El cristianismo según Gore Vidal (y III)

«Jesús fue, simplemente, un sacerdote judÃo renovador, tan exclusivo como los demás judÃos, que no tenÃa ningún interés en hacer proselitismo fuera del pequeño mundo de los judÃos. Los problemas que tuvo con Roma no eran de carácter religioso —¿cuándo Roma persiguió a alguien por sus creencias religiosas?— sino polÃtico. Este Jesús pensó que él era el mesÃas. Ahora bien, el mesÃas es una especie de héroe judÃo que, de acuerdo con la leyenda, un dÃa establecerá un imperio judÃo que durará hasta el fin del mundo. Evidentemente no es un dios y mucho menos el hojo del Dios Uno. El mesÃas ha sido objeto de muchas profecÃas judÃas y Jesús representó cuidadosamente cada uno de los requerimientos proféticos para parecerse a este héroe —el mesÃas entrarÃa en Jerusalén sobre un asno y asà lo hizo él, etcétera—. Pero la cosa salió mal. El pueblo no le dio su apoyo. Su dios lo abandonó. Él recurrió a la violencia. Con una gran banda de rebeldes tomó el templo, anunciando que habÃa llegado con una espada. DebÃa lograr para sà mismo lo que su dios no le concedÃa. Acabó no siendo un dios ni tampoco el mesÃas judÃo, sino un rebelde que trataba de convertirse en rey de los judÃos. Con bastante razón, nuestro gobernador lo ejecutó.» —Gore Vidal, Juliano el Apóstata
Foto de GalerÃa de Catedrales e Iglesias.
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