El virus de la religión



Craig A. James

Ayer mismo discutía sobre cuánta gente rechaza los hechos simplemente porque no son de su gusto. Incluso entre gente inteligente y bien educada, hay quien es capaz de negar evidencias claras e irrefutables, simplemente porque entran en conflicto con sus creencias. Quiero comenzar aquí, porque este sencillo problema es el que crea un oceano entre Ateísmo y Fe sobre el que no es posible construir puente alguno.

Hoy quiero hablar sobre esto:


«La mayor tragedia en toda la historia de la humanidad podría haber sido el secuestro de la moralidad por parte de la religión.» —Arthur C. Clarke


Mucha gente, probablemente la mayoría de los habitantes del mundo, sigue creyendo realmente que Dios es el origen de la moralidad, que ésta es un invento de las religiones Abrahamicas —judaísmo, cristianismo e islam—. Estas religiones soportan explícitamente la idea de que la moralidad es imposible sin Dios.

Por otra parte, la iglesia siempre ha afirmado que moralidad y teísmo están esencialmente conectadas y que seguir una ley moral aparte de la religión no es posible.

En otras palabras, esto no es ni una broma ni un complejo de inferioridad del ateo.

Veamos si estos dos puntos son ciertos:


  • Judíos, cristianos y musulmanes inventaron la moralidad; y
  • Los ateos no sólo no tienen moralidad, sino que nunca podrán tenerla.


En este punto, cualquiera estará esperando que saque el tema de la Inquisición Española, la esclavitud, las cruzadas, bla, bla. Estos ejemplos, los cuales los ateos aman documentar hasta el infinito, demuestran claramente que la religión no garantiza un comportamiento moral. Y, por supuesto, a los cristianos les encanta hacer lo propio con Hitler, Stalin, y otros presuntos ateos que han cometido crímenes igualmente abominables. Y también tienen razón.

Estos ejemplos simplemente ilustran que hay religiosos y ateos que simplemente no viven de acuerdo a los estándares de su creencia. Es decir, que religiosos y ateos son simplemente humanos. Nada más y nada menos. Esto puede ser interesante para el historiador, pero para el filósofo es casi irrelevante.

La afirmación de la Iglesia Católica Romana va mas lejos. Una cosa es saber la diferencia entre el bien y el mal, y otra comportarse diabólicamente. Pero la Iglesia Católica Romana y de hecho todas las religiones Abrahámicas hacen una afirmación más profunda. Proclaman que los ateos no pueden comportarse moralmente. Afirman que cualquier moralidad encontrada en un ateo es simple moralidad de pega, aprendida por haber vivido inmerso en una sociedad judeocristiana o islámica.

Así que, resumiendo:


  • La religión rechaza hechos probados simplemente porque no están de acuerdo con sus axiomas.
  • La religión afirma que los ateos no pueden comportarse moralmente.


Con estas premisas, ¿sigue resultando extraña la discriminación a la que los ateos son sometidos?

Un último pensamiento. Nótese que en ambos de los últimos dos puntos, el problema lo tienen los religiosos. La mayor parte de los ateos no tienen nada en contra de las creencias religiosas en sí mismas a no ser que resulten discriminatorias o dañinas —aunque por supuesto la técnica científica pueda utilizarse para demostrar que dichas creencias no son plausibles y violan la lógica de las leyes del universo—. Un ateo nunca afirmará que la gente religiosa no puede comportarse de forma moral, ni que ser ateo te hace automáticamente más moral que cualquier persona de fe. Y sin embargo, esta es la posición oficial de la Iglesia Católica Romana con respecto a la moralidad del ateo.

Visto en The Religion Virus.

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