Relativismo moral

¿Puede haber "relativismo moral" en una sociedad bien constituida? ¿Qué significa, realmente, el "relativismo moral"? ¿Constituye algo tan perverso como lo expresan los religiosos? Pero, ¿qué es el "relativismo"? Lo relativo es contrario a lo permanente y yo pregunto ¿qué es permanente en la vida?
Pero, que hay "relativismo moral", lo hay. ¿En qué consiste? Les daré algunos ejemplos:
- Es "relativismo moral" cuando una institución proclama como uno de sus más venerados principios el "amor al prójimo" por una parte, y por la otra persigue, tortura y asesina a todos los que no aceptan sus designios.
- Es "relativismo moral" cuando una institución que dice que todos gozamos de "libre albedrío" busca todos los medios para impedir que hagamos uso de él.
- Es "relativismo moral" cuando una institución declara que todo en la Naturaleza es "obra de Dios" y luego considera que gran parte de ella es "fuente de pecado". En fin...
Pero, ¡cuidado! El "relativismo moral" no es propio de las sociedades, sino de los grupos de poder. Las sociedades jamás son "relativas" (en el sentido negativo del término) en su organización pues eso sería completamente estúpido. Históricamente, las sociedades "se acomodan" moralmente a las normas que mejor le permiten su supervivencia, y las modifican si es necesario. Y es a este sano proceso al que las religiones denominan "perversión del relativismo", cuando lo realmente pervertido es, precisamente, lo contrtario, es decir, el intentar sostener en el tiempo un solo criterio absoluto, lo que va en contra de toda realidad y cordura.
Pero, ¿cuales son los aspectos de esa "relatividad moral" que le preocupa a las religiones? En realidad, ninguno específicamente. Lo que le preocupa es que prácticamente todos los elementos doctrinales que le servían para dominar "moralmente" a las sociedades se les han derrumbado uno tras otro, demostrando que, cuando se trata de salvaguardar la sociedad, lo práctico prima por sobre lo doctrinal.
El divorcio, el aborto, la liberalidad sexual, etc., todo ello configura una nueva visión del mundo y de la vida que significa, claramente, que las religiones no tienen nada más que hacer. Su lucha, hoy día, no es para defender principios, como ellos lo plantean, sino para conservar su cuota de poder. Sus doctrinas carecen ya de sentido para una sociedad que ha elejido el camino de la ciencia, la razón y la naturaleza.
Lo que las religiones llaman "relativismo moral" no es un mal, una perversión del sistema, sino todo lo contrario: es la necesidad fundamental de toda sociedad, en su desarrollo, con la finalidad de no quedarse estrancada en un hito, como sucedió durante la Edad Media, mil años en los cuales, debido a la imposición de la Iglesia Católica, la sociedad europea no avanzó un solo milímetro, intelectualmente hablando, y retrocedió, en cambio, casi a la edad de piedra, moralmente hablando, perdiéndose todo el avance logrado por griegos y romanos.
Así que cuando los religiosos nos lancen como una bofetada aquello que somos "relativistas morales", nosotros debemos tomarlo como un halago, porque lo es. Nos están diciendo que somos capaces de mantener nuestra mente abierta, amplitud de criterio, que somos capaces de modificar nuestra conducta ante las eventualidades y que gozamos de la fortaleza y ductilidad suficiente para avanzar de la mano con la vida. Ellos, en cambio, adoran el estancamiento y el inmovilismo, ya sea por flojera o cobardía, sin darse cuenta que todo estancamiento ha de terminar en corrupción y podredumbre.
Algo es realmente inmoral cuando se opone a las necesidades reales de la mayoría.

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