Yōkai en París, 1

Muchas son las imágenes y la información que ya encontramos en Internet sobre los Yōkai; las que se presentarán aquí en dos entradas son una muestra de la estupenda exposición que se pudo visitar en la Maison de la culture du Japon de París entre el 26 de octubre de 2005 y el 28 de enero de 2006; espero que me perdonen el retraso.

Como hemos mencionado en el pasado, gran parte de la cultura japonesa bebe de fuentes chinas: así ocurre con la creencia folclórica de que las zorras pueden mudar su forma natural por la de cualquier otro ser, incluida la humana. Los japoneses atribuyen también este poder al tanuki. El largometraje Pom Poko, de Takahata, está protagonizado por estos animales y en él pueden ver cómo cambian su forma por la de otros yōkai con el fin de asustar a los humanos. Abajo, ambos animales dibujados por el gran Katsushika Hokusai (vimos aquí una de sus obras eróticas).

Zorro de HokusaiTanuki de Hokusai
Pero esta no es la única particularidad con la que el saber popular adorna a nuestros peludos amigos; se dice que tienen unos testículos inmensos. En el par de dibujos que sigue, titulado «Las sombras engañosas: El tanuki y el cazador/ Los peces rojos y la carpita», Utagawa Kuniyoshi saca partido de ambas características.
Sombras engañosas

Otro de los yōkai más populares es el kappa. Abajo pueden ver una estatua de 1986 basada en en un documento de la era Kan'ei, en el que se describe un kappa que habría sido capturado y que se corresponde muy bien con la imagen que se les atribuye hoy en día. Estas criaturas pueden salir del agua, si bien han de conservar agua en la depresión que tienen en la coronilla; la forma de vencerlas es hacer que dejen caer ese agua con algún engaño, como hacer una reverencia, a ver si responden.
Kappa 1986

En esta obra de Kitagawa Utamaro una pescadora es violada por dos kappa mientras su amiga contempla la escena ¿cómo juzgan ustedes su mirada? ¿pudor? ¿compasión? ¿envidia?

Las pescadoras y el Kappa

En el «Rollo de los otros mundos», por Nichōsai (periodo Edo) se nos muestran diversos demonios usando a humanos como utensilios: hemos escogido este pulpo semi-humanoide.

Pulpo Edo
Algunos dibujos presentes en la exposición tenían un sabor que recordaba a Arthur Rackham, el ilustrador victoriano que tantas hadas dibujó, aunque occidentales. Es el caso de esta cabeza de «Cuadernos de croquis del bestiario ilustrado de los seres sobrenaturales», por Yōsai y otros artistas de la era Meiji.

Cabeza Meiji

Si quieren ampliar sus conocimientos sobre el bestiario feérico japonés, pueden consultar el Obakemono Project, que pretende ser un censo exhaustivo (en inglés) o hacerse con el catálogo de la exposición (en francés) en la librería online de la MCJP, de donde procede la mayor parte de la información de este artículo. Naturalmente, también pueden esperar el segundo post sobre esta exposición.

En la letra capitular vemos al yōkai más famoso del manga GeGeGe no Kitaro.

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