Red de Blogs Ateos

Bueno,  hoy el gobernador de Puerto Rico Luis Fortuño convirtió en ley un proyecto que obliga a todos los estudiantes del país a dedicar (usualmente al inicio del mismo) 5 minutos a la meditación.  Ya había escrito sobre la aprobación del proyecto en el mes de junio aquí.

Me parece increíble que ningún grupo de derechos civiles haya siquiera elevado su voz de protesta ante esta legislación.

A pesar de que el presidente del senado Thomas Rivera Schatz alega que al cambiar la palabra reflexión por meditación se asegura la constitucionalidad del mismo, lo cierto es que ambos, el gobernador y él  han quedado ante mis ojos como bufones y marionetas,  maniatados por los religiosos o su propios proselitismos piadosos.

Da riza cuando al leer la noticia el gobernador insiste en que estos minutos no deben usarse para “adelantar o fomentar ninguna idea religiosa o política de corte partidista o ideológica”.  Sin embargo hace la aseveración rodeado de numerosos lideres evangélicos apaludiendo y opinando. Será retardado o que? Para colmo según se desprende del artículo de noticias  la ley la firmó el 5 de agosto, y 6 días despues hoy,  hacen la ceremonia pomposa, para la prensa donde se aseguraron de invitar a los íderes religiosos que le habían pedido  que diera paso a esta ley so pena de quitarle el respaldo de los votantes cristianos del país. ¿Se puede pensar en una pantomima mas burda que esta?. No lo creo.

Es cuando este tipo de situación ocurre que me pregunto ¿donde esta el capítulo local de la Unión de Libertades Americana?(ACLU), ¿Donde están los estudiantes y  abogados constitucionalistas de la isla, no estan pendiente a esta y otras legislaciones? Tendremos que contar entonces con grupos que defiendan y velen por la separación de iglesia y estado,   grupos de ateos, agnósticos, que por lo menos vean el peligro de esta situación y puedan traer a la discusión pública el punto de vista secular y humanista, donde se oriente en relación a el ¿por qué? , es tan importante la idea de un estado laico donde la religión no intervenga para su propio beneficio y para continuar sumiendo nuestra isla en un país de supersticiosos irracionales.