La investigación paranormal con la que Iker Jiménez siempre había soñado





Un gato que habla, pero que lo que dice nadie lo entiende. En realidad una característica que le sitúa a la altura de la tertulia política española. ¿Qué mejor argumento para los defensores de las teorías de la conspiración? Gracias, Virginia. Feliz fin de semana.


Los comentarios han sido cerrados para esta nota