Hitchens desayuna monseñores
humanismo religion iglesia dios jesus christopherhitchens
¿Estás ahÃ, Dios? Y si estás, ¿puedes mandarnos un emisario capacitado para un debate con Christopher Hitchens que consiga no ser espectacularmente humillado?
Esa fue la cuestión pertinente durante la conversación titulada Big Questions que tuvo lugar en el Pierre Hotel, con On Faith y la Fundación John Templeton como anfitriones. En una esquina, el perro hambriento Hitchens, el chico del poster anti-teÃsta. En la otra, Monseñor Lorenzo Albacete, fÃsico, teólogo y autor de God at the Ritz: Atraction to Infinity.
Dada la espectacular debacle del anterior escuadrón de Dios en un debate similar, la audiencia sólo hacÃa que preguntarse «Â¿qué trae Albacete para competir con un hombre reconocido por su capacidad para destrozar dialécticamente a los defensores de la religión cada dos por tres?»
La respuesta, desafortunadamente, fue «nada». Mientras que Monseñor puede presumir de una figura carismática y empática —y de una voz resonante a lo Isaac Hayes que le hace merecedor de ser escuchado— sus argumentos, si se les podÃa llamar asÃ, no soportarÃan ser revisados en una clase de teologÃa de un nivel mÃnimamente aceptable.
La estrategia de Albacete pareció ser bailar alrededor de su oponente. Nunca la frase «estoy completamente de acuerdo» hubo salido tan frecuentemente de labios de sacerdote católico o de ateo militante. Sólo confiaba en su ascendencia eclesiástica para dar credibilidad a sus puntos principales; ciencia y religión pueden coexistir, los seres humanos son criaturas biológicas definidas por la fe, fe y religión son entidades separadas. Y, sobre todo, que la ciencia no ha aportado suficientes pruebas de que Dios no existe como para eliminar su creencia de que asà es en realidad.
Todo podrÃa haber sonado a argumento aceptable de haber sido discutido con efectividad, razonamiento, y ejemplos especÃficos para contrarrestar los agujeros obvios que Hitchens no tardó en presentar. La carga de la prueba cae sobre los deÃstas y no sobre los ateos, son aquellos quienes deben probar que Dios existe. No existe evidencia cientÃfica que soporte la afirmación de que Jesús es hijo de Dios. Ni siquiera de que Jesús haya existido. Y, por último, que la necesidad de religiones organizadas es simplemente la de dar soporte a ilusiones de la humanidad que le permitan dar un significado a su existencia.
La religión, admitió, ha hecho mucho daño. Pero también es cierto que la ciencia ha sido infrautilizada. Cuando Hitchens acusó a Albacete de minimizar el daño que la Cristiandad ha hecho a la humanidad, a pesar de la inexistencia de evidencia alguna de su certidumbre, el clérigo respondió; «en mi experiencia sà hay tal evidencia, la de que Jesús existió». ¡Excelente! ¡Un original punto de vista! ¿En qué consiste la evidencia? Lástima que no quiera compartirla con nosotros —o que en realidad no tenga respuesta.
Es una lástima que Albacete se haya traÃdo a la charla tan poco de su distinguida carrera y de sus ingeniosos escritos, que suelen demostrar un compromiso hacia las discusiones entre mentes abiertas sobre un tema que ha maltraÃdo a la humanidad a donde está ahora. En su lugar, pareció simplemente querer permanecer en su esquina con la dignidad intacta, sin importarle conceder a su rival el escenario soñado para sus imbatibles citas. Algunas muestras:
«Para mÃ, la fe es el problema. Es como cuando intentas explicar a tu familia por qué te has enamorado de esta o de la otra.»
«Por lo que a mà respecta, puedes sustituir a Jesús por el Gran Cocodrilo.»
«Cuando miro a mi mujer, no estoy pensando en ecuaciones.»
«Mientras intento vivir una vida decente, algo extraordinario entra en mi vida y me estimula más que nada que haya conocido antes. ¿Habrá sido que estaba borracho? ¿Habrá sido que la pizza estaba en mal estado? ¿Habrá sido que estaba fumado? La mayor parte de las veces ha sido una de las tres.»
Asà que aquà lo tienen; podrÃa haber sido Dios, o podrÃa haber sido la dichosa pizza en mal estado. Esperemos que el próximo sicario de Dios —¿quizás un imam?— que se enfrente a Hitchens esté armado de respuestas que presenten un poco más de pelea.
Visto en Discover Magazine vÃa FIDA.
