La chef que era obligada a ir a culto para conservar su trabajo
Mirella Salemi es una talentosa cheff de Manhattan que además de preparar platillos y postres debÃa asistir obligadamente a las reuniones de oración por petición de su jefe. Las predicas tenÃan la intención de amonestarle sobre su destino fatal en el infierno por ser lesbiana. Ahora una Corte de apelaciones de Nueva York a ordenado a indemnizar a Salemi.
Noticia de Dos Manzanas
La Corte de Apelaciones de Nueva York ha confirmado la sentencia que condena al dueño del restaurante de comida mexicanaMary Ann’s a indemnizar con 1,6 millones de dólares (alrededor de 1,16 millones de euros) a Mirella Salemi, a quien despidió debido a su orientación sexual, tras obligarla a acudir a sesiones de oración y asegurarle repetidamente que “los homosexuales arderán en el infiernoâ€.
Los hechos se produjeron entre 2004 y 2007, cuando Mirella Salemi trabajaba en Mary Ann’s como chef de cocina. Según la versión que ha demostrado ante el tribunal, el dueño del restaurante, Edward Globokar, obligaba a todos los empleados a acudir a una reunión de oración semanal, en la que les repetÃa insistentemente que “la homosexualidad es un pecadoâ€y que “los homosexuales arderÃan en el infiernoâ€.
Globokar insistÃa también en indicar a Salemi que vistiera de manera más “femenina†y que buscase un marido y tuviera hijos con él. Salemi alega además que esas reuniones tenÃan carácter obligatorio, puesto que los empleados del restaurante temÃan perder su puesto de trabajo si no acudÃan.
De hecho, Mirella Salemi fue despedida tras negarse a acudir a más reuniones de ese tipo y protestar por los comentarios homófobos de Globokar. También se negó a cumplir la orden de despedir a otra empleada debido a su orientación sexual. Tras su despido, Salemi interpuso una demanda tanto contra Globokar como contra Gloria’s Tribeca Inc. y Gloria’s Tribecamex, sociedades propietarias de la cadena de restaurantes a la que pertenecÃa Mary Ann’s.
Sentencia y apelación favorables
El juicio, presidido por la juez Carol Huff, tuvo lugar en 2012. El jurado estimó que se habÃa violado la Ley de Derechos Humanos de la ciudad de Nueva York y condenó a los demandados a que indemnizaran a Mirella Salemi con 400.000 dólares (290.000 euros) por daños compensatorios y con 1,2 millones de dólares (870.000 euros) por daños punitivos. La sentencia fue considerada como el más importante veredicto en asuntos laborales del año 2012.
Globokar presentó una apelación arguyendo que en el juicio se habÃa vulnerado su derecho a la libertad religiosa recogido en la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. La Corte de Apelaciones, sin embargo, ha confirmado la sentencia, al estimar que “el tribunal de primera instancia protegió adecuadamente lo derechos recogidos en la Primera Enmienda del señor Globokar, al dar instrucciones al jurado de que tenÃa derecho a expresar sus creencias religiosas y a la práctica de su religión, siempre y cuando no discriminara a sus empleados basándose en la religión o la orientación sexual". La Corte de Apelaciones también ha confirmado el importe de la indemnización por daños, al no encontrarlo excesivo.
¿Y usted qué opina?