó como parte de un documental.
La Iglesia aún no se ha pronunciado públicamente sobre el tema, pero, con polémica o sin ella, el protagonista del film, Horacio García, considera que estrenar la película, tal y como está el cine mexicano, y encima con 200 copias, «ya es un milagro».

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Jueves, 12 de noviembre de 2009

Nobel de Física y «apóstol del ateísmo»

© Daniel Utrilla
Publicado en El Mundo

Contraviniendo todas las leyes de la Física, Vitali Ginzburg no dejó de trabajar ni un solo día después de cumplir los 90 pese a la insuficiencia cardiaca que lastraba su salud.
Nobel de Física en 2003 por sus aportaciones a la teoría de los materiales superconductores (fue el octavo ruso galardonado con este premio), Ginzburg participó en la fabricación de la primera bomba de Hidrógeno de la URSS (probada en 1949), y se convirtió en un fervoroso apóstol del ateísmo tras la caída del régimen comunista.
Ginzburg, cuya actividad intelectual abarcó la Astrofísica, la Radioastronomía (estudió el origen de la radiación cósmica, la corona solar y los campos magnéticos intergalácticos), la Termodinámica de los fenómenos ferroeléctricos e incluso la Óptica de cristales, no creía en nada más allá del mundo físico. Ateo confeso y materialista convencido, remitió en 2007 junto con otros 10 científicos una carta abierta a Vladimir Putin, entonces presidente de Rusia, en la que criticaba el papel exagerado de la Iglesia Ortodoxa en la sociedad y satanizaba la enseñanza de Religión en las aulas. «Si creyera en Dios, me despertaría cada mañana diciéndole: “Gracias, Señor, por haber hecho de mí un físico teórico”», bromeó una vez en una entrevista televisada.
A lo largo de sus 93 años de vida, Ginzburg demostró una capacidad de trabajo sobrenatural. Durante 40 años impartió puntualmente un seminario semanal en el Instituto de Física de la Academia de las Ciencias de Rusia, una cita intelectual que uno de los entusiastas que participaban en ella definió una vez como «orgía cerebral». En 2001 Ginzburg ofició el último de sus 1.700 seminarios.
Por encima de sus pobladas cejas se extendía uno de los cerebros más brillantes de la Física teórica de la Unión Soviética. Ginzburg quedó imantado por la Física ya desde su más tierna infancia, cuando los boletines científicos desplazaron a los cuentos como lecturas de cabecera.
Nacido en 1916 en el seno de una familia judía de ingenieros, sólo pudo estudiar cuatro años en la escuela, debido a que su escolarización se vio interrumpida por las reformas educativas impuestas por Lenin.
Ginzburg se sacó el graduado escolar cuando ingresó en la universidad. En 1938 se graduó en la Facultad de Física de la universidad MGU, y en 1942 se doctoró coincidiendo con la invasión nazi de la URSS. Aquel invierno Ginzburg lo pasó en Kazán, donde el frío lo atenazó, apenas tenía comida y el agua se congelaba en la habitación. En 2003, en la ceremonia de entrega del Nobel de Física, bromeó acerca de aquel crudo invierno en Kazán, en el que situó el origen de su inexplicable atracción por «las bajas temperaturas», condición clave para que los materiales se transformen en superconductores de electricidad.
Entre 1942 y 1962, encabezó la cátedra de transmisión de ondas en la Facultad de Física de Gorki (actual Nizhni Novgorod). A finales de los 40, Ginzburg comprobó, además, que no había en el mundo físico sustancia más inflexible que la muralla del Kremlin: el antisemitismo oficial cargó contra él después de haberse casado en segundas nupcias con una mujer acusada en 1944 de participar en un complot contra Stalin.
Cuando su destino ya parecía marcado con plomo, fue reclutado para participar en la fabricación de la primera bomba de Hidrógeno junto al académico Andrei Sajarov. Por ello recibió la orden de Lenin y el premio Stalin de primer nivel. «Me salvó la bomba de hidrógeno», confesó Ginzburg en un artículo escrito para la comisión del premio Nobel.
En 1951, sin embargo, fue apartado del proyecto en medio de una nueva ola de antisemitismo desatada por Stalin, cuya muerte en 1953 lo salvó de forma providencial de una condena segura.
Ginzburg compartió el premio Nobel con Alexei Abrikosov y Anthony Leggett por sus aportaciones a la teoría de la superconductividad, que desarrolló en 1950 junto con el eminente físico Lev Landau. Las aplicaciones de la superconductividad se encuentran hoy en las máquinas de resonancia magnética de los hospitales e incluso en circuitos digitales y filtros de radiofrecuencia para estaciones de telefonía móvil. Ginzburg también formuló teorías sobre la propagación de ondas electromagnéticas en plasmas y el origen de la radiación cósmica.
Autor de más de 400 artículos científicos, y de 12 monografías que son libros de cabecera para miles de científicos, Ginzburg fue redactor jefe de Éxitos de las ciencias físicas, una de las más influyentes revistas científicas de la URSS
«Soy materialista, soy ateo, y soy partidario de la democracia, de la democracia y una vez más de la democracia», dijo en una de sus últimas entrevistas consciente de que la democracia, más que una ciencia exacta, es casi un milagro.
No en vano, Ginzburg dirigió en 2005 un llamamiento para impedir el deslizamiento de Rusia hacia el pasado totalitario.
Vitali Ginzburg, científico, nació el 4 de octubre de 1916 en Moscú, donde murió el 8 de noviembre de 2009.

