El éxito de los pentecostales en Africa preocupa a la Iglesia católica
La expansión en Africa de las nuevas iglesias, pentecostales o evangélicas, inquieta a los responsables de la Iglesia católica, muchos de los cuales señalaron ese desafÃo durante el sÃnodo sobre ese continente, reunido hasta el 25 de octubre en el Vaticano.
En Abiyán, al igual que en numerosas ciudades africanas, se constata una invasión de iglesias nuevas y de sectas. "La Iglesia universal" se apoderó de casi todos los cines de la capital económica de Costa de Marfil, y hace mucha publicidad en la televisión y la radio.
Estos grupos también colocan grandes afiches que anuncian "veladas milagrosas" en estadios o grandes salas, consagradas a la "restauración" o a la "liberación".
Según una investigación policial realizada en 2006, en la República Democrática del Congo habÃa entre 12.000 y 13.000 "iglesias del despertar" tan sólo en Kinshasa.
Dichas iglesias difunden durante toda la jornada, en sus propios canales, ceremonias y mensajes centrados en los milagros, en un paÃs devastado por varios años de guerra.
Durante las grandes reuniones, sus pastores hacen promesas sobre el matrimonio, la riqueza, los viajes, los exorcismos y las curaciones, al ritmo de músicas que constrastan con la tradicional misa católica, considerada "demasiado frÃa" por los fieles, según el reverendo Bruno, responsable de una iglesia del despertar en Kinshasa.
En el Vaticano, Alfred Adewale Martins, obispo de Abeokuta (Nigeria) se refirió a grupos "a menudo muy agresivos", que "hablan de la Iglesia católica como de una iglesia muerta".
"Ellos quieren terminar con la Iglesia católica, tanto en lo que respecta a su influencia como al número de sus fieles" (146 millones en 2007), señaló Martins, reflejando la opinión de numerosos prelados africanos y de responsables de la curia romana.
Los participantes en el sÃnodo sobre Africa estuvieron de acuerdo en indicar que el éxito de esos movimientos se alimenta del malestar de una población en un continente afectado regularmente por conflictos y donde la corrupción prospera gracias a la pobreza.
"La actividad de las sectas, por la simplicidad de sus creencias, seduce a muchos africanos vÃctimas de la precariedad", destacó el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso.
Por su parte, monseñor Robert Murhiirwa, obispo de Fort Royal (Uganda), aseguró que los musulmanes y las iglesias pentecostales (protestantes) "gastan millones de dólares en nuestros paÃses para atraer a los jóvenes".
"Esos ataques quiebran y capturan a nuestros miembros más vulnerables: los jóvenes y los adultos jóvenes", protestó monseñor Felix Alaba Adeosin Job, arzobispo de Ibadan (Nigeria).
"Debemos enfrentar este desafÃo urgente con una actitud de autocrÃtica", sostuvo a su vez el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, quien sugirió "tomar en serio el contexto de las raÃces culturales africanas".
"No es una batalla, sino un desafÃo", dijo monseñor Martins a la AFP.