Hace como un año, el programa de televisión que tiene Lolita de la Vega en TV Azteca trató el tema de los exorcismos. En ese programa invitó a un grupo de expertos que hablaron sobre el peligro de las posesiones demoníacas, además de presentar el testimonio de un chico que perteneció a una secta satánica.
Hay dos cosas en las que pensé cuando vi el programa. La primera fue que Lolita y los demás participantes en la charla dieron por hecho que las posesiones demoníacas existen y no hubo nadie que mostrara la más mínima duda. La segunda fue que el único respaldo que Lolita mostró para respaldar la creencia de que las posesiones demoníacas son algo más que supercherías fue la entrevista que hace años le hizo a un joven que afirmó haber pertenecido a una secta satánica y que narró toda una serie de atrocidades cometidas por los miembros de esa secta, él mismo, entre ellos, en una abierta confesión de delitos por los cuales debería estar purgando una condena, por lo menos por complicidad (La entrevista puede verse en You-Tube).
Suponiendo que todo lo que expresa el joven Neftalí en la entrevista sea cierto, lo único que este testimonio probaría es que existen personas suficientemente crédulas y fanáticas como para cometer cualquier tipo de absurdos con la esperanza de obtener el favor de algún poderoso ente imaginario. De ninguna manera prueba que este ser exista ni que se meta en el cuerpo de las personas, requisitos ambos necesarios (aunque no suficientes) para justificar la práctica de los famosos exorcismos.
Seguramente más de uno ya lo habrá notado, pero puede resaltarse el hecho de que los detractores y los practicantes del satanismo comparten exactamente las mismas creencias. La única diferencia entre ambos grupos es que unos están a favor y otros en contra, pero ambos se toman sus creencias como algo lo suficientemente serio como para llevar a cabo acciones que, dependiendo del grado de fanatismo de cada grupo, pueden tener consecuencias bastante graves. Más adelante expresaré por que creo que no exagero.
Lolita expresa en su columna del periódico El Universal, (19 de Marzo de 2005, que por la fecha se refiere al programa en el que originalmente presentó la entrevista con el ex-satanista) un claro convencimiento de la realidad de lo que expuso en su programa:
“Recuerdo uno de los temas que causó gran expectación, y reacciones por parte de la ciudadanía; y que ha sido uno de los programas más vistos y solicitados de los que hemos producido: “El satanismo”. Cuando propuse a mi equipo de producción el tema, algunos lo vieron con recelo, otros me dijeron que eso no era cosa seria. Yo les pedí que no se cerraran y que nos diéramos a la tarea de investigar. Si en lo que encontráramos veíamos que valía la pena mostrarlo y proponerlo a los televidentes iríamos al aire con él y, de no ser así, que no encontráramos nada, descartaríamos el tema.”
Al parecer por “investigar” la Señora De la Vega entiende como la actividad de buscar versiones que respalden un solo punto de vista, ya que, aunque hubo “otros” que le dijeron que eso no era cosa seria, su investigación consistió en lo siguiente:
“Consultamos, sin prejuicios, a todo tipo de especialistas: antropólogos como Elio Mansferrer, quien nos aportó sus conocimientos sobre los orígenes de las sectas satánicas, su influencia, sus prácticas y creencias. A hombres de fe como el pastor Bautista, Hugo Álvarez, (que por cierto dentro de su iglesia tiene el Ministerio de la Liberación, digamos algo así como el equivalente al exorcista católico), por supuesto, a un exorcista, al padre José Luis Guerrero del Arzobispado de México, para quienes el demonio es algo real.”
Olvidando, claro, contrastar la información con alguno de los que se mostraron escépticos sobre la seriedad del tema, o con alguien que tuviera una opinión diferente a la creencia compartida de que el demonio es algo real, por ejemplo, algún neurólogo que hubiera tratado casos extremos de epilepsia de los que han sido tradicionalmente confundidos con posesiones demoníacas. En lugar de recurrir a pensadores críticos, Lolita hizo uso del recurso más usado por la televisión sensacionalista Mexicana:
“El pastor Hugo Álvarez, generosamente nos abrió su archivo (tanto de videos como de audio) y se los pudimos mostrar a la ciudadanía para que ellos mismos juzgaran la veracidad de los hechos.”
Es decir, mostrar casos impactantes y dejar que sea el asustado público el que, ignorante, decidiera de qué lado está la verdad. Me recuerda mucho a Maussán (Mausan o Mauzan) y su frasecita de “…como siempre, usted tiene la última palabra”.
En el mejor de los casos, la reacción del público es de temor, como puede verse haciendo una breve búsqueda por las respuestas de Yahoo.
