Tres años (y un poco más)



Tres años. Tres años después de que una tarde, junto a mi amigo Hernán, me decidiera a volcar un par de escritos que tenía sobre religión, en esa cosa llamada blog.
Lo que sabía por entonces y lo que sé ahora de este asunto, en gran medida gracias a las acaloradas discusiones aquí emprendidas, es una buena paga por tanto tiempo dedicado a Razón Atea.
Ahora debo anunciarles algo. Lo siento mucho, pero he tomado la decisión:


No pararé por ahora.


Seguiré aquí escribiendo. Espero me sigan acompañando, pues creo que lo estamos pasando muy bien.


P.D.: En los comentarios, regalitos para los presentes.

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