«La cuestión es si es verdad lo que dicen»
© Xavi Ayén
Publicado en La Vanguardia.
Fragmento de una entrevista a Ian McEwan.
–Usted ha participado en un nuevo libro colectivo, que se titula The portable atheist (El ateo portátil). ¿Cuales son sus ideas sobre el ateÃsmo?
–He sido un ateo durante largo tiempo, y no veo nuevos datos que me puedan hacer cambiar de opinión, ni razones que motiven un abandono de mi postura, leo la prensa todos los dÃas y no han hallado todavÃa ninguna prueba de la existencia de Dios, y tampoco creo que eso vaya a llegar en el futuro. Muchos niños siguen muriendo en el mundo de manera horrible. Adoptar una idea como la de Dios, tan potente, y con tanta influencia en nuestras vidas, deberÃa hacerse solamente a partir de unas pruebas irrefutables. La realidad es que hay muchÃsimas religiones y que todas afirman cosas absolutamente contradictorias entre sÃ, e incluso dentro de una misma religión. No es la evidencia de la existencia de Dios lo que hace a la gente religiosa, es el entorno, por eso los hijos adoptan la religión de sus padres, o la de su escuela. Al mismo tiempo, acepto que la religión a menudo ha creado obras de arte excepcionales, comunidades fuertes, música maravillosa, iglesias bellÃsimas, pero esa no es la cuestión. La cuestión es si es verdad lo que dicen. Y no puede serlo.
–Cómo es usted, hombre, ahora que Tony Blair se ha convertido al catolicismo...
–¡Felicidades, ahora es uno de los suyos! ¿No les apetece quedarse con él en España? Para mÃ, Blair, ahora ya un hombre plenamente católico, es justamente un buen ejemplo de que no hay ningún indicio de que la conducta de un ateo tenga que ser menos moral que la de un hombre religioso. De hecho, seguramente es al contrario, yo creo que el comportamiento de un ateo serÃa mejor que el que están protagonizando tantos hombres de fe. Si Tony Blair fuera ateo, ¿habrÃa ido a la guerra de Iraq? No lo sabemos, pero creo que un ateo coherente se lo pensarÃa dos veces.
Publicado en La Vanguardia.
Fragmento de una entrevista a Ian McEwan.
–Usted ha participado en un nuevo libro colectivo, que se titula The portable atheist (El ateo portátil). ¿Cuales son sus ideas sobre el ateÃsmo?
–He sido un ateo durante largo tiempo, y no veo nuevos datos que me puedan hacer cambiar de opinión, ni razones que motiven un abandono de mi postura, leo la prensa todos los dÃas y no han hallado todavÃa ninguna prueba de la existencia de Dios, y tampoco creo que eso vaya a llegar en el futuro. Muchos niños siguen muriendo en el mundo de manera horrible. Adoptar una idea como la de Dios, tan potente, y con tanta influencia en nuestras vidas, deberÃa hacerse solamente a partir de unas pruebas irrefutables. La realidad es que hay muchÃsimas religiones y que todas afirman cosas absolutamente contradictorias entre sÃ, e incluso dentro de una misma religión. No es la evidencia de la existencia de Dios lo que hace a la gente religiosa, es el entorno, por eso los hijos adoptan la religión de sus padres, o la de su escuela. Al mismo tiempo, acepto que la religión a menudo ha creado obras de arte excepcionales, comunidades fuertes, música maravillosa, iglesias bellÃsimas, pero esa no es la cuestión. La cuestión es si es verdad lo que dicen. Y no puede serlo.
–Cómo es usted, hombre, ahora que Tony Blair se ha convertido al catolicismo...
–¡Felicidades, ahora es uno de los suyos! ¿No les apetece quedarse con él en España? Para mÃ, Blair, ahora ya un hombre plenamente católico, es justamente un buen ejemplo de que no hay ningún indicio de que la conducta de un ateo tenga que ser menos moral que la de un hombre religioso. De hecho, seguramente es al contrario, yo creo que el comportamiento de un ateo serÃa mejor que el que están protagonizando tantos hombres de fe. Si Tony Blair fuera ateo, ¿habrÃa ido a la guerra de Iraq? No lo sabemos, pero creo que un ateo coherente se lo pensarÃa dos veces.