Aceptar el final como lo que es
Sabemos a ciencia cierta que cuando mueren gran cantidad de neuronas, como en la enfermedad de Alzheimer, tienen lugar déficits de memoria, mermas en la cognición y cambios en la personalidad, asà como mermas en la conciencia de lo que otra gente piensa y siente, y en la conciencia del tiempo y el lugar. Yo lo considero una especie de desvanecimiento progresivo de muchos aspectos del yo y sus capacidades, por lo que no podemos evitar pensar que la persona que antaño conocÃamos y amábamos ya no está ahÃ. Todas las pruebas disponibles demuestran que el cerebro es necesario para las funciones asociadas a la conciencia. No sé cómo la conciencia podrÃa sobrevivir a la muerte del cerebro, si necesita neuronas para sostenerse.
En el ámbito personal, debo decir que la compresión de que la muerte es el fin me hace sentir más sosegada ante ella de lo que me sentirÃa si intentara alimentar una esperanza ilusoria en algún tipo de cielo. Cuando era niña, un amigo mÃo que era indio americano me hizo notar una vez que sentÃa pena por los cristianos, porque éstos viven bajo la ilusión de un cielo mientras que él, por el contrario, podÃa prepararse para la muerte, transmitir las historias vitales de las personas, ayudarlas a morir mejor y aceptar el final como lo que es. Me pareció entonces que esto tenÃa mucho sentido, y me lo sigue pareciendo ahora.
¿Qué hay después de la muerte?, su secuela y su tricuela o también ¿Cuánta gente cabe en el cielo?.





























