Virgen de Guadalupe rompe su himen salvando al Sumo PontÃfice
Su Santidad el papa Benedicto XVI ha sufrido hoy un golpe menor en su rodilla al celebrar la misa de Pentecostés en la BasÃlica de San Pedro. En los momentos subsiguientes a la caÃda hubo preocupación debido a la aparición de un charco de sangre alrededor del Sumo PontÃfice, de quien se pensó que habÃa sufrido una fractura expuestÃsima o habÃa orinado del susto. Finalmente, luego de un breve trance en el que no faltaron baba por boca y nariz, y mucho menos espuma por el resto de orificios, el Santo Padre informó a los 40.000 fieles extasiados que el charco de sangre correspondÃa a la Virgen de Guadalupe, quien salvó la rodilla del anciano pero sufrió la rotura de su himen en el proceso.
"Agradezco profundamente a la Santa Madre MarÃa, ya no más virgen ni inmaculada, por haberme salvado de tener que visitar a un médico y por ende enfrentarme a la tecnologÃa". Asà se refirió el monarca a la intervención divina en su caÃda. Luego del confuso episodio, los fieles cantaron loas a su Madre, aunque se vieron un tanto desconcertados sobre la letra, al no saber si debÃan pronunciar los versos que se referÃan a su malograda virginidad. Debido a esto, el conservador Jefe de la Iglesia quiso explicar que "La virginidad de MarÃa es un dogma de nuestra Sacra Iglesia, por lo tanto no importan las evidencias en su contra, debemos creer firmemente que la Virgen sigue poseyendo intactas las puertas a su interior. Dios nos dice 'tened fe' y debemos obedecerle". Desafortunadamente, probablemente a causa de la enemistad de Dios con la ciencia, el micrófono no funcionó durante el discurso, lo que no impidió que los fieles recuperaran rápidamente su antigua creencia sin necesidad de escuchar el discurso papal. El anciano pontÃfice agradeció nuevamente al Señor por su poca predisposición a entrar en razones, y por haber hecho al hombre a su semejanza.
"Agradezco profundamente a la Santa Madre MarÃa, ya no más virgen ni inmaculada, por haberme salvado de tener que visitar a un médico y por ende enfrentarme a la tecnologÃa". Asà se refirió el monarca a la intervención divina en su caÃda. Luego del confuso episodio, los fieles cantaron loas a su Madre, aunque se vieron un tanto desconcertados sobre la letra, al no saber si debÃan pronunciar los versos que se referÃan a su malograda virginidad. Debido a esto, el conservador Jefe de la Iglesia quiso explicar que "La virginidad de MarÃa es un dogma de nuestra Sacra Iglesia, por lo tanto no importan las evidencias en su contra, debemos creer firmemente que la Virgen sigue poseyendo intactas las puertas a su interior. Dios nos dice 'tened fe' y debemos obedecerle". Desafortunadamente, probablemente a causa de la enemistad de Dios con la ciencia, el micrófono no funcionó durante el discurso, lo que no impidió que los fieles recuperaran rápidamente su antigua creencia sin necesidad de escuchar el discurso papal. El anciano pontÃfice agradeció nuevamente al Señor por su poca predisposición a entrar en razones, y por haber hecho al hombre a su semejanza.