Después del fracaso
El diálogo pudo leerse recientemente en el Blog de Antonio Piñero, dedicado al estudio del Jesús histórico. Un lector planteó al profesor un interrogante que también se ha suscitado en esta página, a partir del artÃculo precedente, Jesús y la inminencia del Reino. La pregunta podrÃa resumirse asÃ: «¿Como y por qué se fraguó entre los seguidores del predicador galileo, tras su muerte, la idea de resurrección?».
El comentarista, bajo el nombre de Emérito Augusto, plantea una hipótesis que se conecta con la que he expresado en aquel artÃculo y en los comentarios subsiguientes: que ante el espantoso fracaso del Monte Calvario, los discÃpulos buscaron superar esa decepción mediante la formulación, desesperada, de que Jesús (a quien creÃan el MesÃas que iba a salvar a Israel) habÃa vencido a la muerte. O, como resume el comentarista:
El grupo (secta) de los «nazarenos» (todavÃa no eran «comunidad cristiana») son perseguidos por ser discÃpulos del «impostor crucificado». En esa persecución a muerte (mártires) se «recuerda» la idea la «resurrección» que por entonces, todavÃa no era «doctrina oficial judÃa» (pregunta saducea a Jesús). «Dios premia al justo» y lo «exalta», lo «resucita». Si los mártires no resucitan, ¿cómo podrÃa Dios cumplir con la «justicia»?
A partir de esta idea, se van sucediendo en los discÃpulos experiencias mÃsticas personales y comunitarias que dan pie a la «creencia» real de la resurrección de Jesús fundamento de la fe. «Si Cristo no ha resucitado nuestra fe es una necedad».
Antonio Piñero termina de perfilar el problema con su respuesta:
También a mà me parece ésta la pregunta clave. Es plausible [esa] hipótesis. Sólo añadir que la idea de que los justos en general van a resucitar (y cuánto más si son mártires) empieza –al parecer– a bullir en ciertos ambientes apocalÃpticos muy pronto en Israel. Los textos más comúnmente citados son Ezequiel 37, 1-14, IsaÃas 26., 19 y Daniel 12, 2ss, aparte de algunos trextos más bien obscuros de Qumrán que comentan un posible surgimiento del Siervo de Yahvé (Is 53, 11) en 1QIs, textos a y b.Ver: Jesús y la inminencia del Reino y Cruz y ficción. Además: El arquitecto del cristianismo.
La efervescencia de una comunidad apocalÃptica, como era la de los nazarenos, en sus primeros momentos debÃa ser intensÃsima. Sentir que Jesús seguÃa vivo en medio de ellos debÃa ser la experiencia inicial. El modo de expresarlo era afirmar que «habÃa resucitado». La firme creencia en esa experiencia genera más tarde las historias de las apariciones. Pero nunca podremos saber exactamente el cómo.