Con la cruz, la pluma y la palabra

Se dicta tanto en las escuelas públicas como privadas, aunque sean laicas. La asignatura lleva calificación y los chicos deben rezar antes de entrar a clases. Salta se sumó así a otras provincias con educación religiosa. Y el debate ya trascendió la provincia.

En las escuelas primarias públicas de Salta los alumnos tienen que rezar antes de entrar a clase. En algunas, incluso, hay pequeños altarcitos con ofrendas. La educación religiosa es una materia obligatoria tanto en establecimientos públicos como privados –aun en los que se definen como laicos– y la asignatura lleva calificación. En la mayoría de los casos los contenidos que se imparten son los del catecismo y quien los dicta es una docente egresada del Profesorado de Ciencias Sagradas Monseñor Tavella, un instituto de formación religiosa que depende de la curia y cuya “finalidad es formar a los estudiantes como asistentes pastorales y dirigentes católicos”, según se enuncia en su página web institucional. El gobernador kirchnerista Juan Manuel Urtubey podría haber puesto fin a semejante resabio colonial pero, en cambio, acaba de promulgar una flamante ley de educación provincial –que el mismo gobierno impulsó– que mantiene como obligatoria la enseñanza religiosa en el nivel primario y que destaca la participación primordial de la Iglesia Católica como una de las responsables de orientar las acciones educativas. La normativa genera polémica. Consultado por este diario, el ministro de Educación de la Nación, Juan Carlos Tedesco, dijo que le habría gustado “una propuesta más republicana”. La secretaria general de Ctera, Estela Maldonado, la cuestionó en duros términos (ver aparte). Ya hay denuncias en la delegación local del Inadi de un grupo de unos 180 padres que la rechazan. “Es un sistema que discrimina. Mis hijos hacen la mímica del rezo todos los días para que no les digan nada”, señaló a este diario Alejandra Glik, una de las denunciantes, cuyos tres hijos concurren a una primaria en la localidad de Vaqueros, pegada a la capital salteña. El gobernador defiende la obligatoriedad de la enseñanza religiosa: “La Constitución provincial la establece”, dijo a este diario. Además, agregó, es “una realidad de tiempo inmemorial” en Salta.

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