Respuestas al papa
Frente a la escasa y a menudo inexacta divulgación en prensa de los avances del conocimiento, sorprende como cualquier declaración de Benedicto XVI, del Dalai Lama o similares, por poco que aporte, tiene el titular asegurado.
El Pontifex Máximus ha traÃdo ocho discursos y dos homilÃas a su reciente visita a Madrid, durante la llamada "Jornada Mundial de la Juventud". Entre lugares comunes y vacuidad, los chicos de la prensa han destacado algunos titulares que vamos a examinar (los textos Ãntegros están disponibles en la página web del Vaticano):
El Papa pide respeto a la identidad cristiana en su primer discurso (El PaÃs 11-08-11)
¿El circo católico que se ha montado en Madrid no es muestra de respeto suficiente? El titular se refiere a las palabras que pronunció en Barajas al bajar del avión, en particular al párrafo:
«En este contexto, es urgente ayudar a los jóvenes discÃpulos de Jesús a permanecer firmes en la fe y a asumir la bella aventura de anunciarla y testimoniarla abiertamente con su propia vida. Un testimonio valiente y lleno de amor al hombre hermano, decidido y prudente a la vez, sin ocultar su propia identidad cristiana, en un clima de respetuosa convivencia con otras legÃtimas opciones y exigiendo al mismo tiempo el debido respeto a las propias.»
Marca una de las lÃneas principales del discurso de la ICAR; su victimismo. No cabe duda de que no debe ser fácil ser cristiano cuando la humanidad ha encontrado respuestas más adecuadas y reales a las necesidades antaño cubiertas por la religión. Asume aquà el Papa que los jóvenes cristianos podrÃan sentir cierta "vergüenza" de declararse como tales («no os avergoncéis del Señor») y con toda la razón. En la misma lÃnea, cualquier disminución de los abusivos privilegios de la ICAR se tilda de "persecución". La alusión a un «clima de respetuosa convivencia con otras legÃtimas opciones» hace referencia a la libertad de conciencia, un derecho en el que se apoyan, paradójicamente, para mantener esos privilegios y que se se incluyó en la legislación de muchos paÃses pese a la feroz oposición de la ICAR. Un derecho que nació, precisamente, para proteger a los ciudadanos de los abusos y persecuciones por parte de los cristianos.
El Pontifex Máximus ha traÃdo ocho discursos y dos homilÃas a su reciente visita a Madrid, durante la llamada "Jornada Mundial de la Juventud". Entre lugares comunes y vacuidad, los chicos de la prensa han destacado algunos titulares que vamos a examinar (los textos Ãntegros están disponibles en la página web del Vaticano):
El Papa pide respeto a la identidad cristiana en su primer discurso (El PaÃs 11-08-11)
¿El circo católico que se ha montado en Madrid no es muestra de respeto suficiente? El titular se refiere a las palabras que pronunció en Barajas al bajar del avión, en particular al párrafo:
«En este contexto, es urgente ayudar a los jóvenes discÃpulos de Jesús a permanecer firmes en la fe y a asumir la bella aventura de anunciarla y testimoniarla abiertamente con su propia vida. Un testimonio valiente y lleno de amor al hombre hermano, decidido y prudente a la vez, sin ocultar su propia identidad cristiana, en un clima de respetuosa convivencia con otras legÃtimas opciones y exigiendo al mismo tiempo el debido respeto a las propias.»
Marca una de las lÃneas principales del discurso de la ICAR; su victimismo. No cabe duda de que no debe ser fácil ser cristiano cuando la humanidad ha encontrado respuestas más adecuadas y reales a las necesidades antaño cubiertas por la religión. Asume aquà el Papa que los jóvenes cristianos podrÃan sentir cierta "vergüenza" de declararse como tales («no os avergoncéis del Señor») y con toda la razón. En la misma lÃnea, cualquier disminución de los abusivos privilegios de la ICAR se tilda de "persecución". La alusión a un «clima de respetuosa convivencia con otras legÃtimas opciones» hace referencia a la libertad de conciencia, un derecho en el que se apoyan, paradójicamente, para mantener esos privilegios y que se se incluyó en la legislación de muchos paÃses pese a la feroz oposición de la ICAR. Un derecho que nació, precisamente, para proteger a los ciudadanos de los abusos y persecuciones por parte de los cristianos.
Si se fijan ustedes bien, arriba a la izquierda en pequeñito se ve a un valiente joven católico que no se deja intimidar por los jabalÃes del laicismo foto tomada de Atea y sublevada
Se vuelve a este tema durante el viaje:
El Papa anima a los seminaristas a no dejarse intimidar por los 'laicos' (Libertad Digital 20-08-11)
Las palabras exactas fueron, en realidad, «no os dejéis intimidar por un entorno en el que se pretende excluir a Dios» en la homilÃa dirigida a los seminaristas. La ironÃa de este victimismo se subraya por la circunstancia de que, unos dÃas antes, la policÃa habÃa cargado contra una manifestación laica, pacÃfica y autorizada, frente a la mirada de los católicos que se habÃan presentado en el lugar quizá soñando con un frustrado martirio.
El Papa arremete contra los ateos 'que se creen dioses' (El Mundo 18-08-11)
Este sorprendente titular se basa en el discurso dirigido a los jóvenes en Cibeles:
«SÃ, hay muchos que, creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raÃces ni cimientos que ellos mismos. DesearÃan decidir por sà solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto; decidir quién es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias; dar en cada instante un paso al azar, sin rumbo fijo, dejándose llevar por el impulso de cada momento»
La idea se sustenta en dos falacias: la arrogancia de los ateos y la divinidad como fuente del código moral.
El ateÃsmo acepta los descubrimientos cientÃficos que muestran como el humano no es más que otro animal, que la vida no es más que un proceso material, que la Tierra no es más que una mota de polvo en un extremo de una galaxia cualquiera. Es difÃcil acusarlo de arrogancia frente a los creyentes que piensan tener una relación personal con un ser todopoderoso que creó todo el universo especialmente para ellos. Cada descubrimiento cientÃfico aumenta la conciencia de nuestra ignorancia, frente a la revelación, consumada de manera plena y definitiva en Jesucristo.
El Papa anima a los seminaristas a no dejarse intimidar por los 'laicos' (Libertad Digital 20-08-11)
Las palabras exactas fueron, en realidad, «no os dejéis intimidar por un entorno en el que se pretende excluir a Dios» en la homilÃa dirigida a los seminaristas. La ironÃa de este victimismo se subraya por la circunstancia de que, unos dÃas antes, la policÃa habÃa cargado contra una manifestación laica, pacÃfica y autorizada, frente a la mirada de los católicos que se habÃan presentado en el lugar quizá soñando con un frustrado martirio.
El Papa arremete contra los ateos 'que se creen dioses' (El Mundo 18-08-11)
Este sorprendente titular se basa en el discurso dirigido a los jóvenes en Cibeles:
«SÃ, hay muchos que, creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raÃces ni cimientos que ellos mismos. DesearÃan decidir por sà solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto; decidir quién es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias; dar en cada instante un paso al azar, sin rumbo fijo, dejándose llevar por el impulso de cada momento»
La idea se sustenta en dos falacias: la arrogancia de los ateos y la divinidad como fuente del código moral.
El ateÃsmo acepta los descubrimientos cientÃficos que muestran como el humano no es más que otro animal, que la vida no es más que un proceso material, que la Tierra no es más que una mota de polvo en un extremo de una galaxia cualquiera. Es difÃcil acusarlo de arrogancia frente a los creyentes que piensan tener una relación personal con un ser todopoderoso que creó todo el universo especialmente para ellos. Cada descubrimiento cientÃfico aumenta la conciencia de nuestra ignorancia, frente a la revelación, consumada de manera plena y definitiva en Jesucristo.
Asumir un origen sobrenatural de la moralidad significa ignorar los descubrimientos de varias décadas en evolución, etologÃa, biologÃa y demás campos que han mostrado como el altruismo, lejos de ser un elemento trascendente y exclusivo de la humanidad, aparece en todos los animales como comportamiento adaptativo y su origen es perfectamente material e inmanente. Obvia también el hecho evidente de que muchos ateos tienen vidas tan moralmente buenas como muchos cristianos, a menudo, mejores, ya que la fe sirve frecuentemente como excusa para los actos más atroces. Como observó el fÃsico Steven Weinberg «La religión es un insulto a la dignidad humana. Con o sin ella, encontrarás buena gente haciendo cosas buenas y gente malvada haciendo cosas malas. Pero para que la gente buena haga cosas malvadas, necesitas la religión».
El Papa advierte de los "abusos" que puede ocasionar la ciencia "sin lÃmite" (La Vanguardia 19-08-11)
Este titular hace referencia al discurso dirigido a los profesores de universidad jóvenes. El argumento se sustenta en el tópico cinematográfico del cientÃfico loco; hay que señalar que no refleja debidamente el contenido del discurso. Veamos un fragmento:
«A veces se piensa que la misión de un profesor universitario sea hoy exclusivamente la de formar profesionales competentes y eficaces que satisfagan la demanda laboral en cada preciso momento. También se dice que lo único que se debe privilegiar en la presente coyuntura es la mera capacitación técnica. Ciertamente, cunde en la actualidad esa visión utilitarista de la educación, también la universitaria, difundida especialmente desde ámbitos extrauniversitarios. Sin embargo, vosotros que habéis vivido como yo la Universidad, y que la vivÃs ahora como docentes, sentÃs sin duda el anhelo de algo más elevado que corresponda a todas las dimensiones que constituyen al hombre.»
Hasta aquÃ, no podemos estar más de acuerdo ¿Va el Papa a defender la investigación fundamental? ¿la fÃsica teórica? No. Bueno, al fin y al cabo ¿qué hay más elevado y más humano que la curiosidad cientÃfica y la investigación? Recordemos la idea de Carl Sagan de la humanidad como la forma en que el Universo toma conciencia de sà mismo; teniéndola en cuenta, es el saber cientÃfico lo especÃficamente humano y el crecimiento de éste una mejora moral. Pero Ratzinger no se referÃa a nada de esto. El párrafo continúa:
«Sabemos que cuando la sola utilidad y el pragmatismo inmediato se erigen como criterio principal, las pérdidas pueden ser dramáticas: desde los abusos de una ciencia sin lÃmites, más allá de ella misma, hasta el totalitarismo polÃtico que se aviva fácilmente cuando se elimina toda referencia superior al mero cálculo de poder. En cambio, la genuina idea de Universidad es precisamente lo que nos preserva de esa visión reduccionista y sesgada de lo humano.»
El Papa advierte de los "abusos" que puede ocasionar la ciencia "sin lÃmite" (La Vanguardia 19-08-11)
Este titular hace referencia al discurso dirigido a los profesores de universidad jóvenes. El argumento se sustenta en el tópico cinematográfico del cientÃfico loco; hay que señalar que no refleja debidamente el contenido del discurso. Veamos un fragmento:
«A veces se piensa que la misión de un profesor universitario sea hoy exclusivamente la de formar profesionales competentes y eficaces que satisfagan la demanda laboral en cada preciso momento. También se dice que lo único que se debe privilegiar en la presente coyuntura es la mera capacitación técnica. Ciertamente, cunde en la actualidad esa visión utilitarista de la educación, también la universitaria, difundida especialmente desde ámbitos extrauniversitarios. Sin embargo, vosotros que habéis vivido como yo la Universidad, y que la vivÃs ahora como docentes, sentÃs sin duda el anhelo de algo más elevado que corresponda a todas las dimensiones que constituyen al hombre.»
Hasta aquÃ, no podemos estar más de acuerdo ¿Va el Papa a defender la investigación fundamental? ¿la fÃsica teórica? No. Bueno, al fin y al cabo ¿qué hay más elevado y más humano que la curiosidad cientÃfica y la investigación? Recordemos la idea de Carl Sagan de la humanidad como la forma en que el Universo toma conciencia de sà mismo; teniéndola en cuenta, es el saber cientÃfico lo especÃficamente humano y el crecimiento de éste una mejora moral. Pero Ratzinger no se referÃa a nada de esto. El párrafo continúa:
«Sabemos que cuando la sola utilidad y el pragmatismo inmediato se erigen como criterio principal, las pérdidas pueden ser dramáticas: desde los abusos de una ciencia sin lÃmites, más allá de ella misma, hasta el totalitarismo polÃtico que se aviva fácilmente cuando se elimina toda referencia superior al mero cálculo de poder. En cambio, la genuina idea de Universidad es precisamente lo que nos preserva de esa visión reduccionista y sesgada de lo humano.»
Un ejemplo tÃpico de a qué puede llegar un cientÃfico que da la espalda a Dios. El Dr. Nobel Price (en España Profesor Lumbrera) entrevistado para Barrio Sésamo (imangen de Muppet Wiki)
Que el pragmatismo está tras el totalitarismo es llanamente mentira: tras todo totalitarismo hay grandes y supuestamente elevados ideales, una fe, por la que es lÃcito sacrificarlo todo, incluso la libertad: Dios, patria, raza, revolución, etc.
En cuanto a los abusos de una ciencia sin lÃmites, la frase que veÃamos en el titular, debe referirse, con malicioso equÃvoco, a los abusos de la técnica, ya que el saber no debe limitarse. Es más, cuando más sepamos, con mejor criterio podremos poner lÃmites convenientes a la técnica.
El texto propone pues un falso antagonismo entre una universidad únicamente técnica y pragmática , frente a otra más humana. El elemento humanizador que propone, como era de esperar, es el catolicismo.
Partiendo de esto podemos considerar el texto como una radicalización del falaz argumento de los magisterios no superpuestos, que podrÃamos llamar de magisterios complementarios: la universidad necesita de la religión para que su enseñanza sea integral.
En relación con esta idea, recordemos, en primer lugar, el famoso párrafo de Dawkins en su artÃculo"The Emptiness of Theology" (Free Inquiry, primavera 1998)
«Si todos los logros de los cientÃficos fueran eliminados mañana, no habrÃa más médicos, sólo médicos brujos, ni transportes más rápidos que los caballos, ni computadoras, ni libros impresos, ni agricultura más avanzada que la de subsistencia. Si todos los logros de los teólogos fueran eliminados mañana, ¿notarÃa alguien la diferencia? ¡Incluso los malos logros de los cientÃficos, las bombas y los barcos balleneros guiados por sonar, funcionan! Los logros de los teólogos no hacen nada, no afectan a nada, ni significan nada ¿Qué nos hace pensar que la 'teologÃa' es realmente un tema?»
Pero Dawkins se equivoca: los avances teológicos sà tienen incidencia el nuestras vidas, por ello, en segundo lugar, recordemos dos ejemplos, entre muchos, de "logros" de la aplicación práctica de la religión:
·Problemas como plagas y catástrofes climáticas se atribuÃan a las brujas. Entre el s. XIII y el XVII se calcula que unas 500.000 personas fueron ejecutadas en Europa acusadas de crÃmenes perfectamente imaginarios, como volar por los aires y copular con el Diablo.
·Se consideró que la epidemia de peste negra del siglo XIV se debÃa al pecado; el papa Bonifacio VIII concedió indulgencia plenaria a todo aquel que peregrinara a Roma. El movimiento de población que produjo esta iniciativa aumentó gravemente la difusión de la enfermedad.
La ciencia ha dado mejores explicaciones que la teologÃa a estos fenómenos y mejores paliativos o soluciones. La teologÃa se equivocaba entonces porque sus razonamientos eran falaces, se basaban en supuestos errados o ambas cosas, agravado todo por la carencia de un método de autocorrección eficiente.
Actualmente la Iglesia Católica sigue interviniendo en cuestiones cientÃficas como la prevención del sida o la investigación con células tronco. Con el mismo tipo de razonamientos que usaba entonces y similares supuestos errados no es sorprendente que sus conclusiones sigan estando completamente equivocadas. No hay magisterio alguno que puedan reclamar.
Benedicto XVI avisa de que solo se puede seguir a Jesús en la Iglesia (El PaÃs 22-08-11)
El titular se refiere al tema central de la homilÃa de la misa oficiada en el Aeródromo de Cuatro Vientos. En los siglos gloriosos del dominio católico de Europa esto hubiera sido una obviedad casi blasfema; todo el mundo sabÃa que fuera de la ICAR solo cabe esperar la condenación eterna. En la actualidad, en cambio, es uno de los temas fundamentales del pensamiento de Ratzinger; aunque una lectura superficial del texto podrÃa resumirse en la frase «Tener fe es apoyarse en la fe de tus hermanos, y que tu fe sirva igualmente de apoyo para la de otros» el actual obispo de Roma ha dedicado mucha reflexión al asunto. Como Precepto de la Congregación para la Doctrina de la Fe escribió su declaración «Dominus Iesus», como papa, en sus primeras intervenciones alertó contra el «relativismo», al que considera el mayor pecado de nuestro tiempo.
En cuanto a los abusos de una ciencia sin lÃmites, la frase que veÃamos en el titular, debe referirse, con malicioso equÃvoco, a los abusos de la técnica, ya que el saber no debe limitarse. Es más, cuando más sepamos, con mejor criterio podremos poner lÃmites convenientes a la técnica.
El texto propone pues un falso antagonismo entre una universidad únicamente técnica y pragmática , frente a otra más humana. El elemento humanizador que propone, como era de esperar, es el catolicismo.
Partiendo de esto podemos considerar el texto como una radicalización del falaz argumento de los magisterios no superpuestos, que podrÃamos llamar de magisterios complementarios: la universidad necesita de la religión para que su enseñanza sea integral.
En relación con esta idea, recordemos, en primer lugar, el famoso párrafo de Dawkins en su artÃculo"The Emptiness of Theology" (Free Inquiry, primavera 1998)
«Si todos los logros de los cientÃficos fueran eliminados mañana, no habrÃa más médicos, sólo médicos brujos, ni transportes más rápidos que los caballos, ni computadoras, ni libros impresos, ni agricultura más avanzada que la de subsistencia. Si todos los logros de los teólogos fueran eliminados mañana, ¿notarÃa alguien la diferencia? ¡Incluso los malos logros de los cientÃficos, las bombas y los barcos balleneros guiados por sonar, funcionan! Los logros de los teólogos no hacen nada, no afectan a nada, ni significan nada ¿Qué nos hace pensar que la 'teologÃa' es realmente un tema?»
Pero Dawkins se equivoca: los avances teológicos sà tienen incidencia el nuestras vidas, por ello, en segundo lugar, recordemos dos ejemplos, entre muchos, de "logros" de la aplicación práctica de la religión:
·Problemas como plagas y catástrofes climáticas se atribuÃan a las brujas. Entre el s. XIII y el XVII se calcula que unas 500.000 personas fueron ejecutadas en Europa acusadas de crÃmenes perfectamente imaginarios, como volar por los aires y copular con el Diablo.
·Se consideró que la epidemia de peste negra del siglo XIV se debÃa al pecado; el papa Bonifacio VIII concedió indulgencia plenaria a todo aquel que peregrinara a Roma. El movimiento de población que produjo esta iniciativa aumentó gravemente la difusión de la enfermedad.
La ciencia ha dado mejores explicaciones que la teologÃa a estos fenómenos y mejores paliativos o soluciones. La teologÃa se equivocaba entonces porque sus razonamientos eran falaces, se basaban en supuestos errados o ambas cosas, agravado todo por la carencia de un método de autocorrección eficiente.
Actualmente la Iglesia Católica sigue interviniendo en cuestiones cientÃficas como la prevención del sida o la investigación con células tronco. Con el mismo tipo de razonamientos que usaba entonces y similares supuestos errados no es sorprendente que sus conclusiones sigan estando completamente equivocadas. No hay magisterio alguno que puedan reclamar.
Benedicto XVI avisa de que solo se puede seguir a Jesús en la Iglesia (El PaÃs 22-08-11)
El titular se refiere al tema central de la homilÃa de la misa oficiada en el Aeródromo de Cuatro Vientos. En los siglos gloriosos del dominio católico de Europa esto hubiera sido una obviedad casi blasfema; todo el mundo sabÃa que fuera de la ICAR solo cabe esperar la condenación eterna. En la actualidad, en cambio, es uno de los temas fundamentales del pensamiento de Ratzinger; aunque una lectura superficial del texto podrÃa resumirse en la frase «Tener fe es apoyarse en la fe de tus hermanos, y que tu fe sirva igualmente de apoyo para la de otros» el actual obispo de Roma ha dedicado mucha reflexión al asunto. Como Precepto de la Congregación para la Doctrina de la Fe escribió su declaración «Dominus Iesus», como papa, en sus primeras intervenciones alertó contra el «relativismo», al que considera el mayor pecado de nuestro tiempo.
El «relativismo» razingiano se refiere a ese "en todas las religiones hay enseñanzas positivas", "el catolicismo es una expresión más del anhelo de trascendencia del ser humano" o, peor todavÃa, "yo soy católico a mi manera". Cualquiera de esos puntos de vista, y otros similares, ponen en cuestión los privilegios y la existencia misma de la ICAR. Por ello, en «Dominus Iesus», el entonces gran inquisidor insiste en lo imprescindible de su iglesia para la salvación, en este párrafo, por ejemplo:
«[...]serÃan contrarias a la fe cristiana y católica aquellas propuestas de solución que contemplen una acción salvÃfica de Dios fuera de la única mediación de Cristo»
o este otro:
«Ciertamente, las diferentes tradiciones religiosas contienen y ofrecen elementos de religiosidad que proceden de Dios y que forman parte de « todo lo que el EspÃritu obra en los hombres y en la historia de los pueblos, asà como en las culturas y religiones ». De hecho algunas oraciones y ritos pueden asumir un papel de preparación evangélica, en cuanto son ocasiones o pedagogÃas en las cuales los corazones de los hombres son estimulados a abrirse a la acción de Dios. A ellas, sin embargo no se les puede atribuir un origen divino ni una eficacia salvÃfica ex opere operato, que es propia de los sacramentos cristianos. Por otro lado, no se puede ignorar que otros ritos no cristianos, en cuanto dependen de supersticiones o de otros errores (cf. 1 Co 10,20-21), constituyen más bien un obstáculo para la salvación.»
Sin embargo, no osa el teólogo bábaro a enviar al Infierno a la mayor parte de la humanidad sin más, no por corrección polÃtica, sino por que eso pondrÃa en entredicho la universalidad de la salvación en Cristo. Dios otorga la gracia salvÃfica a los no cristianos «por caminos que Él sabe» dice, citando al Concilio Vaticano II. En un intento de suavizar la flagrante contradicción aduce que la situación de los no católicos no puede ni compararse con la «excelsa condición» de los que sà lo son.
El Papa pide a España que progrese "sin renunciar a su alma católica" (Diario de Navarra 22-08-11)
Este titular toma una frase de la despedida del Papa en el aeropuerto de Barajas. Dos ideas lo sustentan: la de España como esencialmente católica y el, parece que plenamente asumido, antagonismo entre progreso y catolicismo romano.
