El vacío de la mayoría

El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, tuvo  Juan Rubén Martínezla gentileza de decir unas palabras para estas fiestas:

“Es cierto que muchos celebran la Navidad y se olvidan del nacimiento de Jesús vaciándola en su contenido central. Pero aún así debemos señalar que nuestra gente tiene una gran religiosidad, y la mayoría somos cristianos."

La primera de las ideas que expresa la frase tiene que ver con un tema archiconocido por quienes tienen interés en informarse: Que Jesús haya nacido un 25 de diciembre es, cuanto mucho, tan probable como que haya nacido un 29 de mayo. La Navidad es una fiesta inventada alrededor del siglo IV para reemplazar la fiesta pagana del Sol Invicto, pero atribuir dicha fecha al nacimiento de Jesús no tiene ningún sustento histórico ni siquiera para los cristianos.

La segunda, y la que más me interesa comentar, es el lamento del obispo por el vaciamiento de contenido cristiano de estas fiestas en un país donde "la mayoría somos cristianos". Parece dificil imaginar que una minoría pueda vaciar de contenido a una fiesta de las mayorías, por lo que me da la sensación que monseñor Martinez se refiere a que son los mismos cristianos los que le quitan contenido.

Parece un contrasentido, pero pensándolo un poco no debería ser extraño. No solo estas fiestas están vacías de contenido para la inmensa mayoría de los que se declaran cristianos, sino que la religión misma lo está. Y la Iglesia, si bien en público se lamenta de esta situación, en la práctica se beneficia enormemente. Aún la parte más fácil de la religión, que no requiere mayor sacrificio que suspender el sentido común para aceptar un listado de dogmas ridículos, sería un obstáculo importante si se convirtiera en requisito para definirse cristiano. Y ni hablar de cuestiones mucho más pragmáticas como la moral, la sexualidad, el matrimonio, la salud, la educación, la familia, etc. en las cuales el cristiano medio tiene una conducta imposible de distinguir de, por ejemplo, un ateo.

¿Alguien puede creer honesta la preocupación de la Iglesia Católica por el vacío de contenido en las fiestas o en la religión misma, cuando por otro lado insisten en sostener el ritual del bautismo en niños de apenas unos meses de vida? ¿Que ideas sobre el cuerpo dogmático o la moral religiosa puede tener un bebé a la hora de ingresar al conjunto de la mayoría cristiana?

El vacío religioso en los autodenominados cristianos no es más que la consecuencia lógica de la actitud de las iglesias, en particular la todopoderosa Iglesia Católica, que privilegian el número por sobre el contenido. Así, el pretendido lamento es en realidad una actitud hipócrita de quienes saben que devolver al cristianismo su contenido (sus textos sagrados, su moral, su historia) es transformarlo en un mito primitivo con reglas impracticables y un pasado sangriento. Monseñor Martinez sabe que si para ser cristiano hubiera que conocer y aceptar los contenidos de su religión, no podría hablar ni remotamente de una mayoría cristiana.

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