"Es una página negra para la laicidad"

El juez italiano Luigi Tosti acaba de ser apartado de sus funciones por negarse a impartir justicia bajo un crucifijo. Tosti es un Quijote italiano que vela en solitario "por la libertad religiosa y la laicidad del Estado". En vez de molinos, arremete contra las cruces en los tribunales, que cuelgan de las paredes en virtud de una circular de 1926 dictada por el gobierno fascista de Benito Mussolini.

En 2003, trató de quitar una cruz en un tribunal de Camerino, en la región de Las Marcas, pero se lo impidieron sus superiores. Tosti se negó a impartir justicia si no le reconocían sus derechos y acabó procesado. Desde hace cuatro años, ni ejerce ni recibe un sueldo. El Consejo Superior de la Magistratura (el CGPJ italiano) le apartó ayer de la magistratura. Él mismo había declarado que no quería ejercer hasta que no se retirasen todos los crucifijos de los tribunales de Italia.

¿A quién se dirigirá ahora?

Con el derecho en la mano, no me esperaba esta sentencia. Se ha escrito una página negra para la laicidad del Estado italiano. Impugnaré el veredicto ante la Corte de Casación, y ante el Tribunal de Estrasburgo si es necesario.

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