EU: enjuician a obispo católico por encubrir pederastia


Miércoles 28 de marzo del 2012

William Lynn, encargado de nombrar a curas en escuelas y parroquias, enfrenta cargos por no mantener a los denunciados lejos de los menores.
La asistente del fiscal, Jacqueline Coelho, prometió una meticulosa revisión de los archivos de la Iglesia. Foto: Aggie Kenny/AP


El primer juicio contra un responsable de la Iglesia católica en Estados Unidos acusado de encubrir actos de pederastia llegó el lunes a los tribunales de Filadelfia, Pensilvania.
Monseñor William Lynn, encargado de nombrar a sacerdotes en escuelas e iglesias en la región de Filadelfia, enfrenta acusaciones por no haber mantenido a los curas denunciados por abuso sexual lejos de los menores.
El caso, en el cual el sacerdote James Brennan está acusado de abuso de niños en los años 1990, es el primero de este tipo en Estados Unidos.
En un sorpresivo giro el jueves antes del inicio del juicio este lunes, otro acusado, el sacerdote expulsado Edward Avery, se declaró culpable de crímenes sexuales, evitando de este modo el proceso. Avery fue sentenciado de inmediato a entre dos años y medio y cinco en prisión.
La asistente del fiscal, Jacqueline Coelho, describió a Lynn como el “guardián de los secretos”, encargado de proteger a la Iglesia del escándalo y mantener a los feligreses en la ignorancia.
“La protección de los niños era la cosa más alejada de la mente del acusado Lynn”, dijo Coelho, quien prometió una meticulosa revisión de los archivos de la Iglesia en los cuales Lynn se verá incriminado por sus propias palabras.
Argumentos
El abogado de Lynn, Thomas Bergstrom, argumentó que su cliente no tenía poder suficiente para detener los abusos debido a su baja jerarquía eclesiástica. “El abuso sexual de niños es horrible. Monseñor Lynn sabe que es horrible. Él, y quizás nadie más que él, intentó detenerlo”, sostuvo.
El prelado “no tenía poder”. Foto: Matt Rourke/AP


El defensor del cura Brennan, William J. Brennan —sin parentesco—, señaló que su cliente no tenía nada que ver en este caso.
Los abogados defensores cuestionan además la credibilidad de las dos supuestas víctimas, que tienen largas historias de abuso de drogas y también están buscando conseguir una millonaria indemnización de parte de la arquidiócesis en un juicio civil.
Pero el proceso amenaza con ampliar la presión de la justicia sobre la Iglesia católica, cuya imagen ha resultado muy dañada por los escándalos de pederastia en varios países.
“Si se comienza a investigar a este tipo de responsables, religiosos que se han convertido en obispos quedarán envueltos en el escándalo”, dijo Terry McKiernan, del sitio bishop-accountability.org, que documenta este tipo de abusos.
“Es un lío que la Iglesia en EU no quiera que se abra”, agregó.
El proceso
El caso data de 1992, cuando un ex feligrés acusó a Avery de abuso sexual hace más de 20 años.
Las acusaciones fueron consideradas lo suficientemente serias como para que Avery fuese enviado a un centro especializado en la rehabilitación de sacerdotes con problemas por abuso.
Cuando Avery completó el programa, Lynn lo asignó a una parroquia con escuela, a pesar de que el terapeuta del cura le advirtió sobre el riesgo de que hubiera chicos a su alrededor.
En esa iglesia, Avery supuestamente encontró a un niño de 10 años mencionado en los documentos como “Bill” y abusó de él.
Según otro incidente en el expediente, el cura Brennan supuestamente violó a un chico de 14 años que pasó la noche en su apartamento en 1996.
La asistente del fiscal dijo que 11 curas han sido acusados de abusar de niños, pero algunas denuncias son antiguas y los delitos prescribieron.
Coelho aseguró que las denuncias fueron efectuadas, que Lynn sabía de cada una de ellas y que transfirió a los acusados a otras iglesias o directamente no hizo nada al respecto.



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