Una grabación en prisión al compinche de «Willy» sugiere asociación ilícita

Una grabación en prisión al compinche de «Willy» sugiere asociación ilícita

Las defensas no recurren el procesamiento, y una de ellas anuncia que, llegado el caso, cuestionará desde la legalidad de los arrestos hasta la edad de su cliente

Asociación ilícita

Artículo 515 del Código Penal:Son punibles las asociaciones ilícitas, teniendo tal consideración:

—Las que tengan por objeto cometer algún delito o, después de constituidas, promuevan su comisión, así como las que tengan por objeto cometer o promover la comisión de faltas de forma organizada, coordinada y reiterada.

—Las bandas armadas, organizaciones o grupos terroristas.

—Las que, aun teniendo por objeto un fin lícito, empleen medios violentos o de alteración o control de la personalidad para su consecución.

—Las organizaciones de carácter paramilitar.

—Las que promuevan la discriminación, el odio o la violencia contra personas, grupos o asociaciones por razón de su ideología, religión o creencias, la pertenencia de sus miembros o de alguno de ellos a una etnia, raza o nación, su sexo, orientación sexual, situación familiar, enfermedad o minusvalía, o inciten a ello.

NATI VILLANUEVA | MADRID

Raageggesey Hassan Aji, que junto con el ya célebre «Abdu Willy» cumple prisión preventiva en España por su participación en el secuestro del «Alakrana», mantuvo una conversación telefónica desde prisión, el viernes 13 de noviembre, con un presunto miembro de la red de secuestradores. En la charla, remitida por la Dirección General de la Policía al juez Santiago Pedraz, este pirata hace llegar a su supuesto compañero un mensaje: «Nuestra libertad (la de «Abdu Willy» y la suya) está en vuestras manos».


Fuentes jurídicas aseguran que esta conversación, a la que el juez Pedraz y el fiscal Jesús Alonso no dan valor probatorio, no hace más que corroborar que los dos somalíes pertenecían al grupo de secuestradores, y en este sentido sostienen que ambos deberían ser acusados también de asociación ilícita. Sin embargo, y pese a que la Sala de lo Penal mencionó este delito cuando sostuvo la competencia de la Audiencia Nacional para investigar los hechos, Pedraz no les ha procesado por este delito al no haberlo solicitado el Ministerio Público, única acusación en la causa.


En la charla, transcrita en un folio y medio y a cuyo contenido ha tenido acceso ABC, el interlocutor de Raageggesey pregunta una y otra vez al preso (que se presenta como «uno de los cinco») si se encuentra bien, si puede hablar o si, por el contrario, «le están apuntando con un rifle o sujetando». Raageggesey Hassan Aji niega que esté sometido a ninguna presión y dice que sólo «un hombre» le vigila (un funcionario de Prisiones). Cuando su compañero le pregunta, «¿podéis hablar todo?», el preso responde: «Nosotros ya no valemos».


En otro momento de la conversación, el interlocutor del preso se preocupa también por el estado de salud de «Abdu Willy». Raageggesey le responde que no sabe nada de él, porque no les permiten comunicarse. «Saluda de mi parte a los otros», comenta el preso al presunto secuestrador.

Las fuentes antes citadas recuerdan que una acusación por asociación ilícita podría modificar sustancialmente el horizonte penal de los dos somalíes capturados por España, hasta el punto de que si bien una hipotética condena por detención ilegal y robo con violencia no cerraría la puerta a la expulsión de los piratas (siempre y cuando esta condena fuera inferior a seis años), esa posibilidad queda del todo vetada si el condenado lo es por asociación ilícita, tal y como contempla el artículo 57 de la Ley de Extranjería. En cualquier caso también parece complicado que, solicitando la Fiscalía más de 200 años de cárcel por 36 delitos de detención ilegal, los somalíes sean condenados, en su caso, sólo a seis años de prisión.

El abogado, confiado

Por lo pronto, el abogado de «Abdu Willy», Francisco Javier Díaz Aparicio, sigue confiando en una conformidad con la Fiscalía, que en los próximos días presentará su escrito de acusación ante la Sección Cuarta. El juez Pedraz, que comunicó ayer a los dos piratas su procesamiento, elevó ayer la causa a esta Sala tras dar por concluida la instrucción. Ante tanto trámite procesal, la anécdota de la mañana era la sudadera de la selección española con la que «Abdu Willy» compareció con su compañero ayer ante el magistrado. Ambos se negaron a declarar y las defensas anunciaron que tampoco recurrirán el auto de procesamiento.


No obstante, y justo antes de que Pedraz remitiera a la Sala testimonio de lo actuado, Díaz Aparicio le solicitó la práctica de otra diligencia: el letrado quiere saber si, tras ser detenidos y antes de llegar a España, los piratas fueron trasladados a un barco extranjero. Y es que Díaz Aparicio anuncia que, por las malas, cuestionará desde la legalidad de la detención hasta la mayoría de edad de «Willy»

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