Teología portatil III

En verdad, en verdad os digo que he aquí cuatro nuevas entradas de las que incluyó nuestro querido Barón de Holbach en su Teología portátil o diccionario abreviado de la religión cristiana, ilustradas hoy por un dibujo a lápiz de nuestro no menos querido Isidre Monés:
Cardenal:
Es un cura vestido de rojo que, en virtud de un breve papal, se constituye en igual a los reyes y se sustrae a su obediencia, excepto si se trata de recibir gracias, que tiene la bondad de aceptar por condescendencia pura. Los cardenales se visten de rojo o de color fuego para que nunca pierdan de vista la sangre que ha sido necesario derramar por el bien de la iglesia y la leña que ha sido necesario encender para sostener la fe.

Confesor:
Cura que recibe poderes de su obispo, es decir, a quien Dios en persona concede representación para escuchar las bobadas que, a pesar de su omnisciencia, Dios necesita que le descubran: sin esto no sabría que hacer de aquel que se confiesa a su sacerdote.

Pajarracos
Obispo:
Significa inspector. Es un cura que, sin mujer, tiene, como ciertos insectos, la facultad de reproducirse y multiplicar su especie. El episcopado es una carga tan pesada que un abate ha de hacerse violencia para aceptarla; está obligado a vencer tres veces su aversión sincera por un obispado que lleva solicitando diez años. Véase Orden.

Sacerdotes:
En todas las religiones del mundo son los hombres divinos que Dios en persona ha puesto sobre la tierra para ejercer un oficio muy útil; consiste en distribuir gratuitamente temores, con el fin de tener el placer de distribuir a continuación esperanzas a cambio de dinero. Es este un punto fundamental sobe el que todos los sacerdotes del mundo han estado siempre perfectamente de acuerdo.

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