Quizás es mejor que no aparezca el Bosón de Higgs
John Gribbin
Entonces, ¿ondas desde el futuro están saboteando el colisionador de partÃculas? A ver si va a tener que ver con el multiverso...
En un intento desesperado por explicar los problemas que ha sufrido el LHC del CERN impidiendo que comience su búsqueda del elusivo Bosón de Higgs, algunos fÃsicos respetables han sugerido —y aparentemente hablan en serio— que la naturaleza le da al Higgs una condición tan especial, que ondas procedentes del futuro podrÃan estar viajando al presente para impedir que el acelerador de partÃculas situado en Suiza empiece a funcionar.
Informes sobre la emergencia de estas teorÃas han facilitado una visión renovada de las paradojas de Granny, las cuales para alguno destrozan por completo la idea de un viaje en el tiempo. En este escenario, un viajero del tiempo visita el pasado e inconscientemente causa la muerte de su abuela, antes de que nazcan sus padres. Entonces, el viajero no ha podido viajar en el tiempo, de forma que su abuela no puede morir. Ya sabes. Yo tengo una explicación más sencilla para la situación complicada del LHC. Se trata de que hay otros universos, mundos paralelos, esos que tanto les gustan a los escritores de ciencia ficción.

Esta teorÃa sugiere que hay muchos, quizás infinitos, universos, algunos muy parecidos al nuestro, otros completamente distintos. No es una idea confinada a la ciencia ficción, sino de especulaciones cientÃficas respetables. Se cree que tales universos existen en su propio conjunto de dimensiones espaciales y temporales, e incluyen mundos donde acontecimientos históricos clave, como la Batalla de Hastings, tuvieron un resultado completamente distinto. El fÃsico Hugh Everett ya nos explicó hace medio siglo que esta idea de los mundos múltiples es completamente compatible con lo que sabemos acerca de cómo funciona el mundo, asà como con la mecánica cuántica.
En el clásico experimento mental para demostrar esto, el cariñoso gato de un tal Schrödinger muere o no muere al ser introducido en lo que el fÃsico llamaba «dispositivo diabólico» que opera sobre principios cuánticos. Después del experimento —debe explicarse que nadie nunca en realidad ha sometido a gato alguno a semejante indignidad— y según las reglas cuánticas el universo se divide de forma que surge uno en el que el gato está vivo y otro en el que el gato ha muerto. Puede extrapolarse esto a cualquier otro acontecimiento ocurrido en el universo en cualquier momento. Por ejemplo, el experimento que está siendo intentado en el CERN. Hay un problema con él, y es que algunos cientÃficos especularon con que serÃa posible destruir el universo en el que vivimos. Esto podrÃa ocurrir si realmente nos rodea espacio vacÃo en un estado conocido como «falso vacÃo».
La mejor analogÃa del falso vacÃo es un tranquilo gran lago de agua tras una presa situada en las montañas. Todo transcurre plácidamente. Pero si la presa se rompe, el lago desaparece al bajar el nivel del agua. De la misma forma, si el universo está en un estado de falso vacÃo, un colisionador como el CERN podrÃa crear un agujero en el espacio-tiempo, como la grieta en la presa, haciendo que el universo entero caiga del falso vacÃo hacia un «nivel» fÃsico más bajo.
Nunca sabrÃamos si esto ha ocurrido, porque todo el universo desaparecerÃa en décimas de segundo. Pero quizás ya ha ocurrido, y no una vez sino muchas, en los universos de la puerta de al lado. Si un universo puede ser destruido por la activación con éxito de un acelerador de partÃculas como nuestro HTC, los únicos universos paralelos que sobreviven son esos en los que ciertos incidentes inesperados impiden que funcione. Por eso estamos aquà rallándonos con los repetidos fallos del LHC. Nuestros vecinos no han tenido tanta suerte.
Visto en The Guardian. Foto de µµ.
humanismo ciencia lhc
Entonces, ¿ondas desde el futuro están saboteando el colisionador de partÃculas? A ver si va a tener que ver con el multiverso...
En un intento desesperado por explicar los problemas que ha sufrido el LHC del CERN impidiendo que comience su búsqueda del elusivo Bosón de Higgs, algunos fÃsicos respetables han sugerido —y aparentemente hablan en serio— que la naturaleza le da al Higgs una condición tan especial, que ondas procedentes del futuro podrÃan estar viajando al presente para impedir que el acelerador de partÃculas situado en Suiza empiece a funcionar.
Informes sobre la emergencia de estas teorÃas han facilitado una visión renovada de las paradojas de Granny, las cuales para alguno destrozan por completo la idea de un viaje en el tiempo. En este escenario, un viajero del tiempo visita el pasado e inconscientemente causa la muerte de su abuela, antes de que nazcan sus padres. Entonces, el viajero no ha podido viajar en el tiempo, de forma que su abuela no puede morir. Ya sabes. Yo tengo una explicación más sencilla para la situación complicada del LHC. Se trata de que hay otros universos, mundos paralelos, esos que tanto les gustan a los escritores de ciencia ficción.

Esta teorÃa sugiere que hay muchos, quizás infinitos, universos, algunos muy parecidos al nuestro, otros completamente distintos. No es una idea confinada a la ciencia ficción, sino de especulaciones cientÃficas respetables. Se cree que tales universos existen en su propio conjunto de dimensiones espaciales y temporales, e incluyen mundos donde acontecimientos históricos clave, como la Batalla de Hastings, tuvieron un resultado completamente distinto. El fÃsico Hugh Everett ya nos explicó hace medio siglo que esta idea de los mundos múltiples es completamente compatible con lo que sabemos acerca de cómo funciona el mundo, asà como con la mecánica cuántica.
En el clásico experimento mental para demostrar esto, el cariñoso gato de un tal Schrödinger muere o no muere al ser introducido en lo que el fÃsico llamaba «dispositivo diabólico» que opera sobre principios cuánticos. Después del experimento —debe explicarse que nadie nunca en realidad ha sometido a gato alguno a semejante indignidad— y según las reglas cuánticas el universo se divide de forma que surge uno en el que el gato está vivo y otro en el que el gato ha muerto. Puede extrapolarse esto a cualquier otro acontecimiento ocurrido en el universo en cualquier momento. Por ejemplo, el experimento que está siendo intentado en el CERN. Hay un problema con él, y es que algunos cientÃficos especularon con que serÃa posible destruir el universo en el que vivimos. Esto podrÃa ocurrir si realmente nos rodea espacio vacÃo en un estado conocido como «falso vacÃo».
La mejor analogÃa del falso vacÃo es un tranquilo gran lago de agua tras una presa situada en las montañas. Todo transcurre plácidamente. Pero si la presa se rompe, el lago desaparece al bajar el nivel del agua. De la misma forma, si el universo está en un estado de falso vacÃo, un colisionador como el CERN podrÃa crear un agujero en el espacio-tiempo, como la grieta en la presa, haciendo que el universo entero caiga del falso vacÃo hacia un «nivel» fÃsico más bajo.
Nunca sabrÃamos si esto ha ocurrido, porque todo el universo desaparecerÃa en décimas de segundo. Pero quizás ya ha ocurrido, y no una vez sino muchas, en los universos de la puerta de al lado. Si un universo puede ser destruido por la activación con éxito de un acelerador de partÃculas como nuestro HTC, los únicos universos paralelos que sobreviven son esos en los que ciertos incidentes inesperados impiden que funcione. Por eso estamos aquà rallándonos con los repetidos fallos del LHC. Nuestros vecinos no han tenido tanta suerte.
Visto en The Guardian. Foto de µµ.
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