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Lunes, 26 de Octubre de 2009

Un ateo toca tu puerta

© Alejandro Agostinelli
En Magia Crítica

Dos ateos militantes salieron a golpear puertas, tocar timbres e interceptar transeúntes para predicar la inexistencia de Dios. Visitaron Salt Lake City, Utah, estado donde cerca del 60 % de la población es mormona.
Llevaron bajo el brazo un ejemplar de El origen de las especies, escrito por el profeta secular, Charles Darwin, y muchas pero muchas ganas de explicar por qué la Santa Biblia es puro cuento.
En este videíto, que conocí gracias a Moisés Garrido, muestran cómo les fue.
¿Cómo reaccionas cuando un mormón o un Testigo de Jehová toca tu puerta?

Ver también aquí.

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Miercoles, 21 de Octubre de 2009

Saramago apunta contra Benedicto


© Juan Lara
Efe

El Premio Nobel de Literatura 1998, José Saramago, ha acusado al papa Benedicto XVI de «cinismo» y ha dicho que a la «insolencia reaccionaria» de la Iglesia hay que responderle con la «insolencia de la inteligencia viva».
«Que Ratzinger tenga el valor de invocar a Dios para reforzar su neomedievalismo universal, a un Dios que jamás ha visto, con el que nunca se ha sentado a tomar un café, demuestra solamente el absoluto cinismo intelectual del personaje», expresó Saramago en un coloquio con el filósofo italiano Paolo Flores D’Arcais, quien publica Il fatto quotidiano, en coincidencia con su visita a Roma.
Saramago se encuentra desde ayer en la capital italiana para presentar su libro Los cuadernos y reunirse con amigos italianos, como la Premio Nobel de Medicina 1986, Rita Levi Montalcini.
En su charla con Flores D’Arcais, Saramago aseguró que él es un ateo «tranquilo», pero que ahora está cambiando de idea.
«A las insolencias reaccionarias de la Iglesia católica hay que responder con la insolencia de la inteligencia viva, del buen sentido, de la palabra responsable. No podemos permitir que la verdad sea ofendida todos los días por presuntos representantes de Dios en la Tierra, a los que en realidad sólo les interesa el poder», afirmó.
Según Saramago, a la Iglesia le importa poco el destino de las almas y lo que siempre ha buscado es el control de sus cuerpos. «La razón –añadió– puede ser una moral, usémosla».
A la pregunta de si el escaso compromiso de escritores e intelectuales puede ser una de las causas de la crisis de la democracia, el escritor luso respondió que sí, pero que no sólo de ellos, ya que es toda la sociedad la que está en esas condiciones y ello lleva a una crisis de autoridad, de la familia, de las costumbres, una crisis moral en general.
Saramago advirtió que en Europa está creciendo el fascismo y se mostró convencido de que en los próximos años «atacará con fuerza», por lo que –señaló– «tenemos que prepararnos para afrontar el odio y la sed de venganza que los fascistas están alimentando».
«Aunque está claro que se presentarán con máscaras pseudodemocráticas, algunas de las cuales circulan ya entre nosotros, no debemos dejarnos engañar», subrayó.
Saramago también tuvo tiempo para criticar al primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi.
En declaraciones al diario ex comunista L’Unita, indicó que Berlusconi es la «enfermedad del país» y ayer en la charla con Flores D’Arcais expresó que lo que más caracteriza a la izquierda, en el plano internacional, es su «falta de ideas».
La derecha, según Saramago, no necesita ideas para gobernar y ello se ve en Berlusconi, «que no tiene ninguna», pero la izquierda si no tiene ideas, no tiene nada que ofrecer a los ciudadanos, aseguró.
La visita de Saramago a Roma se produjo un día antes de que hoy salga a la venta su reciente libro, Caín, en el que vuelve a ocuparse de la religión.
Caín, la nueva novela de Saramago, saldrá a la venta hoy en español, portugués y catalán tanto en la Península Ibérica como en América Latina, aunque el autor ha escogido su propio país para presentarla.
La esposa y traductora al español del escritor, Pilar del Río, confirmó a Efe que Saramago hará la presentación de su obra el domingo en un festival literario en el norte de Portugal.
Casi un año después de publicar El viaje del elefante, Saramago cambia su registro irónico y cervantino por una novela de ficción que desgrana el mito bíblico de Caín desde una óptica nada religiosa, que recuerda a su controvertida El evangelio según Jesucristo (1991).

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Lunes, 12 de Octubre de 2009

Darse cuenta

Viñeta de Alberto Montt.
Visto en Dosis Diarias.
Gracias, Débora.
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Jueves, 1 de Octubre de 2009

La creación de Darwin

Se viene esta película. Me alegro por la misma, y porque está protagonizada por esa bella criatura llamada Jennifer Connelly.

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