Deconstruyendo a Chesterton
Por Eduardo Robredo Zugasti
Publicado en La Revolución Naturalista
CreÃa G. K. Chesterton que «Lo malo de que los hombres hayan dejado de creer en Dios no es que ya no crean en nada, sino que están dispuestos a creer en todo».
Bueno, normalmente no es preciso esperar tanto:
El comentario procede de una encuesta sobre la fe en España publicada por el diario Público. El trabajo muestra que aunque hay muchos crédulos entre los ateos (7% de la población) y los no creyentes (2%), estos no están realmente dispuestos a «creer en todo». De hecho, son menos vulnerables a la creencia en ángeles, platillos volantes, horóscopos o fantasmas. Los católicos practicantes están ligeramente menos dispuestos que los «no practicantes» a sostener creencias esotéricas... pero mucho más a creer en milagros o en el demonio.
Los datos son consistentes con otros estudios similares. Uno de 2007, por ejemplo, certificaba que los estadounidenses creen más en los ángeles que en la teorÃa de la evolución. Según otras encuestas (2004), hasta el 34% de los católicos y el 29% de los protestantes sostienen creencias aparentemente supersticiosas e incompatibles con el dogma cristiano, como la reencarnación. Todo esto antes de dejar de creer en Dios.
Contrariamente al salmo de Chesterton, casi todos los estudios (desde el de Huntley y Peeters sobre creencias paranormales, hasta el último trabajo que recopilaba la universidad de Baylor) indican que existe de hecho una correlación positiva entre religión y superstición, si bien esta relación exhibe unos patrones bastante complejos, similares en buena medida a los mostrados por la encuesta de Público.
PD: Rodney Stark (tampoco es una sorpresa), no está de acuerdo.
Publicado en La Revolución Naturalista
CreÃa G. K. Chesterton que «Lo malo de que los hombres hayan dejado de creer en Dios no es que ya no crean en nada, sino que están dispuestos a creer en todo».
Bueno, normalmente no es preciso esperar tanto:
Y hay que observar, por otra parte, que la credulidad de los católicos no se agota en su particular selección de creencias religiosas, sino que se extiende a otras creencias supersticiosas ajenas a su religión. Entre los practicantes, un
25% cree en la astrologÃa; un 24%, en el mal de ojo, y un 22%, en la existencia de brujas y otras personas con poderes maléficos. En conjunto, el 52% de los católicos practicantes tiene, además de sus creencias religiosas, alguna otra
creencia supersticiosa.
El comentario procede de una encuesta sobre la fe en España publicada por el diario Público. El trabajo muestra que aunque hay muchos crédulos entre los ateos (7% de la población) y los no creyentes (2%), estos no están realmente dispuestos a «creer en todo». De hecho, son menos vulnerables a la creencia en ángeles, platillos volantes, horóscopos o fantasmas. Los católicos practicantes están ligeramente menos dispuestos que los «no practicantes» a sostener creencias esotéricas... pero mucho más a creer en milagros o en el demonio.
Los datos son consistentes con otros estudios similares. Uno de 2007, por ejemplo, certificaba que los estadounidenses creen más en los ángeles que en la teorÃa de la evolución. Según otras encuestas (2004), hasta el 34% de los católicos y el 29% de los protestantes sostienen creencias aparentemente supersticiosas e incompatibles con el dogma cristiano, como la reencarnación. Todo esto antes de dejar de creer en Dios.
Contrariamente al salmo de Chesterton, casi todos los estudios (desde el de Huntley y Peeters sobre creencias paranormales, hasta el último trabajo que recopilaba la universidad de Baylor) indican que existe de hecho una correlación positiva entre religión y superstición, si bien esta relación exhibe unos patrones bastante complejos, similares en buena medida a los mostrados por la encuesta de Público.
PD: Rodney Stark (tampoco es una sorpresa), no está de acuerdo.