La TeorÃa de los Juegos. La Historia Más Lúdica Jamás Contada. Parte 7.

En la famosa pelÃcula de Nicholas Ray con James Dean de protagonista, un grupo de jóvenes un tanto aburridos y sin saber qué hacer con sus vidas tienen un divertimento interesante. Se trata de una carrera de coches. Se hace por parejas y con coches robados. Las carreras son entre dos. Hay que ir a toda velocidad hacia un acantilado (de ahà la importancia de que el coche fuera robado). Es lo que se llama un "chicken game". El primero que pare es un cobarde, el otro será el ganador que, henchido de adrenalina y testosterona, se llevará a las chicas de calle.
Para poner un poco más de interés al juego y para poder jugarlo en todas partes, cambiemos la regla de ir hacia un acantilado por la regla de ir un coche contra otro en trayectoria de colisión. Quien dé antes un volantazo será el cobarde.
Hay una estrategia que salva un poco la cara a los dos conductores, y es que ambos den el volantazo a la vez. Pero esto no es un equilibrio, puesto que si acordaran hacer eso, cualquiera de los dos tendrÃa claro incentivo a no dar el volantazo. Pero antes de seguir, veamos cómo es la tabla de este "juego del gallina".
| Â | Â | Conductor 2 | |
| Â | Â | Volantazo | No volantazo |
| Conductor 1 | Volantazo | 2, 2 | 1, 4 |
| No volantazo | 4, 1 | 0, 0 | |
Se aprecia en la tabla cómo lo mejor para uno es no dar el volantazo y que lo dé el otro. Después lo mejor es darlo ambos. Ser el único que da el volantazo es peor que darlo ambos, pero mejor que no darlo ninguno.
Hay dos equilibrios, dos situaciones en las que nadie se quiere desviar: uno da el volantazo y el otro no. Para saber cuál será quien no de el volantazo, seguramente necesitemos más datos de la realidad. Si uno de los chicos tiene una reputación de nunca haber dado un volantazo, el otro lo tendrá difÃcil para hacer que prevalezca el equilibrio que le conviene. Recordemos que no se eligen equilibrios, sino estrategias de manera individual.
Con todo, y como en la batalla de los sexos, alguno de los jugadores podrÃa anticiparse, pero ¿cómo?
-Cari, más te vale que te apartes tú.
-¿?
No, eso no va a funcionar. Mejor hacer algo más drástico. Una acción que muestre que uno está comprometido a no dar un volantazo, o que muestre que sus valoraciones no son las de la tabla, tal vez funcione mejor. He aquà dos posibles estrategias.
- Llegar al lugar de la carrera ostensiblemente borracho.
- A media carrera, arrancar el volante y tirarlo ostensiblemente por la ventana.
La clave está, era fácil adivinarlo, en la palabra ostensible. Este es un ejemplo de cómo ser irracional puede ser interesante. Lo que nos deja con la paradoja de si queremos llamar irracional a una conducta que, después de todo, te hace ganar.





