Lo que más me sorprende de la entrevista de Neftalí es que describe su participación en asesinatos y violaciones como si estuviera platicando su visita al zócalo el domingo de la semana pasada:
“También pudimos obtener los testimonios, esto fue lo más difícil, ya que quien va a arriesgarse a salir en televisión y decir que ha pertenecido a una secta satánica y ha hecho tal o cual cosa en nombre del demonio de Sergio, un ex sacerdote satánico, quien nos contó la manera de operar de estos grupos y de César Neftalí, un hombre ahora normal, que se dedica a dar conferencias para prevenir a los jóvenes de las consecuencias de caer en las garras del satanismo.”
No entiendo como pudo hablar de haber participado en homicidios sin haber pedido protección a su identidad y, sobre todo, sin haber provocado ninguna reacción de las autoridades. Sobre todo si Lolita afirma haber informado del caso a la PGR:
“Frente a la cámara tuvo el valor de recordar su terrible y trágica historia; desde su iniciación, a los 12 años, en el culto satánico y los delitos que presenció en nombre del señor de las tinieblas que iban desde el robo y sacrificio de infantes, las violaciones, los secuestros, asesinatos como escarmiento lo hicieron presenciar el de su propia madre cuando intentó escapar de la secta. Por ello, en su momento acudimos a la PGR y se abrieron expedientes para investigaciones.”
Se abrieron expedientes, de acuerdo, pero ¿Permite la ley Mexicana sustraerse a la acción de la justicia por el hecho de confesar y mostrarse arrepentido?
Pero veamos lo que concluye Lolita:
“El principal problema social, ético y cultural de la aceptación de las ideas y prácticas satanistas consiste en que con ello se llega a aprobar una inversión de los valores: objetivamente equivocado, malo y moralmente desordenado, se asume como modelo justo y liberador para proponerlo a los demás; además, la asunción, típica del ambiente satánico, del lema crowleyano: “Hacer lo que quieras será toda la ley”, lleva inevitablemente al hombre a considerar que la propia libertad no termina donde comienza la de los demás.”
No señora. Su conclusión es errónea por parcial.
Si el problema fuera tan sencillo, bastaría con perseguir el culto satánico, como se hacía en la edad media. El problema de fondo radica en que en nuestra sociedad se promueven como valores opuestos a esos antivalores creencias sin fundamento. Si el fenómeno mostrara como única manifestación los crímenes de quienes son percibidos como enemigo público por el común de la sociedad, podríamos pensar que tenemos un enemigo bien focalizado a quien perseguir. El verdadero problema está en que la creencia en lo absurdo mueve a la insensatez incluso a los que se asumen del lado de los valores. No se puede culpar al satanismo de crímenes como el que mencionó hace unos días la revista proceso, en el cual un grupo de fanáticos asesinaron a unas niñas con la noble intención de exorcizarlas.
Creo que la responsabilidad de Lolita de la Vega y de TV Azteca en hechos como estos es muy grande. Hace un programa en el que muestra a los satanistas como los malos y a los exorcistas como los buenos, sin el más mínimo asomo de sentido crítico y sin dejar siquiera entrever que ambos son los dos lados de la misma moneda: el daño que se puede hacer apoyado en creencias absurdas.
Estoy consciente de que ninguno de los asesinos (que así se llaman) que mataron a las niñas, supuestamente poseídas, había visto el programa de “Frente a Frente” de hace un año, entre otras razones porque cometieron el crimen antes de que éste programa se transmitiera (aunque no antes del primer programa de “hablemos claro” de hace años en el que se pasó la primera entrevista a Neftalí). También es cierto que esto no sólo pasa en México. Pero ninguna de estas certezas hace que deje de ser irresponsable la forma maniquea en la que el programa “Frente a Frente” presenta el fenómeno de la satanería.
Recuerdo que unos días después de haber visto el programa de TV Azteca, le comenté a un compañero de trabajo la molestia que me había producido la forma en que trató el tema, como si las posesiones demoníacas fueran algo real, a lo que este amigo me cuestionó ¿Y cómo sabes que no es real? No le respondí nada. A veces soy demasiado político.
Pero hoy, conociendo el caso de Guanajuato, tengo una respuesta a ese “¿Y cómo sabes que no es real?”:
No sé ni me importa lo que es real y lo que no. Lo único que sé es que (al más puro estilo del Dr. House) en el caso de las niñas asesinadas en Guanajuato, el marcador es el siguiente:
Homicidios por Satanás: Cero
Homicidios por los creyentes: Dos
Encarcelados: Ocho
Referencias:
Otras referencias del programa de Lolita de la Vega:
http://esp.mexico.org/lapalabra/una/32119/frente-a-frente
http://sobrenatural.net/blog/2007/08/06/y-despues-de-la-muerte-%C2%BFque/
http://www.etcetera.com.mx/pag48ne19.asp
Entrada muy buena en Golem Blog
http://golemp.blogspot.com/2009/01/apariciones-espritus-y-demonios.html