Varias tesis sobre las teorÃas cientÃficas
1. Sólo podemos deducir proposiciones lógicamente dentro de un sistema formal. La geometrÃa euclÃdea en matemáticas, la relatividad restringida en fisica, el equilibrio general en economÃa,... son ejemplos de sistemas formales. También lo es la lógica proposicional a la que nos intentamos aproximar las más de las veces en nuestros discursos.
2. El sistema formal debe incluir definiciones precisas. Cosas como "esencia", "cosa en sÃ", "hecho puro", "todo",... no suelen estar bien definidas. Por ejemplo, lo "omnipotente" no está bien definido, no existe el "conjunto de todos los conjuntos".
3. No se pueden usar conclusiones obtenidas en un sistema formal para otro sistema formal, a no ser que uno esté incluido en el otro. No formalmente, por lo menos.
4. Los sistemas formales se pueden ampliar para "saltar del sistema" a lo Gödel. Esto no completa el sistema.
5. Una teorÃa es un sistema formal en el que se describen objetos y reglas de inferencia para las relaciones entre ellos. En el lenguaje de la teorÃa se pueden describir muchas posibles relaciones entre los objetos. La teorÃa elige (seguramente a través de teoremas que parten de postulados que se exige al sistema, como los que subyacen a la definición de equilibrio), de entre todo lo que se puede enunciar en el lenguaje de la teorÃa, sólo unas cuantas de las relaciones como las "que son el caso". Podemos llamar a esto "principio de falsabilidad".
6. "Lo que es el caso" tendrá una interpretación si la teorÃa ha de ser interesante. Puede ser una interpretación positiva, una normativa, adscritptiva, exhortativa,...
7. Una teorÃa "diseñada" para ser descriptiva y una teorÃa "diseñada" para ser normativa pueden hablar, formalmente, de los mismos objetos, pero sólo si establecen los mismos postulados acerca de las relaciones entre ellos podrán ser conmensurables. En ese caso serán, formalmente, la misma teorÃa y la interpretación será algo asà como "todo lo que es, debe ser". Mientras lo descriptivo y lo normativo no coincidan de esa manera, las teorÃas "diseñadas" para cada interpretación serán sistemas distintos y no podrán deducirse proposiciones de una en la otra.
8. La realidad no es una teorÃa ni un sistema formal, que sepamos. Tampoco es posible saltar lógicamente de la realidad a la teorÃa y viceversa. Lo que podemos hacer es establecer homomorfismos entre lo que vemos en la teorÃa y lo que creemos ver en (alguna parte de) la realidad. No nos consta que "todo lo real sea racional", aunque bien podrÃa serlo. Aún si lo fuera, no sabemos qué sistema formal es la realidad.
9. Que algunas teorÃas (y no solo teorÃas, sino también actos instintivos, aprendidos no se sabe cómo,...) sirvan para establecer este homomorfismo es una cuestión que se dilucida en la práctica, en lo que (creemos que) está pasando en la realidad cuando interactuamos con ella según la teorÃa. (Si con la teorÃa llegamos a la Luna, algo de homomorfismo tendrá con alguna parte de la realidad).
10. La inferencia estadÃstica nos ofrece un modelo en el que se deduce lógicamente cómo se puede incorporar la información imperfecta en la aceptación de un modelo.
11. El problema de la realidad exterior se soluciona de manera práctica: no sabemos hacer otra cosa que actuar como si existiera. Si no existe y es una ilusión, lo que aprenderemos será acerca de esa ilusión.
12. El problema de las otras mentes no tiene más solución que la aplicación del test de Turing.
13. El problema de la inducción, si se entiende en términos probabilÃsticos, lo resuelve el modelo de la inferencia estadÃstica (o los modelos, porque hay dos, el clásico y el bayesiano).
14. No existe "el problema de la inducción" en el mismo sentido que no existe “el problema de contarâ€. El sistema formal de los números naturales ofrece el modelo que justifica el “contar†con sus complicaciones de la multiplicación y otras más. De igual manera el modelo de inferencia estadÃstica ofrece el modelo para la inducción. El paso del modelo a la realidad (y viceversa) en ninguno de los dos casos se puede establecer con rigor lógico.
15. El falsacionismo y el verificacionismo son, lógicamente hablando, exactamente la misma cosa. Sólo hace falta aceptar un posible grado de error en la teorÃa o en la información aportada por el dato que verifica o que falsea. Recuérdese que la teorÃa puede enunciar muchas cosas, pero solo acepta algunas. Encontrar datos que caigan en lo que "es el caso" supone no encontrar datos en lo que "no es el caso" y viceversa. Esto no implica que las probabilidades de verificar la teorÃa sean las mismas si uno busca activamente un grupo de hechos para falsar o para verificar. Tampoco lo es si busca uno y no otro tipo de hechos para verificarla.
Dejaré para otra ocasión lo que puedan ser los programas cientÃficos, la manera en que se organiza la ciencia y si son los epistemólogos o los cientÃficos los que han aportado soluciones a esos problemas.