El GTC observa el imán más potente del universo
Redacción
El Gran Telescopio Canarias —GTC— ha observado una estrella de neutrones clasificada como magnetar, denominada SGR 0418+5729, que contribuirá a delimitar las propiedades fÃsicas de este cuerpo celeste con campos magnéticos de extrema intensidad, según informó en una nota el Instituto de AstrofÃsica de Canarias —IAC—.
Las estrellas de neutrones se forman cuando estrellas masivas, de entre 10 y 50 veces la masa del Sol, explotan como supernovas al final de su vida. Mientras las capas externas de la estrella son lanzadas al espacio, su núcleo se colapsa bajo su propio peso, alcanzando densidades enormes y convirtiéndose asà en una estrella de neutrones.
La densidad es tan alta que «estos cadáveres estelares concentran una masa comparable a la del Sol dentro de una esfera de apenas 30 kilómetros de diámetro, el espacio ocupado por una gran ciudad», destacó Paolo Esposito, el investigador del Instituto Nacional de AstrofÃsica de Italia que ha liderado el estudio.
Entre este tipo de estrellas destacan los magnetares —nombre obtenido a partir de las palabras en inglés magnet y star—, de los que hasta la fecha se conocen solamente seis. «Los magnetares poseen un campo magnético mil veces más fuerte que las estrellas de neutrones ordinarias, y millones de veces mayor que el campo más intenso que se pueda recrear en un laboratorio terrestre. De hecho, son los imanes más potentes del Universo», explicó Paolo Esposito.
Debido a su actividad magnética, en estas estrellas se producen fracturas en la corteza exterior que dejan escapar fugaces e intensos estallidos de luz, en su mayorÃa en forma de rayos gamma de baja energÃa. Estos potentes destellos fueron el rastro seguido por el GTC.
Los magnetares han sido generalmente estudiados a partir de sus brillantes emisiones en rayos X, pero se conoce muy poco acerca de sus caracterÃsticas en longitudes de onda ópticas. Tras la detección de una serie de explosiones de SGR 0418+5729 por parte de los satélites de la NASA Fermi y Swift, el equipo de investigadores solicitó al GTC una observación óptica profunda del objeto.
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El Gran Telescopio Canarias —GTC— ha observado una estrella de neutrones clasificada como magnetar, denominada SGR 0418+5729, que contribuirá a delimitar las propiedades fÃsicas de este cuerpo celeste con campos magnéticos de extrema intensidad, según informó en una nota el Instituto de AstrofÃsica de Canarias —IAC—.
Las estrellas de neutrones se forman cuando estrellas masivas, de entre 10 y 50 veces la masa del Sol, explotan como supernovas al final de su vida. Mientras las capas externas de la estrella son lanzadas al espacio, su núcleo se colapsa bajo su propio peso, alcanzando densidades enormes y convirtiéndose asà en una estrella de neutrones.
La densidad es tan alta que «estos cadáveres estelares concentran una masa comparable a la del Sol dentro de una esfera de apenas 30 kilómetros de diámetro, el espacio ocupado por una gran ciudad», destacó Paolo Esposito, el investigador del Instituto Nacional de AstrofÃsica de Italia que ha liderado el estudio.
Entre este tipo de estrellas destacan los magnetares —nombre obtenido a partir de las palabras en inglés magnet y star—, de los que hasta la fecha se conocen solamente seis. «Los magnetares poseen un campo magnético mil veces más fuerte que las estrellas de neutrones ordinarias, y millones de veces mayor que el campo más intenso que se pueda recrear en un laboratorio terrestre. De hecho, son los imanes más potentes del Universo», explicó Paolo Esposito.
Debido a su actividad magnética, en estas estrellas se producen fracturas en la corteza exterior que dejan escapar fugaces e intensos estallidos de luz, en su mayorÃa en forma de rayos gamma de baja energÃa. Estos potentes destellos fueron el rastro seguido por el GTC.
Los magnetares han sido generalmente estudiados a partir de sus brillantes emisiones en rayos X, pero se conoce muy poco acerca de sus caracterÃsticas en longitudes de onda ópticas. Tras la detección de una serie de explosiones de SGR 0418+5729 por parte de los satélites de la NASA Fermi y Swift, el equipo de investigadores solicitó al GTC una observación óptica profunda del objeto.
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