Lo que Dios odia: El sexo anal
Sigo con las traducciones del blog Stuff God Hates, cuyo autor, God, gentilmente me autorizó a hacer. La entrada original está aquÃ.
El sexo anal
¡Prepárate tú, que lees esto, para estremecerte y temblar ante la IncreÃble Palabra de Dios, escrita por EL MISMO SEÑOR!
Hoy me gustarÃa hablar acerca de algo que Me ha disgustado desde el mismo momento en que vi a dos hombres curiosos descubriéndolo: el sexo anal.
Pero antes de entrar en tema, me gustarÃa aclarar una idea errónea muy común.
Ya saben, los lÃderes de las iglesias siempre le están diciendo a la gente que Yo odio a los homosexuales. No es verdad.
"¡Dios odia a los maricas!", dicen. "¡Miren! ¡Está en la Biblia! ¡Dios mató a todos los maricones en Sodoma y Gomorra!"
Si bien técnicamente es verdad -sÃ, Yo transformé a todos los de esas ciudades en cenizas- no tenÃa absolutamente nada que ver con que los hombres de allà fueran gays.
Por el contrario: ¡Amo a los homos! Amo su música, su devoción por la pulcritud y su impecable sentido de la moda. De hecho, tengo muchos amigos gays. Dos de los doce apóstoles eran gays. Pero no entre ellos.
Asà que de una vez por todas, déjenme ser tan claro como pueda en este tema: No odio a los maricas. Odio el sexo anal.
¿Ven la diferencia? Adivino que puedo entender por qué la gente se confundió. Pero ya seas gay o hetero, si tienes sexo anal enfrentarás Mi Ira.
¿Y preguntas por qué?
¡PORQUE! No es para eso que hice los penes.
Yo diseñé el pene, ¿ok? Yo lo creé. Yo. Y eso quiere decir que tuve que decidir cómo se debÃa usar.
Es simple. El pene es para entrar (y salir) de la vagina. Y para escribir tu nombre, meando en la nieve. ¡Asà es!
El ano, por otra parte, fue diseñado solamente para cagar. Salida. Solamente.
El pene no debe ni deberÃa -nunca y por ninguna razón- viajar dentro del ano. Es una clara violación.
¡No me malentiendan! Está bien ser gay. Sólo no puedes tener sexo anal.
Por lo que a mà respecta, amen a cualquiera que quieran. ¿Dos hombres quieren contraer matrimonio? MagnÃfico. Siempre y cuando uno de ellos se haga un cambio de sexo y se haga instalar una vagina.
Pero, por favor, no más sexo anal. ¡Es burdo!
El sexo anal
¡Prepárate tú, que lees esto, para estremecerte y temblar ante la IncreÃble Palabra de Dios, escrita por EL MISMO SEÑOR!
Hoy me gustarÃa hablar acerca de algo que Me ha disgustado desde el mismo momento en que vi a dos hombres curiosos descubriéndolo: el sexo anal.
Pero antes de entrar en tema, me gustarÃa aclarar una idea errónea muy común.
Ya saben, los lÃderes de las iglesias siempre le están diciendo a la gente que Yo odio a los homosexuales. No es verdad.
"¡Dios odia a los maricas!", dicen. "¡Miren! ¡Está en la Biblia! ¡Dios mató a todos los maricones en Sodoma y Gomorra!"
Si bien técnicamente es verdad -sÃ, Yo transformé a todos los de esas ciudades en cenizas- no tenÃa absolutamente nada que ver con que los hombres de allà fueran gays.
Por el contrario: ¡Amo a los homos! Amo su música, su devoción por la pulcritud y su impecable sentido de la moda. De hecho, tengo muchos amigos gays. Dos de los doce apóstoles eran gays. Pero no entre ellos.
Asà que de una vez por todas, déjenme ser tan claro como pueda en este tema: No odio a los maricas. Odio el sexo anal.
¿Ven la diferencia? Adivino que puedo entender por qué la gente se confundió. Pero ya seas gay o hetero, si tienes sexo anal enfrentarás Mi Ira.
¿Y preguntas por qué?
¡PORQUE! No es para eso que hice los penes.
Yo diseñé el pene, ¿ok? Yo lo creé. Yo. Y eso quiere decir que tuve que decidir cómo se debÃa usar.
Es simple. El pene es para entrar (y salir) de la vagina. Y para escribir tu nombre, meando en la nieve. ¡Asà es!
El ano, por otra parte, fue diseñado solamente para cagar. Salida. Solamente.
El pene no debe ni deberÃa -nunca y por ninguna razón- viajar dentro del ano. Es una clara violación.
¡No me malentiendan! Está bien ser gay. Sólo no puedes tener sexo anal.
Por lo que a mà respecta, amen a cualquiera que quieran. ¿Dos hombres quieren contraer matrimonio? MagnÃfico. Siempre y cuando uno de ellos se haga un cambio de sexo y se haga instalar una vagina.
Pero, por favor, no más sexo anal. ¡Es burdo!