Socialistas y derecha francesa se unen contra la prohibición del burka
Juan Pedro Quiñonero
El Partido Socialista Francés y Jean-Marie Le Pen, lÃder de la extrema derecha, critican y rechazan el proyecto de ley que propone el grupo parlamentario de la Unión por un Movimiento Popular —UMP, el partido gubernamental— para prohibir el uso del burka en lugares públicos. Ahora se está a la espera de que Nicolas Sarkozy tome la decisión final, tras escuchar el informe que está ultimando un grupo de parlamentarios de la más diversa sensibilidad.
Según todos los sondeos, una mayorÃa masiva de franceses son hostiles al uso del burka en Francia. Una mayorÃa significativa se dice dispuesta a apoyar la prohibición total o parcial del velo islámico integral.
Según el Ministerio del Interior, unas 2.000 o 2.500 mujeres usarÃan el burka en Francia —65 millones de habitantes—. El verano pasado, los alcaldes de varias ciudades periféricas, en los suburbios de Lyon, Marsella y ParÃs, comunistas, socialistas y conservadores, hicieron un llamamiento común, denunciando un «incremento inquietante» del uso del burka en algunos suburbios.
Aquel llamamiento provocó una cierta emoción nacional. Y, tras dudar sobre la oportunidad de una legislación de urgencia, Sarkozy propuso la creación de una comisión parlamentaria, invitada a redactar un informe sobre el uso del burka, con recomendaciones concretas, en el terreno polÃtico, jurÃdico y legislativo. Esa comisión transmitirá sus conclusiones al Gobierno, dentro de unas semanas. Y, a partir de tal estudio, Sarkozy tomará su decisión final.
Sin embargo, Jean-François Copé, presidente del grupo parlamentario de la UMP, decidió anticiparse y propuso el mes de diciembre pasado un proyecto de ley que prohÃba el burka en los lugares públicos.
Asà las cosas, el PS y la extrema derecha han tomado la misma posición: decir no a un posible proyecto de ley. Han avanzado argumentos muy similares.
Jean-Marie Le Pen denuncia el posible proyecto por estas razones: «No hace falta ninguna ley para prohibir el burka. Los reglamentos policiales son más que suficientes. Esos reglamentos prohÃben pasearse enmascarado públicamente. La policÃa debe intervenir contra las mujeres que llevan burka, por ser una forma de máscara, de origen religioso, étnico o folclórico».
«Los socialistas estamos contra una ley de circunstancias. Basta con aplicar la ley actual. Hay que utilizar todos los instrumentos legales que ya existen. Una ley que prohibiese el uso del burka serÃa de muy difÃcil aplicación. Y no le corresponde a ningún Gobierno entrar en cuestiones de fe o interpretación de la ley islámica».
Más allá de las cuestiones de fondo, la extrema derecha y los socialistas franceses se oponen a la posible ley contra el uso del burka en los lugares públicos por razones mucho más prosaicas y electorales: oponerse a Nicolas Sarkozy, por todos los medios, en todos los terrenos, cuando las regionales del próximo mes de marzo pudieran estar muy marcadas por los temas de sociedad e identidad nacional.
Sin embargo, Nicolas Sarkozy no se ha comprometido personalmente en el terreno del uso y posible prohibición del uso del burka en los lugares públicos. Sarkozy no se ha opuesto frontalmente a la propuesta del grupo parlamentario de su propio partido, la UMP. Pero tampoco se ha dejado arrastrar por tal proposición. Espera las conclusiones del grupo parlamentario en el que participan diputados conservadores, socialistas y comunistas.
Rechazando una ley que ni siquiera existe como proyecto, la extrema derecha y los socialistas se precipitan en un terreno vidrioso. La opinión pública apoya la prohibición. Y Sarkozy puede encontrar una fórmula legislativa acorde con la sensibilidad de sus electores.
Visto en Fer Ateo Chile.
El Partido Socialista Francés y Jean-Marie Le Pen, lÃder de la extrema derecha, critican y rechazan el proyecto de ley que propone el grupo parlamentario de la Unión por un Movimiento Popular —UMP, el partido gubernamental— para prohibir el uso del burka en lugares públicos. Ahora se está a la espera de que Nicolas Sarkozy tome la decisión final, tras escuchar el informe que está ultimando un grupo de parlamentarios de la más diversa sensibilidad.
Según todos los sondeos, una mayorÃa masiva de franceses son hostiles al uso del burka en Francia. Una mayorÃa significativa se dice dispuesta a apoyar la prohibición total o parcial del velo islámico integral.
Según el Ministerio del Interior, unas 2.000 o 2.500 mujeres usarÃan el burka en Francia —65 millones de habitantes—. El verano pasado, los alcaldes de varias ciudades periféricas, en los suburbios de Lyon, Marsella y ParÃs, comunistas, socialistas y conservadores, hicieron un llamamiento común, denunciando un «incremento inquietante» del uso del burka en algunos suburbios.
Aquel llamamiento provocó una cierta emoción nacional. Y, tras dudar sobre la oportunidad de una legislación de urgencia, Sarkozy propuso la creación de una comisión parlamentaria, invitada a redactar un informe sobre el uso del burka, con recomendaciones concretas, en el terreno polÃtico, jurÃdico y legislativo. Esa comisión transmitirá sus conclusiones al Gobierno, dentro de unas semanas. Y, a partir de tal estudio, Sarkozy tomará su decisión final.
Sin embargo, Jean-François Copé, presidente del grupo parlamentario de la UMP, decidió anticiparse y propuso el mes de diciembre pasado un proyecto de ley que prohÃba el burka en los lugares públicos.
Asà las cosas, el PS y la extrema derecha han tomado la misma posición: decir no a un posible proyecto de ley. Han avanzado argumentos muy similares.
Jean-Marie Le Pen denuncia el posible proyecto por estas razones: «No hace falta ninguna ley para prohibir el burka. Los reglamentos policiales son más que suficientes. Esos reglamentos prohÃben pasearse enmascarado públicamente. La policÃa debe intervenir contra las mujeres que llevan burka, por ser una forma de máscara, de origen religioso, étnico o folclórico».
«Los socialistas estamos contra una ley de circunstancias. Basta con aplicar la ley actual. Hay que utilizar todos los instrumentos legales que ya existen. Una ley que prohibiese el uso del burka serÃa de muy difÃcil aplicación. Y no le corresponde a ningún Gobierno entrar en cuestiones de fe o interpretación de la ley islámica».
Más allá de las cuestiones de fondo, la extrema derecha y los socialistas franceses se oponen a la posible ley contra el uso del burka en los lugares públicos por razones mucho más prosaicas y electorales: oponerse a Nicolas Sarkozy, por todos los medios, en todos los terrenos, cuando las regionales del próximo mes de marzo pudieran estar muy marcadas por los temas de sociedad e identidad nacional.
Sin embargo, Nicolas Sarkozy no se ha comprometido personalmente en el terreno del uso y posible prohibición del uso del burka en los lugares públicos. Sarkozy no se ha opuesto frontalmente a la propuesta del grupo parlamentario de su propio partido, la UMP. Pero tampoco se ha dejado arrastrar por tal proposición. Espera las conclusiones del grupo parlamentario en el que participan diputados conservadores, socialistas y comunistas.
Rechazando una ley que ni siquiera existe como proyecto, la extrema derecha y los socialistas se precipitan en un terreno vidrioso. La opinión pública apoya la prohibición. Y Sarkozy puede encontrar una fórmula legislativa acorde con la sensibilidad de sus electores.
Visto en Fer Ateo Chile.