La trágica historia del microbús y el Juzgado CÃvico (segundo cantar)
Dormimos... o eso intentamos. Despues de cuatro horas tomamos un baño y regresamos al Juzgado. Dieron las 12. Ni el "chofer" ni el abogado llegaban, asi que desesperados le marcamos al celular.
- "Se me ponchó una llanta"- dijo.
- "Chinga tu madre pinche irresponsable"-pensé.
Llegó una hora despues, solo para decirnos que nos veÃamos a las 6 de la tarde ya que el chofer se dió a la fuga.