Oposición dental a las bodas gays

Éste artículo fue publicado en Granada Hoy en 2005.

Como dentista que soy, me llama la atención todo lo que tiene que ver con los dientes y me sorprendió la noticia últimamente leída en los periódicos “la iglesia exige a los católicos una oposición incisiva a las bodas gays”. En mi caso soy heterosexual, incluso muy heterosexual, ya que soy polígamo, no practicante, o por lo menos, no todo lo practicante que a mi me gustaría ya que las féminas no están por la labor y no colaboran lo que yo querría.

Después de la guerra civil española, aquellas parejas heterosexuales, que no estaban casadas, por el rito religioso y eclesiástico, se las consideraba como no casadas, es decir si no hay rito religioso, para la iglesia, y desde siempre, no hay matrimonio; tanto es así que dichas parejas tuvieron que casarse obligatoriamente por el rito religioso, porque donde manda patrón, no manda marinero y quien mandaba en España en esa época, y desde los tiempos de Recaredo era la iglesia.

Curiosamente si los contrayentes son homosexuales y deciden casarse civilmente, la iglesia considera que el matrimonio SÍ es valido y los católicos deben empezar por hacer una oposición incisiva, que imagino deberán convertir en canina, según avancen los días. Yo pregunto entonces ¿el matrimonio civil tiene o no tiene validez para la Iglesia Católica?. Porque si tiene validez voy a tener que convertirme en católico no practicante ya que la contradicción es flagrante. Si la respuesta es que no tiene validez que sería lo lógico, entonces el asunto, no debe tener el mas mínimo interés para la Iglesia ya que lo único que varía es que unas personas que vivían juntas, informan oficialmente, que piensan seguir haciéndolo, o acaso si la boda civil es entre heterosexuales Dios no está presente, pero si es entre homosexuales sí, a pesar de que el ordenante ni tan siquiera sea cura, ya que puede ser el alcalde. A los católicos se les pide que hagan objeción de conciencia, creo que si un católico piensa que debe obedecer semejante insensatez, lo que debe hacer es dimitir del cargo y dejar en el puesto a otro que sí este dispuesto a cumplir con sus obligaciones. Igualmente, si les piden contraer matrimonio dos personas divorciadas y anteriormente casadas por el rito católico.

La Iglesia católica, como cualquier otra iglesia debe establecer la normativa en su ritos, pero no en los ritos ajenos. Por cierto ya va siendo hora de que polígamos y poliandrias empecemos a salir del armario.

Isaías Armando Martínez Medina es médico, odontólogo y antropólogo

Los comentarios han sido cerrados para esta nota