Un templo de la homeopatÃa pagado por los madrileños
PolÃticamente, el desprecio por la ciencia es asunto enteramente transversal. La promoción de las pseudo ciencias da votos y eso es algo que gusta a lo ancho del espectro ideológico.
Javier Salas
«Con dosis Ãnfimas de una sustancia que provoca alguna enfermedad, con esas dosis muy pequeñas, se cura esa enfermedad», resumÃa Esperanza Aguirre su visión de la pseudomedicina homeopática, una lectura de las supuestas capacidades de estas terapias que carecen de respaldo cientÃfico. La presidenta de los madrileños realizaba este discurso en enero del año pasado, durante la inauguración del Instituto Homeopático y Hospital de San José, un «centro de referencia nacional de la divulgación cientÃfica», definió. En realidad, se trata del mayor centro de difusión de las llamadas terapias no convencionales, en el que se divulgan estas técnicas e incluso se pasa consulta.
El lunes se presentó allà la sociedad Semefarte, un lobby para difundir presuntas terapias como el reiki, las flores de Bach y la aromaterapia. Aguirre estaba invitada al acto pero finalmente no acudió «por cualquier cosa», según fuentes de la presidencia madrileña. La sociedad, que tendrá como sede el propio instituto, está financiada por la industria que comercializa estos tratamientos con la intención de divulgarlos y conseguir un diálogo con las autoridades que ayude a regularlos.
El centro, que se levantó hace 133 años en la calle Eloy Gonzalo de Madrid, se restauró recientemente después de tres décadas cerrado por su mal estado. Las obras para recuperar el edificio se justificaron después de que Alberto Ruiz-Gallardón lo declarara Bien de Interés Cultural en su etapa de presidente madrileño. La Comunidad de Madrid puso 1,7 millones de euros de los más de tres que costó el lavado de cara y de cimientos.
Aguirre expresó su «satisfacción por poner a disposición de los madrileños» este centro de «enseñanza e investigación cientÃfica». Un centro que pertenece a una fundación presidida por Adolfo La Fuente, vicario general de Fundaciones del Arzobispado de Madrid, dueña del edificio.
Visto en Diario Público.
Javier Salas
«Con dosis Ãnfimas de una sustancia que provoca alguna enfermedad, con esas dosis muy pequeñas, se cura esa enfermedad», resumÃa Esperanza Aguirre su visión de la pseudomedicina homeopática, una lectura de las supuestas capacidades de estas terapias que carecen de respaldo cientÃfico. La presidenta de los madrileños realizaba este discurso en enero del año pasado, durante la inauguración del Instituto Homeopático y Hospital de San José, un «centro de referencia nacional de la divulgación cientÃfica», definió. En realidad, se trata del mayor centro de difusión de las llamadas terapias no convencionales, en el que se divulgan estas técnicas e incluso se pasa consulta.
El lunes se presentó allà la sociedad Semefarte, un lobby para difundir presuntas terapias como el reiki, las flores de Bach y la aromaterapia. Aguirre estaba invitada al acto pero finalmente no acudió «por cualquier cosa», según fuentes de la presidencia madrileña. La sociedad, que tendrá como sede el propio instituto, está financiada por la industria que comercializa estos tratamientos con la intención de divulgarlos y conseguir un diálogo con las autoridades que ayude a regularlos.
El centro, que se levantó hace 133 años en la calle Eloy Gonzalo de Madrid, se restauró recientemente después de tres décadas cerrado por su mal estado. Las obras para recuperar el edificio se justificaron después de que Alberto Ruiz-Gallardón lo declarara Bien de Interés Cultural en su etapa de presidente madrileño. La Comunidad de Madrid puso 1,7 millones de euros de los más de tres que costó el lavado de cara y de cimientos.
Aguirre expresó su «satisfacción por poner a disposición de los madrileños» este centro de «enseñanza e investigación cientÃfica». Un centro que pertenece a una fundación presidida por Adolfo La Fuente, vicario general de Fundaciones del Arzobispado de Madrid, dueña del edificio.
Visto en Diario Público.