Todos los dioses vienen del mismo lugar

Madalyn Murray O'Hair escribió en 1978 "¿Sabías que todos los dioses vienen del mismo lugar?" un libro para niños ilustrado por Joe Kirby. Comienza así:

"Había un tiempo en que la gente era como los niños. No sabían leer ni escribir. Nunca iban al colegio. No sabían ni siquiera cómo construir casas como la casa en que tú vives. No sabían qué causaba la lluvia, el trueno, ni los relámpagos.Y si pescaban un resfríado o se enfermaban, no sabían por qué ni cómo curarse."

Pero esa gente tenía una gran habilidad: podía pensar, podía imaginar. Utilizó su pensamiento para resolver muchos de esos problemas, y cuando el pensamiento no fue suficiente, usó su imaginación. Imaginó dioses a su imagen y semejanza, seres omnipotentes que movían los hilos de las cosas inexplicables. Nuestros antepasados también sufrían, y tenían miedo de lo desconocido, y miedo de morir, así que inventaron elaboradas fantasías que les dieran la esperanza de vivir para siempre. Las mejores de esas fantasías han perdurado, se han ido mezclando a lo largo del tiempo y forma el canon de las religiones establecidas.

Christopher Hitchens lo pone así:

".. tenemos miedo de la oscuridad y tenemos miedo de morir, y creemos en la verdad de libros sagrados que son tan estúpidos, tan inventados, que un niño puede, y los niños pueden (como se ve por sus preguntas) ver a través de ellos."

Pero ya no necesitamos más fantasías, menos aún que unos pocos lucren con ellas ofreciendo falsas esperanzas a los más débiles. Como los niños abandonan sus juguetes y muñecas cuando crecen, nosotros podemos dejar atrás el falso consuelo de fantasías infantiles, y buscar un camino de felicidad que conduzca a la madurez de nuestra especie.

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