Un encuentro ateo
Ocurrió en el verano de 2008, en una parrillada de Rosario.
Como corresponde a un acontecimiento entre gente que no dobla sus rodillas ante ningún ser, aunque sea un poquitÃn superior, hubo mucho alcohol y algo de homosexualidad, apenas disimulada. El resto de las perversiones no pudieron ser registradas, debido al excesivo pudor de la cámara fotográfica.
La gente atea no puede ser buena, y estas fotos lo demuestran.