¿Estás ahÃ, Dios? Y si estás, ¿puedes mandarnos un emisario capacitado para un debate con Christopher Hitchens que consiga no ser espectacularmente humillado?
Esa fue la cuestión pertinente durante la conversación titulada Big Questions que tuvo lugar en el Pierre Hotel, con On Faith y la Fundación John Templeton como anfitriones. En una esquina, el perro hambriento Hitchens, el chico del poster anti-teÃsta. En la otra, Monseñor Lorenzo Albacete, fÃsico, teólogo y autor de God at the Ritz: Atraction to Infinity.
Dada la espectacular debacle del anterior escuadrón de Dios en un debate similar, la audiencia sólo hacÃa que preguntarse «Â¿qué trae Albacete para competir con un hombre reconocido por su capacidad para destrozar dialécticamente a los defensores de la religión cada dos por tres?»
La respuesta, desafortunadamente, fue «nada». Mientras que Monseñor puede presumir de una figura carismática y empática —y de una voz resonante a lo Isaac Hayes que le hace merecedor de ser escuchado— sus argumentos, si se les podÃa llamar asÃ, no soportarÃan ser revisados en una clase de teologÃa de un nivel mÃnimamente aceptable.
La estrategia de Albacete pareció ser bailar alrededor de su oponente. Nunca la frase «estoy completamente de acuerdo» hubo salido tan frecuentemente de labios de sacerdote católico o de ateo militante. Sólo confiaba en su ascendencia eclesiástica para dar credibilidad a sus puntos principales; ciencia y religión pueden coexistir, los seres humanos son criaturas biológicas definidas por la fe, fe y religión son entidades separadas. Y, sobre todo, que la ciencia no ha aportado suficientes pruebas de que Dios no existe como para eliminar su creencia de que asà es en realidad.
Todo podrÃa haber sonado a argumento aceptable de haber sido discutido con efectividad, razonamiento, y ejemplos especÃficos para contrarrestar los agujeros obvios que Hitchens no tardó en presentar. La carga de la prueba cae sobre los deÃstas y no sobre los ateos, son aquellos quienes deben probar que Dios existe. No existe evidencia cientÃfica que soporte la afirmación de que Jesús es hijo de Dios. Ni siquiera de que Jesús haya existido. Y, por último, que la necesidad de religiones organizadas es simplemente la de dar soporte a ilusiones de la humanidad que le permitan dar un significado a su existencia.
La religión, admitió, ha hecho mucho daño. Pero también es cierto que la ciencia ha sido infrautilizada. Cuando Hitchens acusó a Albacete de minimizar el daño que la Cristiandad ha hecho a la humanidad, a pesar de la inexistencia de evidencia alguna de su certidumbre, el clérigo respondió; «en mi experiencia sà hay tal evidencia, la de que Jesús existió». ¡Excelente! ¡Un original punto de vista! ¿En qué consiste la evidencia? Lástima que no quiera compartirla con nosotros —o que en realidad no tenga respuesta.
Es una lástima que Albacete se haya traÃdo a la charla tan poco de su distinguida carrera y de sus ingeniosos escritos, que suelen demostrar un compromiso hacia las discusiones entre mentes abiertas sobre un tema que ha maltraÃdo a la humanidad a donde está ahora. En su lugar, pareció simplemente querer permanecer en su esquina con la dignidad intacta, sin importarle conceder a su rival el escenario soñado para sus imbatibles citas. Algunas muestras:
«Para mÃ, la fe es el problema. Es como cuando intentas explicar a tu familia por qué te has enamorado de esta o de la otra.»
«Por lo que a mà respecta, puedes sustituir a Jesús por el Gran Cocodrilo.»
«Cuando miro a mi mujer, no estoy pensando en ecuaciones.»
«Mientras intento vivir una vida decente, algo extraordinario entra en mi vida y me estimula más que nada que haya conocido antes. ¿Habrá sido que estaba borracho? ¿Habrá sido que la pizza estaba en mal estado? ¿Habrá sido que estaba fumado? La mayor parte de las veces ha sido una de las tres.»
Asà que aquà lo tienen; podrÃa haber sido Dios, o podrÃa haber sido la dichosa pizza en mal estado. Esperemos que el próximo sicario de Dios —¿quizás un imam?— que se enfrente a Hitchens esté armado de respuestas que presenten un poco más de pelea.
Visto en Discover Magazine vÃa FIDA.
ArtÃculos relacionados:
» La media hostia: El juego de manos de Jesús El propio Jesús nos presenta su mejor juego de manos: