La boda de Enrique Peña Nieto y el clero político

Martes 30 de Noviembre del 2010 Mexico

Por Antonio Payán Gómez

La llamada "boda del año" celebrada este fin de semana en Toluca, Estado de México, entre la actriz conocida como "La Gaviota", Angélica Rivera y el gobernador Enrique Peña Nieto, con toda la parafernalia acostumbrada en los espectáculos de Televisa, ha puesto a pensar a los católicos que aún creen firmemente en las normas de la Iglesia, que éstas no son tan sólidas ya como algunos piensan, sino que, al igual que las leyes civiles, de pronto se encuentran los mecanismos para estirarlas o de plano eludirlas, como en el caso presente. 



Algo que fue una gran polémica para el entonces presidente Vicente Fox y Martha Sahagún, aunque en este caso, con la viudez del político mexiquense, mas no de la actriz, un punto al que no se le puso la atención y casi pasa desapercibido.

Hace seis años, tras catorce de relación, Angélica Rivera decidió casarse por la Iglesia con José Alberto Castro, productor artístico hermano de Verónica Castro, en una ceremonia realizada al aire libre en un playa de Acapulco, Guerrero, hecho que le sirvió para fundamentar su solicitud de invalidación matrimonial. Si fuera así, entonces todos los matrimonios de "playa”, donde se practica de todas maneras el sacramento del matrimonio y los otros del rito católico, quedarían entonces invalidados.

Salvo que aquí, obvio, se habla del poder. Y además fue el arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda, quien los casó.
Porque, de acuerdo a la ortodoxia religiosa, Angélica Rivera estaba impedida para contraer nuevo matrimonio eclesiástico, pues para que su anterior unión eclesiástica con José Alberto Castro fuera declarada inválida no fueron presentados los motivos clásicos para la nulidad canónica, como son los impedimentos de edad, impotencia, vínculo anterior, disparidad de cultos, votos sagrados, rapto, consaguinidad; o los impedimentos que se refieren al consentimiento, como son la incapacidad mental, la violencia física, la simulación y el matrimonio bajo condición.

Pues no fue así: resulta que no hubo ninguna de todas esas razones esgrimidas por la Gaviota para solicitar que su matrimonio fuera declarado inválido, sino el hecho de que su boda por la iglesia con José Alberto Castro, realizada en diciembre del 2004 en Acapulco, no fue válida, según dijo, porque por un error no cubrieron los requisitos que la institución eclesiástica pedía. Sí, de pronto Angélica Rivera descubre que la ceremonia nunca tuvo validez ante el Vaticano debido a que fue realizada en un lugar abierto y no en un templo. Por eso su matrimonio fue declarado inexistente y quedó soltera bajo todas las leyes. Pero además declaró que:

"No fue anulación. La Iglesia lo dictaminó como algo inválido. No tuvo validez porque no llevamos las formas como la Iglesia lo requiere, fue un error de parte de nosotros… la Iglesia lo tomó así", afirmó la actriz.

Estas declaraciones pretendieron acallar la aseveración que la secretaria de la Iglesia de Fátima hizo el 3 de junio del 2009 en el Distrito Federal en el programa No lo cuentes, conducido por Gustavo Adolfo Infante. Guardando el anonimato, la secretaria afirmó que la ceremonia religiosa entre Rivera y Castro sí tuvo validez porque primero se realizó dentro de esta parroquia capitalina, oficiada por "un sacerdote de nombre Ramón", y luego se hizo una paraliturgia en una playa de Acapulco.

El propio José Alberto “El Güero” Castro confirmó esa versión: "Primero nos casamos en una iglesia en México y después hicimos una bendición en Acapulco".

Como consecuencia de esta indiscreción, la secretaria de la Iglesia de Fátima fue despedida después de lo que le dijo a Infante. Sin embargo, la Arquidiócesis Primada de México emitió un documento que declaraba inválido el matrimonio entre la actriz y el productor televisivo.

Como en todo buen ‘reality’, el escándalo creció cuando la actriz Verónica Castro, hermana del productor y una de las primeras en impulsar la carrera de Angélica Rivera en 1987, apareció en la portada de la revista Hola! en julio del 2009 declarando: "Qué bueno que todo el mundo sea feliz, pero vamos a ser claros: ¿ahora resulta que mi hermano y Angélica se casaron de a mentiras?"

Como la Iglesia católica en México no ha hecho declaraciones al respecto, sería oportuno que el Cardenal Primado o el vocero de la Arquidiócesis explicaran a los feligreses interesados por qué se declaró inválido el matrimonio de Angélica Rivera, porque de otra manera el escándalo, ése que tanto trata de evitar la Iglesia, se multiplicará sobremanera.

Las opiniones se dividen: Unos apoyan a la pareja mediática que acapara portadas de revistas y los imaginan ya en Los Pinos comparándolos con John y Jacqueline Kennedy o con Sarkozy y Carla Bruni, y otros hasta con Juan Domingo y Eva Perón. Pero muchos todavía se preguntan si la Iglesia católica habría dado igual tratamiento a la solicitud de un católico común y corriente, de ésos sin dinero como existen millones en este país.


FUENTE:
http://www.omnia.com.mx/noticias/el-portal-2010-11-30/




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