La primera formaba parte esencial del ideario de la España de Franco. Hemos de referirnos al contexto polÃtico en el que se ha desarrollado el evento. Muchos lo han leÃdo como una derrota de Zapatero y sus intentos de avanzar en la laicidad del estado. También se ha visto como una preparación al previsible triunfo de PP en las próximas elecciones, en particular, en los sectores más abiertamente nostálgicos de esa época de «extraordinaria placidez». No puede ser inocente tal colofón.
Releamos la frase en la que se basa el titular:
«España es una gran Nación que, en una convivencia sanamente abierta, plural y respetuosa, sabe y puede progresar sin renunciar a su alma profundamente religiosa y católica.»
Constatamos que, efectivamente, subyace la asunción de que existe un antagonismo entre progreso y catolicismo. Está idea quizá esté sugerida por que la ICAR se ha opuesto, y se opone, a todo progreso social, cientÃfico o técnico; inútil abundar en ejemplos. Benedicto nos permite progresar, siempre que ese progreso no contradiga las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia. Lamentablemente, todo progreso las contradice.
«[...]serÃan contrarias a la fe cristiana y católica aquellas propuestas de solución que contemplen una acción salvÃfica de Dios fuera de la única mediación de Cristo»
o este otro:
«Ciertamente, las diferentes tradiciones religiosas contienen y ofrecen elementos de religiosidad que proceden de Dios y que forman parte de « todo lo que el EspÃritu obra en los hombres y en la historia de los pueblos, asà como en las culturas y religiones ». De hecho algunas oraciones y ritos pueden asumir un papel de preparación evangélica, en cuanto son ocasiones o pedagogÃas en las cuales los corazones de los hombres son estimulados a abrirse a la acción de Dios. A ellas, sin embargo no se les puede atribuir un origen divino ni una eficacia salvÃfica ex opere operato, que es propia de los sacramentos cristianos. Por otro lado, no se puede ignorar que otros ritos no cristianos, en cuanto dependen de supersticiones o de otros errores (cf. 1 Co 10,20-21), constituyen más bien un obstáculo para la salvación.»
Sin embargo, no osa el teólogo bábaro a enviar al Infierno a la mayor parte de la humanidad sin más, no por corrección polÃtica, sino por que eso pondrÃa en entredicho la universalidad de la salvación en Cristo. Dios otorga la gracia salvÃfica a los no cristianos «por caminos que Él sabe» dice, citando al Concilio Vaticano II. En un intento de suavizar la flagrante contradicción aduce que la situación de los no católicos no puede ni compararse con la «excelsa condición» de los que sà lo son.
El Papa pide a España que progrese "sin renunciar a su alma católica" (Diario de Navarra 22-08-11)
Este titular toma una frase de la despedida del Papa en el aeropuerto de Barajas. Dos ideas lo sustentan: la de España como esencialmente católica y el, parece que plenamente asumido, antagonismo entre progreso y catolicismo romano.
La primera formaba parte esencial del ideario de la España de Franco. Hemos de referirnos al contexto polÃtico en el que se ha desarrollado el evento. Muchos lo han leÃdo como una derrota de Zapatero y sus intentos de avanzar en la laicidad del estado. También se ha visto como una preparación al previsible triunfo de PP en las próximas elecciones, en particular, en los sectores más abiertamente nostálgicos de esa época de «extraordinaria placidez». No puede ser inocente tal colofón.
Releamos la frase en la que se basa el titular:
«España es una gran Nación que, en una convivencia sanamente abierta, plural y respetuosa, sabe y puede progresar sin renunciar a su alma profundamente religiosa y católica.»
Constatamos que, efectivamente, subyace la asunción de que existe un antagonismo entre progreso y catolicismo. Está idea quizá esté sugerida por que la ICAR se ha opuesto, y se opone, a todo progreso social, cientÃfico o técnico; inútil abundar en ejemplos. Benedicto nos permite progresar, siempre que ese progreso no contradiga las enseñanzas de la Santa Madre Iglesia. Lamentablemente, todo progreso las contradice.